"La Iglesia quiere convocar al diálogo a toda la sociedad mexicana, en medio de un ambiente de crispación y división, aún frente a los problemas más graves"
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(José Manuel Vidal).- El P. Mario Ángel Flores es el Rector de la Universidad Pontificia de México y el coordinador general del «Encuentro por la paz en México» impulsado por la dimensión de cultura del episcopado mexicano en colaboración con algunas instutuciones universitarias y culturales. Se celebra los días 3 y 4 en Ciudad de México.
¿Qué pretende el episcopado mexicano con esta iniciativa?
El Episcopado mexicano busca crear un ambiente de diálogo sobre un tema de interés nacional, de especial importancia e impacto en la sociedad mexicana: la violencia criminal, las víctimas, los desencuentros y el pesimismo ante esta realidad. La inicitaiva quiere sensibilizar a los ambientes culturales y con ellos a la opinión pública, de que no es solo asunto del gobierno y sus políticas de seguiridad nacional, sino de toda la sociedad. Todos somos corresponsables de cambiar este panorama: la Iglesia, las instituciones, los intelectuiales, la sociedad en general. No podemos ver con indiferencia, no podemos acostumbrarnos a la violencia inhumana, debemos actuar juntos.
Visto desde España, el Encuentro tiene ciertas similitudes con el ‘Atrio de los gentiles’. ¿Es así?
Efectivamente se ha querido realizar una versión mexicana del «Atrio de los gentiles» pero no hemos querido utilizar el término por la falta de referencia en nuestro ambiente cultural, sin embargo la inspiración y el formato es el mismo de la Comisión Pontificia para la Cultura, más aún hemos invitado al secretario de la misama el P. Melchor Sánchez de Toca quien presentará en los diálogos el espíritu de esta iniciativa vaticana.
¿El diálogo entre diferentes es condición indispensable para alcanzar la paz?
El diálogo entre diferentes sobre un asunto común nos acerca a la corresponsabilidad, no a la controversia. No se trata de hablar de las convicciones políticas, ideológicas o religiosas de los participantes, sino de la común preocupación y aportación sobre una situación que nos atañe a todos y desde donde debemos encontrar espacios de diálogo. Se trata de un ejercicio poco común en nuestro ambiente mexicano, donde cada grupo está en su propio espacio: la iglesia por su lado, los políticos por el suyo, los intelectuales y centros culturales divididos entre ellos. El Atrio de los gentiles es una propuesta para que la iglesia convoque, reúna y lleve a un espacio de diálogo a todos sobre temas de importancia, donde también tenga espacio el espíritu, la trascendencia y Dios mismo en los problemas cotidianos.
¿Narcotráfico y corrupción son los mayores enemigos de la paz en México?
La criminalidad organizada es un desafío enorme a nuestras instituciones pero el mayor peligro es acostumbrarnos a la violencia inhumana o ser indiferentes como sociedad a un problema tan extendido, considerándolo solo de tipo policiaco o criminal. Es un problema de deterioro del tejido social, del ambiente familiar y de la debilidad de las instituciones educativas, junto a la corrupción de la justicia mexicana y la falta de oportunidades para los más jóvenes. No basta el recurso de la fuerza, es necesario replantear el lugar de los principios y valores del mexicano en general y de su compromiso cotidiano por mejorar nuestro ambiente social, en particular.
¿Esperan conseguir frutos concretos de este encuentro?
El primer fruto es el encuentro mismo: la iglesia que convoca no para discutir temas dogmáticos, sino el compromiso común ante una urgente realidad nacional se muestra como una iglesia más sensible y testimonial. En segundo lugar, es hacernos conscientes de nuestro papel de protagonistas frente a la violencia y la criminalidad y no solo víctimas impotentes. El fruto principal es mostar que puede habre una sociedad consciente y participativa desde distintos niveles. No pretendemos ninguna declaración común, sino un ejemplo común que debe repetirse, y que de hecho se repetirá en distintos lugares de la república, como ejemplo social de diálogo y de compromiso común.
La Universidad Pontificia de México junto a la Dimensión de cultura de CEM quieren hacer presente a la iglesia con respeto a la pluralidad y con autoridad moral para convocar al diálogo a toda la sociedad mexicana, en medio de un ambiente de crispación y división, aún frente a los problemas más graves.