Según la investigación de la Fiscalía, los hechos ocurrieron en febrero de 2007 en la casa sacerdotal del municipio de Mistrató, a unos 215 kilómetros de Bogotá
Un sacerdote católico ha sido condenado a 45 años y 10 meses de cárcel por el asesinato de su compañera y su hija de seis años.
El juzgado penal del municipio colombiano de Belén de Umbría, a unos 207 kilómetros de Bogotá, ha decidido condenar al sacerdote José Francey Díaz Toro, según ha revelado Ilduara Pineda, trabajadora del despacho de la jueza responsable de la sentencia.
El religioso fue declarado responsable de homicidio agravado en las personas de su compañera sentimental María del Carmen Arango y su hija de seis años, aunque él se declaró inocente.
Según la investigación de la Fiscalía, los hechos ocurrieron en febrero de 2007 en la casa sacerdotal del municipio de Mistrató, a unos 215 kilómetros al noroeste de la capital colombiana.
Los cuerpos de las víctimas fueron incinerados y abandonados en un paraje de Belén de Umbría. Para ello, el sacerdote contó con la colaboración del sepulturero del pueblo, quien como cómplice también fue condenado a 17 años de prisión.
El canal local de televisión Caracol, que dijo haber estado en la jornada en la audiencia pública en la que se produjo la condena, aseguró que una vez conocido el fallo en su contra Díaz dijo: «Que me perdonen, que me perdonen, que saben que en mi corazón hay bondad».
Al referirse a los familiares de las víctimas, el religioso sostuvo que sabían «que yo era buena persona y que luchaba mucho por esa amistad. Les pedí ayuda a ellos y no la encontré, pero yo no maté a nadie. Que quede claro para Colombia, el mundo y mi iglesia: yo no maté a nadie«.
El sacerdote está recluido en una cárcel del municipio de Anserma, departamento de Caldas y a unos 202 kilómetros al noroeste de Bogotá. La Conferencia Episcopal de Colombia ha rechazado hacer declaraciones. (RD/Agencias)