Hay que ayudar a los más pobres y a los más necesitados que es lo que él ha hecho aquí en Misiones
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(Valores Religiosos).- Los restos del obispo emérito Joaquín Piña Batllevel eran velados este martes en la catedral Virgen del Carmen de Puerto Iguazú, donde posteriormente fueron inhumados. El religioso falleció este lunes a los 83 años, en el Hospital Austral de Pilar, provincia de Buenos Aires, a raíz de un paro cardiorrespiratorio, tras una serie de complicaciones circulatorias que motivaron su traslado, el domingo pasado, desde Misiones.
En el principal templo de la localidad de Iguazú, ubicada en el extremo norte de esta provincia, limítrofe con Brasil y Paraguay, se montó la capilla ardiente, a los pies de un Cristo crucificado de importantes dimensiones que preside el altar del templo.
El féretro fue depositado con una protección de cordeles, en tanto que los bancos de la iglesia se desplegaron en forma de hemiciclo para dar cabida a amigos, devotos católicos, referentes sociales, funcionarios y vecinos que comenzaron a desfilar esta mañana para la despedida.
La misa exequial fue concelebrada por su sucesor en la diócesis, monseñor Marcelo Martorell, y Santiago Bitar, de Oberá, además del padre Jorge Chichizola, de la comunidad jesuita local.
También participaron referentes de las distintas congregaciones religiosas radicadas en Misiones, así como sacerdotes y laicos de la zona norte de la provincia.
Martorell destacó el compromiso de Piña con la justicia. «Creo que hay que comprometerse con las cosas del tiempo, de la vida y que hay que ayudar a los más pobres y a los más necesitados que es lo que él ha hecho aquí en Misiones y hay que seguir el camino que nos ha trazado» afirmó.
Recordó, además, que Piña continua trabajando con el proyecto de Caritas que tanto quería. «Nosotros hemos trabajado muy fuertemente llevando el proyecto de Caritas a todas las parroquias, haciendo las viviendas, entregando el jarro de leche , tal como él me lo pidió», indicó.
«Él me contó que muchos habían aprovechado algún pensamiento de él para verlo de otra manera, era un hombre profundamente religioso, no era un hombre mundano ni temporal como algunos lo tratan de pintar«.
En tanto, el intendente de Iguazú, Marcelo Sánchez quien decretó tres días de duelo, afirmó que «su trayectoria habla por sí sola, su misión pastoral es una cosa y otra la dinámica social que imprimió atreves de sus actos, a mí personalmente me deja la reflexión de que sus acciones estaban por arriba de sus convicciones con una muy fuerte autoridad moral».
Por su parte, Claudio Salvador vocero y colaborador del Piña desde hace una década, sostuvo que el jesuita tenía mucha paz y que había dicho muchas veces que su misión estaba cumplida asegurando que sus colaboradores deberían seguir el camino. «Ya cumplí mi misión, ahora quiero encontrarme con Jesús».
Piña fue recordado por dirigentes políticos locales y del ámbito nacional, como los diputados nacionales Ricardo Alfonsín y Victoria Donda, el ex gobernador de Santa Fe Hermes Binner, el dirigente camionero y diputado provincial de Misiones Adolfo Velázquez y el presidente del bloque de legisladores misioneros de la UCR Luis Pastori.
Piña ejerció la tarea pastoral por más de 20 años en Paraguay, hasta que en 1986 fue designado primer obispo de la flamante diócesis de Puerto Iguazú.
Pero su figura trascendió cuando en 2006 se puso al frente de una campaña que evitó la modificación de la Constitución de Misiones, en momentos en que el kirchnerismo quiso imponer la reelección indefinida del gobernador.