"Estamos dispuestos a conversar sobre una posible reforma del estatuto, siempre y cuando no altere su autonomía, mantenga su vocación católica
La Universidad Católica de Perú, a través de su Asamblea, ratificó su negativa a cambiar sus estatutos, tal y como ha instado la Santa Sede, que puso como plazo el próximo 8 de abril. El centro mantiene la defensa de su autonomía, pese a haber establecido un diálogo con la jerarquía religiosa conservadora, que pretende controlar el centro académico.
El diálogo fue confirmado por el rector de la universidad, Marcial Rubio, tras una asamblea universitaria -máxima instancia- en la que rindió un informe al cónclave de representantes de profesores, autoridades y alumnos.
Rubio dijo que se ha establecido un buen diálogo y que habló con el cardenal Juan Luis Cipriani, en el viaje de regreso del Vaticano, donde recibió una carta que conmina a la Universidad Católica a cambiar su estatuto para someterse a la égida eclesial antes del próxim 8 de abril.
Tal cambio significaría renunciar a la autonomía mediante la cual el rector es elegido por la asamblea universitaria, y obligaría a esta a presentar una terna de aspirantes para que Cipriani escoja entre ellos al nuevo rector o los vete.
Rubio destacó como señal de diálogo la presencia en la reunión de ayer de tres obispos representantes de la Conferencia Episcopal, reincorporados tras larga ausencia.
Sin embargo, un breve comunicado de la universidad señala que la asamblea de ayer ratificó sus acuerdos del 23 de septiembre de 2011, que rechazó el cambio de estatutos y subrayó que solo se sujeta a la legislación peruana.
Añade que la reunión dispuso que el rector Rubio formalice el diálogo con las autoridades eclesiásticas «en la perspectiva de hallar una solución integral para el conflicto«, en el marco de los citados acuerdos.
«Estamos dispuestos a conversar sobre una posible reforma del estatuto, siempre y cuando no altere su autonomía, mantenga su vocación católica, además de su carácter pontificio como punto de partida», dijo Rubio, al señalar que ambas partes tienen voluntad de diálogo.
Apuntó, sin embargo, que no es negociable la potestad de la asamblea de ser la máxima autoridad y de elegir al rector, así como manejar los importantes bienes de la universidad, control que pretende Cipriani en siete procesos judiciales.
Según Rubio, la universidad podría aceptar que la jerarquía católica tenga acceso pleno a la información económica del centro, la que es abierta.
Admitió que, de no haber un acuerdo mediante el diálogo dentro del plazo señalado por El Vaticano, podría ejecutarse la amenaza de este de prohibir a la universidad que use el título de Pontificia (papal).
Sin embargo, apuntó, no habría problema, porque el centro académico tiene inscrito su nombre en el registro estatal de propiedad intelectual, de acuerdo con la ley peruana.
(Rd/Agencias)