Nos toca conservar todo lo bueno, pero también tenemos que ver las partes que tenemos que mejorar
El director general de los Legionarios de Cristo, padre Álvaro Corcuera, estuvo en León para alentar a los sacerdotes, consagrados y consagradas, padres de familia y estudiantes, de la congregación, en que saldrán adelante de la crisis que viven (por los hechos de su fundador Marcial Maciel). No hizo nunca referencia a Maciel ni tampoco habló de los cambios que deben de realizarse para la renovación de los Legionarios, pero insistió, a través de metáforas como lo bello y feo que hay en los jardines o en las nevadas, que saldrán fortalecidos. Lo cuenta Cutberto Jimenez en Milenio.
«Hace poco llegaron dos hermanos de prácticas apostólicas a Roma y entraron por la puerta central, en la parte derecha se había echado a perder el jardín, en la izquierda estaba muy hermoso, uno llegó por el lado derecho y dijo qué pasó, qué feo está, el otro llegó por el izquierdo y dijo qué hermoso está el jardín, las dos cosas son verdad y en la historia que estamos viviendo de la Legión, tenemos que ver que nos toca conservar todo lo bueno, pero también tenemos que ver las partes que tenemos que mejorar.
«Cuando yo veía a los hermanos trabajando, reparando el jardín, ahora lo han dejado mejor que antes, no le echaban la culpa a nadie. Sino vamos todos colaborando, todos nos vamos ayudando porque es nuestro jardín, porque es nuestra familia, es nuestra casa, y nos toca a todos construir, es tan fácil destruir«, expresó.
En el evento estuvo también el delegado pontificio para la Legión de Cristo, cardenal Velasco De Paolis, quien resaltó el lema del evento: «Yo hago nuevas todas las cosas».
Corcuera despertó los aplausos cuando dijo: «Somos una familia y por eso le agradecemos a Dios que pertenecemos a ella».
«Los dolores, son dolores de crecimiento, en la historia de la Iglesia, de la humanidad, vemos que detrás de las dificultades, es porque Dios quiere que haya un crecimiento… este momento no fácil, muy doloroso y penoso, no es para quedarnos tristes sino al revés, para saber que toda renovación es para mayor santidad«.
