Estoy plenamente convencido de que la violencia nunca podrá traer paz y bienestar a un país, ya que ella genera siempre y solo violencia, al contrario por medio del diálogo
Francisco ha llamado a la reconciliación y anima a llevar a cabo un «diálogo sincero» entre el Gobierno de Nicolás Maduro y los portavoces de la oposición, a través de una carta que ha sido leída por el nuncio apostólico en Caracas, Aldo Giordano, al inicio de la reunión que se está llevando a cabo este jueves en el Palacio de Miraflores.
«A cada uno de ustedes deseo asegurarles, ante todo, mis oraciones para que el encuentro y el proceso que están iniciando produzca los frutos de reconciliación nacional y la paz«, ha señalado el Pontífice, que ha insistido en que «la violencia nunca podrá traer paz y bienestar a un país», en referencia a los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden, que han dejado un saldo de 39 muertos.
«Renuevo mi afecto por todos los venezolanos, en particular por las víctimas de la violencia y su familia«, ha señalado Bergoglio, que ha exhortado al Gobierno de Venezuela y a los sectores políticos del país a reconocerse por la vía del diálogo, en un mensaje que ha sido transmitido en directo a millones de venezolanos a través de la televisión pública.
En la misiva, el Papa ha llamado al «respeto» y a la «reconciliación» y ha afirmado que todos los responsables de avanzar en estos diálogos de paz «llevan en el corazón el futuro de sus hijos y el deseo de paz que caracteriza a los venezolanos». Además, ha asegurado que «todos tienen en común la fe en Dios».
Francisco ha reconocido su «preocupación» por lo que está ocurriendo en el país y ha dicho ser consciente de la «inquietud» que existe entre los ciudadanos, pero ha defendido que por medio del diálogo se podrá superar la «situación de conflicto y polarización que hiere a Venezuela». Por ello, ha instado a «respetar las diferencias» para alcanzar el bien común.
«Les invito a que no se detengan en la coyuntura de lo conflictivo, sino que se abran unos a otros para ser auténticos constructores de paz«, añade la carta. En este contexto, ha apelado al «heroísmo del perdón», que ayuda a «liberarse del odio y abrir un nuevo camino hacia la paz y la justicia«.
El Gobierno de Venezuela había invitado previamente al secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, a que se sumase a la Conferencia Nacional de Paz «como testigo de buena fe» para resolver la crisis política que asuela al país desde hace casi dos meses. Un papel que ha sido trasladado al nuncio apostólico.
Aunque la misión de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Mesa de Unidad Democrática (MUD) –coalición opositora– ya habían acordado, en la reunión que han mantenido este miércoles en Caracas, que el Vaticano ejerciera de mediador, faltaba el visto bueno del Gobierno de Nicolás Maduro.
Así, a lo largo del pasado martes, el ministro de Exteriores de Venezuela, Elías Jaua, envió una carta a Parolin para formalizar la invitación a la Santa Sede a que sirva de árbitro en la mesa de negociaciones que por primera vez sienta a Gobierno y oposición.
Parolin fue nombrado secretario de Estado de la Santa Sede, el cargo más importante del Vaticano después del Papa, el pasado mes de agosto, después de trabajar, desde mediados de 2009, como nuncio apostólico en Venezuela.
Por su parte, el Nuncio Apostólico de Venezuela, Aldo Giordano, leyó este jueves una misiva enviada por el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, al inicio de la mesa de diálogo entre representantes del Gobierno y la oposición venezolana.
El Cardenal Parolin, quien se desempeñó también como máximo representante de la Santa Sede en el país, expresó su agradecimiento a los asistentes al encuentro y por la invitación que ele fue extendida a participar en el diálogo. «Lamentablemente no me es posible estar presente físicamente en la reunión de hoy pero reafirmo mi disponibilidad de tomar parte personalmente en cualquier otro momento de este camino que se ha empezado», señaló.
Manifestó que tuvo «el gozo» de vivir en Venezuela por al menos cuatro años «y debo confesarles que mi corazón todavía está con ustedes. El proceso de paz es una gran responsabilidad delante de todo el pueblo de Venezuela y es una ocasión valiosa que no se debe de perder».
«Yo espero ser un buen testigo de buena fe, Dios nos bendiga«, adicionó al tiempo que agradeció a los venezolanos por su acogida.
Ésta es la carta de Francisco:
ll’Eccellentissimo Presidente Nicolás Maduro Moros,
agli Onorevoli membri del Governo
della Repubblica Bolivariana del Venezuela,agli Onorevoli Rappresentanti della Mesa de Unidad Democrática e agli Onorevoli Cancellieri dell’UNASUR
Deseo ante todo darles las gracias por la invitación que han dirigido a la Santa Sede, para participar en el proceso de diálogo de paz por su querido país.
A cada uno de ustedes, deseo asegurarles ante todo mis oraciones para que el encuentro, del proceso que están iniciando produzca los frutos deseados de reconciliación nacional y de paz, dones que invocamos de Dios para todo el pueblo venezolano, soy consciente de la inquietud y del dolor vivido por tantas personas y mientras manifiesto preocupación, por cuanto está ocurriendo de nuevo mi afecto por todos los venezolanos, en particular de las víctimas por la violencia y por sus familias.
Estoy plenamente convencido de que la violencia nunca podrá traer paz y bienestar a un país, ya que ella genera siempre y solo violencia, al contrario por medio del diálogo, ustedes pueden descubrir la paz en común y compartir la que conduce a superar el momento actual de conflicto y polarización que hiere tan profundamente a Venezuela.
Para encontrar formas de colaboración en el respeto y reconocimiento de las diferencias que existen entre las partes se favorecerá el bien común, todos ustedes en efecto comparten el amor por su País y por su pueblo; como también las graves preocupaciones ligadas a la crisis económica, a la violencia y a la criminalidad. Todos ustedes llevan en el corazón de sus hijos el deseo de paz que caracteriza a los venezolanos, todos tienen en común la fe en Dios y la voluntad de defender la dignidad de la persona humana precisamente esto les aúna y les apremia a emprender el diálogo que hoy inicia.
En cuya paz de detectar una auténtica cultura del encuentro que sean conscientes de que la unidad siempre prevalece sobre el conflicto, les invito a que no se detengan en la coyuntura de lo conflictivo, sino que se habrán unos a otros para hacerse y ser auténticos constructores de paz.
En el centro de cada diálogo sincero está ante todo el reconocimiento y el respeto por el otro sobretodo, está el heroísmo del perdón y de la misericordia que no se rescatan del resentimiento, del odio y abren un camino realmente nuevo; se trata de un camino largo y difícil que desquiere paciencia y valentía pero es el único que puede conducir a la paz y a la justicia.
Por el bien de todo el pueblo y por el futuro de sus hijos les pido que tengan este coraje con estos sentimientos.
Acompaño a toda la querida nación venezolana y cada uno le imparto de corazón la bendición apostólica invocando la ayuda del señor.
Francisco
Vaticano 10 abril de 2014