Ante las presiones de Roma, las monjas responden desde la mística de la resistencia activa
El ala dura de la Curia romana las tiene en su punto de mira desde hace años. Pero las monjas de los Estados Unidos ni ceden ni tensan la cuerda. Al contrario, ante las presiones responden desde la mística de la resistencia activa. Es decir, ofreciendo diálogo, pero sin renunciar a los principios básicos del Concilio Vaticano II. Y, además, responden con formas originales. Un respuesta que descoloca a Roma.
Por ejemplo, para replicar al duro documento que el Vaticano les mandó la pasada primavera, la hermana Sherman, de 60 años, escirbió una preciosa canción. Titulada «Love Will Never Silenced» (El amor no se puede silenciar), la respuesta en forma de canción se está convirtiendo en una especie de himno, utilizado en los templos de todo el país, por medio del cual los fieles católicos demuestran su apoyo a las monjas americanas, a las que algunos siguen llamando «rebeldes».
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