Francisco ya estuvo en el santuario de esta virgen negra y patrona de Brasil para la V Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe (Celam) en 2007
Francisco salió a las 7.45 de la residencia de Sumaré y se subió a un automóvil que lo transporta hasta una terminal aérea del Galeao donde abordará un avión para viajar hasta Aparecida, donde está el mayor santuario dedicado a la Virgen. El Papa va en el mismo Fiat con el que recorrió las calles de Río y, como entonces, va con la ventanilla bajada y sin blindaje.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, confirmó anoche que por cuestiones de meteorología el viaje se realizará en avión y no en un helicóptero, como estaba previsto.
El avión llegará hasta el aeropuerto de San José de Campos, a unos 70 kilómetros de Aparecida y allí si se trasladará en helicóptero hasta el santuario mariano, donde se espera llegar a las 10.
Francisco ya estuvo en el santuario de esta virgen negra y patrona de Brasil para la V Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe (Celam) en 2007.
En ese entonces aún arzobispo de Buenos Aires, el cardenal argentino Jorge Bergoglio presidió la comisión que redactó el documento final, de fuerte contenido social y político que enfatiza «la opción por los pobres» en esta región donde viven más del 40% de los católicos del mundo.
Francisco apostará por reencantar a los jóvenes con el mensaje de una Iglesia capaz de renovarse en una época de crisis, sacudida por escándalos financieros y de pedofilia, un rumbo que ha tomado desde que fue elegido papa en marzo en reemplazo del renunciante Benedicto XVI.
El papa viene «a Aparecida por su devoción mariana y para celebrar la primera misa con el pueblo brasileño, pero creo que al visitar a Nuestra Señora saluda a toda la región», comentó a la AFP el sacerdote Roni Dos Reis, uno de los portavoces de este encuentro en el santuario.
«Y creo que para nosotros, latinoamericanos, aquí en Aparecida él también expondrá ese discurso social de compromiso con las periferias, de dar dignidad y no paternalismo a las personas», añadió.
La Iglesia católica enfrenta una sangría de fieles en Latinoamérica, mientras asiste al fuerte crecimiento de las iglesias evangélicas y de las personas sin religión.
Francisco encabezará una liturgia para 15.000 personas dentro de la Basílica y para unas 200.000 en los exteriores del santuario. Recorrerá además varios kilómetros en papamóvil descubierto por la ciudad, engalanada para recibirlo.
De 76 años, Francisco ya dio muestras de su estilo al viajar a Brasil: desechó un papamóvil blindado para recorrer Rio de Janeiro y saludó a la presidenta Dilma Rousseff con besos en la mejilla.
«Con esa humildad y sencillez queremos que el papa confirme nuestra fe. Que nos dé esperanzas de que nuestra Iglesia sí tiene futuro«, comentó a la AFP el peregrino venezolano Luis Rodríguez, de 22 años, mientras recorría los amplios pasillos del Santuario el día antes de la llegada del papa.
Aparecida ya fue visitada por el papa Juan Pablo II (1980) y Benedicto XVI (2007).
(RD/Agencias)