Durante esos largos años de cuestionamiento de su teología, nunca escuché de él una palabra de amargura, de desprecio por sus adversarios.
(Francisco Chamberlain, sj).-Hace pocos días Gustavo Gutiérrez recibió el premio nacional de cultura por su trayectoria como intelectual que ha producido escritos que, sin duda, han marcado no sólo la Iglesia latinoamericana, sino la Iglesia universal en los últimos 50 años. Sinesio López, en un artículo en La República, destacaba sus conocimientos profundos no sólo de la teología, su especialidad, sino de la filosofía y la psicología, como también, añadiría yo por experiencia propia, su agudo sentido del momento político, tanto nacional como eclesial.
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