En comunicación permanente con el papa Francisco, los obispos analizarán los desafíos pastorales
(Valores Religiosos).- En medio de la fuerte preocupación de la Iglesia por el avance del narcotrádico y el leve crecimiento de la pobreza, según las últimas mediciones de la Universidad Católica Argentina (UCA), mañana comenzará a deliberar en Pilar la asamblea plenaria del Episcopado argentino. Será el primer encuentro del año de todos los obispos y posiblemente estos temas, así como la realidad política y social, surjan en el intercambio pastoral durante la primera jornada.
«No podemos acostumbrarnos a convivir con el delito de la droga y la violencia, y menos ser indiferentes», dijo ayer el arzobispo de Santa Fe y presidente del Episcopado, monseñor José María Arancedo, que hoy encabezará una procesión en esa ciudad para profundizar el espíritu misionero de la Iglesia.
En su última asamblea plenaria, en noviembre de 2013, la Iglesia denunció el «drama de la droga y el narcotráfico» y reclamó medidas urgentes, a lo que el Gobierno respondió con la designación del sacerdote Juan Carlos Molina al frente de la Sedronar. «Cuando este mal se instala en los barrios destruye las familias, siembra miedo y desconfianza entre los vecinos, aleja a los chicos y a los jóvenes de la escuela y el trabajo», señalaban los obispos en ese pronunciamiento. Y advertían que «la Argentina está corriendo el riesgo de pasar a una situación de difícil retorno».
La nueva asamblea plenaria de los obispos, en la que la preocupación planteada por el avance de la droga estará presente, concluirá el sábado próximo, dos semanas antes del tedeum del 25 de Mayo, que marcará el regreso de la presidenta Cristina Kirchner a la Catedral.
En comunicación permanente con el papa Francisco, los obispos analizarán los desafíos pastorales en un año que tendrá, también, carácter electoral para la Iglesia argentina, ya que en la siguiente asamblea, en noviembre, el Episcopado renovará sus autoridades.
Mientras se estima que el arzobispo Arancedo, actual presidente del organismo, podría ser reelegido en noviembre para un nuevo período de tres años, se presume que el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, será incorporado a la comisión ejecutiva del Episcopado.
Poli encabezó ayer en la Catedral la consagración episcopal de monseñor Alejandro Daniel Giorgi, ex rector del seminario metropolitano, y del jesuita Ernesto Giobando. Ambos fueron designados por Francisco obispos auxiliares de Buenos Aires