En la archidiócesis primada de San Salvador se reparten trípticos con el lema “Mundial, Dignidad y Paz”
(Luis M. Modino, Brasil).- Los días van pasando y todo mundo se va envolviendo en el ambiente del mundial. Brasil respira el ambiente mundialístico por todos los rincones de este inmenso país. Sólo había que ver ayer a la hora del partido cómo todas las tiendas estaban cerradas y las calles iban quedándose vacías y la gente, la mayoría ataviados con camisetas amarillas, se reunía en frente de la televisión.
Al final el futbol es un elemento cada vez más global. Hasta el Papa Francisco, que nunca ha ocultado su pasión futbolera, bromeaba en un encuentro con el Consejo de administración de la Fundación Populorum Progressio, que trabajan de cerca con comunidades indígenas de América Latina, que ocurrió el día 13 de junio, con el arzobispo de Salvador, Don Murilo Krieger, sobre el gol en propia puerta de Marcelo en el primer partido. No podemos olvidar la eterna rivalidad entre argentinos y brasileños cuando el balón está rodando.
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