Bajo ninguna circunstancia se puede violentar el Estado de Derecho transgrediendo las Leyes de la República, ni mucho menos reaccionar violentamente disparando a matar
La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) exhortó a evitar más violencia tras el enfrentamiento entre policías y campesinos que dejó el pasado viernes 18 muertos durante el desalojo de una reserva forestal en el departamento de Curuguaty, 400 kilómetros al noreste de Asunción.
En un comunicado, la CEP lamenta «la muerte de efectivos policiales y campesinos» y expresa «su solidaridad y cercanía espiritual con los familiares, colegas, y seres queridos de las víctimas fatales y de los heridos».
«Exhortamos a evitar mayores escaladas de violencia y a ceñirse a los procedimientos enmarcados en las leyes para buscar justicia como corresponde. Es necesario construir la convivencia pacífica al amparo del Estado de Derecho«, añadieron los obispos.
Recuerdan que «para edificar una sociedad pacífica y lograr el desarrollo integral de los individuos y de la nación resulta esencial la defensa y la promoción de los derechos humanos y la puesta en práctica de una educación ciudadana que promueva la responsabilidad social y el respeto a las leyes, así como un compromiso firme con la construcción de una sociedad más justa y segura para todos los paraguayos y extranjeros que habitan el suelo patrio».
Texto completo del comunicado de los obisppos paraguayos
Bajo ninguna circunstancia se puede violentar el Estado de Derecho transgrediendo las Leyes de la República, ni mucho menos reaccionar violentamente disparando a matar contra vidas humanas al ser exigidos por la Policía y Fiscalía, como sucedió en este caso, en el cumplimiento de las leyes vigentes en relación a desalojos. La violencia genera violencia, y desbordes de trágicas y sangrientas consecuencias pueden darse cuando se pretenda hacer justicia por manos propias. Exhortamos a evitar mayores escaladas de violencia y a ceñirse a los procedimientos enmarcados en las leyes para buscar justicia como corresponde. Es necesario construir la convivencia pacífica al amparo del Estado de Derecho.
El Estado tiene la obligación de proteger la vida y los bienes de los ciudadanos en el marco del estricto respeto a la dignidad de las personas y a las garantías que confieren la Constitución y las leyes.
Asimismo, todas las instituciones y organizaciones de la sociedad civil, así como los ciudadanos y ciudadanas, deben asumir su responsabilidad en la lucha contra la violencia, cualquiera sea su origen.
La Iglesia afirma que la paz es fruto de la justicia. La paz peligra cuando a las personas no se les reconoce aquello que les es debido en cuanto a su condición humana, cuando no se respeta su dignidad y cuando la convivencia no está orientada hacia el bien común. (Compendio de la DSI, 494)
Para edificar una sociedad pacífica y lograr el desarrollo integral de los individuos y de la nación resulta esencial la defensa y la promoción de los derechos humanos y la puesta en práctica de una educación ciudadana que promueva la responsabilidad social y el respeto a las leyes, así como un compromiso firme con la construcción de una sociedad más justa y segura para todos los paraguayos y extranjeros que habitan el suelo patrio.
Los Obispos invocan la bendición del Señor, Dios de la Vida, y la protección de la Santísima Virgen María para nuestra querida nación paraguaya.
Asunción, 15 de junio de 2012.