Se dejan de lado problemas estructurales y realmente delicados como la pobreza persistente, el crecimiento de la inseguridad ciudadana
La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana observa con atención y preocupación el proceso electoral en marcha. Constatamos algunas amenazas que pueden debilitar la institucionalidad democrática y su servicio al bien común de la sociedad boliviana.
Campaña anticipada e inadecuada
Desde el comienzo, en la propaganda electoral, usando particularmente los medios de comunicación y redes sociales, hemos asistido a un enfrentamiento verbal de denuncias, insultos y descalificaciones mutuas entre algunos candidatos, realidad que no contribuye en nada a la demanda de información y propuestas electorales serias en respuesta a las necesidades concretas de la población.
Se dejan de lado problemas estructurales y realmente delicados como la pobreza persistente, el crecimiento de la inseguridad ciudadana, una deficiente administración de justicia, el crecimiento del narcotráfico, el estancamiento de los servicios de educación y salud frente a las eternas promesas de su transformación.
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