Una archidiócesis estadounidense, cuyo obispo y titular y auxiliar fueron relevados por el papa de sus funciones -señalados de encubrir a un cura acusado de pederastia- anunció esta semana que ha separado de sus funciones a dos sacerdotes sospechosos de agresiones sexuales a menores.
Los dos anuncios tienen lugar en la antesala de la visita a Estados Unidos que iniciará el próximo 22 de septiembre el papa Francisco, quien ha adoptado medidas severas contra la pedofilia, cuyas crecientes denuncias han afectado gravemente la imagen de la Iglesia Católica en los últimos años.
«El padre Joseph Gallatin fue relevado de su ministerio y su caso que implica denuncias de agresiones sexuales a un menor, fue enviado a Roma», señaló en un comunicado la archidiócesis de Saint Paul y Mineápolis (norte) en un comunicado emitido el miércoles.
La archidiócesis explica que las denuncias contra este sacerdote comenzaron en 1998 y tras una «informaciones adicionales» recibidas el año pasado, se decidió separarlo de sus funciones, lo que implica que no podrá celebrar misa, portar cleriman (la camisa con cuello romano distintiva de los sacerdotes) o presentarse como sacerdote.
La misma archidiócesis había anunciado el sábado que denunció a la policía y suspendió temporalmente a otro sacerdote, Robert Fitzpatrick, por denuncias de abuso a un menor en los años ochenta.
El papa Francisco aceptó en junio la dimisión de los dos obispos que encabezaban ésta diócesis de Minnesota, el arzobispo John Clayton Nienstedt y su adjunto Lee Anthony Piché, como reclamaban grupos de víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes.
La justicia estadounidense acusó al arzobispo de haber desoído las denuncias repetidas contra un sacerdote, Curtis Wehmeyer, actualmente en prisión, tras haber sido condenado por abusar de dos menores.
En abril, otro obispo estadounidense, Robert Finn, de Kansas City (centro), tuvo que renunciar después de que la justicia lo declarase culpable por no denunciar a otro sacerdote pederasta.
La Santa Sede anunció en junio la creación de una nueva instancia eclesiástica para sancionar a los obispos culpables de negligencia con los curas bajo su autoridad.
En julio, la Santa Sede abrió por primera vez un juicio contra un prelado acusado de abusos sexuales a menores, el polaco Józef Wesolowski, quien fue nuncio en República Dominicana y falleció el 28 de agosto. (RD/Agencias)
