Junto al Obispo Samuel Ruiz García, monseñor Vera trabajó en el proceso de paz abierto tras el levantamiento zapatista
Dos nuevos rostros participan en el proyecto de Religión Digital. Dos obispos respetados, abiertos, plurales, reconocidos en Latinoamérica y, cada vez más, en todo el mundo, abren su ventana en nuestra web. Se trata de monseñor Luis Infanti, obispo vicario apostólico de Aysén (Chile), y Raúl Vera, obispo de Saltillo (México).
Luis Infanti della Mora nació en Udine, Italia, el 4 de febrero de 1954. En 1978 realizó sus primeros votos como fraile Siervo de María. Realizó estudios de Filosofía y Teología en la Pontificia Universidad Católica de Santiago, aunque fue ordenado sacerdote en Bolivia, en 1990.
En 1995, Mons. Aldo Lazzarin le confió el servicio de Vicario Pastoral y posteriormente, al ser aceptada su renuncia como obispo, el P. Luis acepta el nombramiento como Pro-Vicario Apostolico de Aysén, cargo que desempeño hasta el momento en que el Papa Juan Pablo lo nombró, en 1999, como el quinto Obispo del Vicariato.
Su Ordenación Episcopal fue presidida por el entonces Nuncio Apostólico de S.S. en Chile, Mons. Luigi Ventura, el día 5 de diciembre de 1999. Mons. Infanti, al momento de ser electo Obispo Vicario Apostolico de Aysén, eligió como lema: ««A Jesús Por María»«.
Por su parte, Raúl Vera López –candidato al premio Nobel de la Paz– inició su formación religiosa en 1968, en el Noviciado de los dominicos de León (Guanajuato), e hizo su profesión religiosa el 12 de noviembre de 1969. Es Licenciado en Teología por la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma, graduado con la máxima distinción académica Summa cum laude. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1975 por el Papa Pablo VI.
Ocupó diversos cargos dentro de la provincia dominicana de México, la «Provincia Santiago»; fue Maestro de novicios, miembro del Consejo Provincial (1981-1987), Socio del Prior Provincial y Coordinador de la Familia Dominicana en México (1985-1987).
El 20 de noviembre de 1987 fue nombrado Obispo de la Ciudad Altamirano y consagrado el 6 de enero de 1988 por el Papa Juan Pablo II en Roma. En esta etapa fundó el centro social «Monseñor Juan Navarro Ramírez» para la atención de los pobres. El 14 de agosto de 1995 fue nombrado Obispo Coadjutor de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Junto al Obispo Samuel Ruiz García trabajó en el proceso de paz abierto tras el levantamiento zapatista.
El 30 de diciembre de 1999 fue nombrado Obispo de Saltillo por el Papa Juan Pablo II, sucesor del obispo Francisco Raúl Villalobos Padilla, tomó posesión de su diócesis el 20 de marzo de 2000. En su labor pastoral destaca su defensa de los Derechos Humanos, el apoyo de las reivindicaciones de mejora laboral de los mineros y demás trabajadores de la región, la ayuda a los inmigrantes mediante el proyecto Frontera con Justicia, la lucha contra la discriminación que padecen los homosexuales y la creación del centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios. También brinda ayuda a los familiares de personas desaparecidas de manera forzada en Coahuila quienes integran las Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila» (FUUNDEC)