"He tenido una cruz muy grande en mi vida episcopal en Santiago"
La Iglesia católica en Chile carga literalmente una «cruz» como consecuencia de varios sacerdotes y hasta un obispo involucrados en escándalos de pederastia, episodios a los cuales ha respondido con transparencia y silencio.
El arzobispo de Santiago de Chile y presidente de la Conferencia Episcopal de ese país, monseñor Ezatti, señaló que su decisión de llegar al fondo de todas las denuncias contra los curas pederastas le ha granjeado la confianza social, pero también muchos problemas.
En entrevista con Notimex dijo que «nunca lo que la Iglesia ha hecho en este ámbito satisface plenamente. Siempre se nos pide más, siempre se nos acusa de no ser suficientemente claros«.
«He tenido una cruz muy grande en mi vida episcopal en Santiago porque, al día siguiente de haber asumido la diócesis, tuve que afrontar un problema gravísimo en este orden y también en estos días he debido atender otro caso también difícil», refirió.
Con esas palabras el prelado se refirió a dos casos que captaron la atención de la prensa y de la opinión pública porque los involucrados son personajes famosos: Fernando Karadima, párroco y líder de una comunidad de clase alta de Santiago, y Christián Pretch, histórico exponente del «progresismo» católico. (RD/Agencias)