Quería también pedir, con un pleno respeto a la autonomía gubernamental del municipio, que sea dada una atención especial a los moradores de ese barrio, que tanto soñaron con la realización de los actos centrales de la JMJ en su vecindad
Francisco envió un mensaje al alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, y pidió una «atención especial» para el barrio de Guaratiba, donde debía oficiar una misa que cambió de lugar por mal tiempo, informaron hoy fuentes oficiales.
La misa programada para celebrarse en esa humilde barriada de Río de Janeiro formaba parte del programa del papa durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), realizada en esa ciudad brasileña en julio pasado.
Sin embargo, un temporal de lluvia que cayó días antes sobre Guaratiba convirtió en un inmenso barrizal el terreno que se había preparado para la misa papal y la ceremonia fue trasladada a la playa de Copacabana.
La suspensión del oficio religioso en Guaratiba frustró a los habitantes de esa barriada, que habían preparado una gran recepción para el pontífice, y causó serios perjuicios económicos a muchos que se disponían a hacer su «agosto» con la venta de comidas, bebidas y artículos religiosos.
La carta del papa fue hecha pública hoy por la Alcaldía de Río de Janeiro y, en ella, Francisco agradece a las autoridades el esfuerzo que permitió celebrar la misa en Copacabana, «debido a que el mal tiempo no permitió hacerlo en Guaratiba».
Pero también agrega una petición de ayuda para los habitantes de Guaratiba, sensibilizado con la frustración que les causó el cambio de escenario.
«Quería también pedir, con un pleno respeto a la autonomía gubernamental del municipio, que sea dada una atención especial a los moradores de ese barrio, que tanto soñaron con la realización de los actos centrales de la JMJ en su vecindad», dice la carta.
(RD/Agencias)
