De la misma línea que Bergoglio, Poli está convencido de que la Iglesia debe mantener un estado misionero
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El Papa Francisco ha nombrado al nuevo arzobispo de Buenos Aires, se trata del obispo Mario Aurelio Poli, ex obispo de Santa Rosa, Argentina, según ha indicado este jueves la oficina de prensa de la Santa Sede.
Mario Aurelio Poli, nació en Buenos Aires el 29 de noviembre de 1947. Estudió Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires, donde obtuvo el título de licenciado en Servicio Social.
A los 22 años, entró al Seminario Metropolitano de Buenos Aires y fue ordenado sacerdote el 25 de noviembre de 1978. Es doctor en Teología por la Universidad Pontificia Católica de Buenos Aires.
En su primer periodo como sacerdote, fue el vicario parroquial en la parroquia de San Cayetano (1978-1980), superior del Seminario Mayor (1980-1987); capellán de las Siervas del Espíritu Santo (1988-1991), asistente eclesiástico de la asociación seglar Fraternidades y Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (1988-1992).
En 2002 fue nombrado obispo titular de Abidda y auxiliar de Buenos Aires y el 24 de junio de 2008 fue nombrado obispo de Santa Rosa, hasta ahora que ha sido nombrado nuevo arzobispo de Buenos Aires. Además, es presidente de la comisión episcopal para la catequesis y la pastoral bíblica en la Conferencia Episcopal Argentina.
Como cuenta el portal argentino Valores Religiosos, Mario Poli es un amigo de Jorge Bergoglio. Ha trabajado con él durante seis años como obispo auxiliar del entonces arzobispo de Buenos Aires hasta que fue promovido al obispado de Santa Rosa.
Llegó a esa provincia con el encargo de promover cambios en una iglesia considerada de tinte conservador luego de 17 años de obispado de Rinaldo Brédice. Y se preocupó por la formación de nuevos sacerdotes al punto de abrir un seminario.
De la misma línea que Bergoglio, Poli está convencido de que la Iglesia debe mantener un estado misionero, es decir, que salga de su encierro y encuentre a los fieles en el mundo, en especial en la periferia.
Férreo defensor de la vida, es de esperar que el nuevo arzobispo ponga igual énfasis que Bergoglio en la condena al aborto. La vida, desde su concepción hasta muerte natural es una bandera que la Iglesia no abandonará sea progresista, conservador o moderado.
De igual modo, Poli ha rechazado las uniones de un mismo sexo y jugó un rol protagónico en su intento por descartarlas como matrimonios o nuevos tipos de familia.
En agosto de 2012 el obispo de Santa Rosa vivió un momento complicado cuando uno de los sacerdotes de esa diócesis, Jorge Hidalgo, saludó por Facebook al dictador Jorge Rafael Videla con motivo de su cumpleaños.
Ante la indignación generalizada, el obispo expresó que el infortunio del religioso «causó un profundo pesar y le causó un grave daño a la Iglesia».
Y para que no quedaran dudas sobre su posición, Poli envió una carta a las parroquias de su diócesis en la que refirió que las condenables expresiones del sacerdote «son ajenas a nosotros y a nuestro oficio de amar, y nos causó un profundo pesar».