La imagen de 20 metros de altura, esculpida en Roma por la cubana Jilma Madera, fue inaugurada el 25 de diciembre de 1958
El cardenal de La Habana, Jaime Ortega, destacó ayer los cambios que «en muchos sentidos», se están produciendo en Cuba. Lo hizo durante la inauguración de la restauración del monumento del Cristo de La Habana, uno de los símbolos de la capital cubana, fueron entregados este jueves.
«Es como la nueva presencia de Cristo Jesús aquí, ahora, en su imagen para esta Habana nuestra, de esta época en que nos toca vivir«, dijo Ortega, Arzobispo de La Habana.
La imagen de 20 metros de altura, esculpida en Roma por la cubana Jilma Madera, fue inaugurada el 25 de diciembre de 1958, una semana antes del triunfo de la revolución encabezada por Fidel Castro, a orillas de Bahía de La Habana sobre la loma de La Cabaña y es visible desde la parte vieja de la ciudad.
La noticia fue portada del diario «Granma«, órgano del régimen de Castro, que apuntaba en su edición de hoy que «el Cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de La Habana, bendijo la escultura y expresó que con ella se inaugura una nueva imagen en el camino que se renueva en muchos sentidos en nuestra Patria.»
La restauración ocurrió «en otro siglo ya y con un camino que se renueva en nuestra patria cada vez más en muchos sentidos, en lo económico, pero también en otros órdenes, en este orden mismo de la presencia de la fe religiosa en la cultura del pueblo», dijo Ortega.
El presidente Raúl Castro, quien sustituyó a su hermano Fidel cuando éste se enfermó gravemente en 2006, mantiene desde 2010 un diálogo permanente con la jerarquía católica, que permitió la liberación de más de 130 presos políticos y la apertura de más espacio social para la Iglesia en la isla comunista.
La restauración del Cristo estuvo a cargo de Complejo Museos Histórico-Militares, una entidad de las Fuerzas Armadas, con la colaboración del estatal Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.
«Es algo realmente tan novedoso y tan necesario que yo me atreví a decir que es la inauguración de una nueva imagen, porque significa un nuevo tiempo, una nueva época«, destacó el cardenal.
La estatua de mármol fue restaurada en su totalidad, incluida su estructura interna de acero, y tiene una nueva iluminación que la hará más visible en las noches.
(Rd/Agencias)