"Oremos por todas las víctimas de abusos, por la familia del hermano Baker y por el reposo de su alma"
Un fraile franciscano acusado de abuso sexual de estudiantes varones en dos escuelas secundarias de Pensilvania se quitó la vida en el monasterio donde permanecía bajo estricta vigilancia desde 2000, informó este domingo la policía.
Según la autopsia, Stephen P. Baker, de 62 años, murió a causa de una herida autoinfligida con arma blanca, informó en una declaración escrita el jefe de policía de la localidad de Blair Township, Roger White.
Baker, que estaba recluido en el monasterio de St. Bernadine, en la ciudad de Hollidaysburg, había sido acusado de abuso sexual de alumnos varones de edades de 14 a 18 años cuando trabajó como instructor de religión y entrenador deportivo en dos escuelas católicas de Warren y Johnstown, en Pensilvania.
El nombre del religioso aparecía en sendos acuerdos legales pactados la semana pasada con once hombres que alegaron que Baker abusó sexualmente de ellos hace tres décadas.
El canal de televisión WKBN dijo que alrededor de 60 personas afirman haber sido víctimas de Baker cuando éste trabajó en las dos escuelas católicas, según abogados vinculados con el caso.
Previamente, la diócesis de Youngstown indicó que no estuvo al tanto de las acusaciones hasta casi 20 años después del presunto abuso.
«Oremos por todas las víctimas de abusos, por la familia del hermano Baker y por el reposo de su alma», dijo el obispo de Youngstown George Murray en un comunicado el sábado.
Tras anunciarse los acuerdos, la diócesis de Altoona-Johnstown, en Pensilvania, dijo que recibió quejas en el 2011 de abusos de Baker en la secundaria Bishop McCort, en Johnstown, unos 96 kilómetros (60 millas) al este de Pittsburgh.
La escuela contrató a una abogada para que investigara las acusaciones luego que varios ex estudiantes dijeron que fueron víctimas de abusos sexuales por Baker en la década de 1990. La abogada Susan Williams dijo que tres ex estudiantes habían hablado detalladamente con ella sobre los abusos.
Baker fue maestro en la secundaria John F. Kennedy a finales de la década de 1980 e inicios de la de 1990 y estuvo en la escuela Bishop McCort desde 1992 hasta el 2000.
El obispo de la diócesis de Altoona-Johnstown dijo que estaba triste por la noticia de la muerte de Baker, pero declinó comentar más, porque el proceso legal en el caso de la diócesis sigue pendiente.
Judy Jones, directora asistente de Survivors Network of those Abused by Priests, una red de apoyo a víctimas de abusos sexuales por el clero, dijo que la organización espera que personas que conocen de otras acusaciones contra Baker lo informen a las autoridades.(RD/Agencias)