Podríamos decir, con el reverendo Martin Luhter King, que hemos incumplido un pagaré y ahora es el momento de saldarlo
(José M. Vidal).- El Papa visita a Obama en la Casa Blanca en su primer acto en EE UU. El emperador de occidente y el Papa de los pobres. Con escenografía cuidada y muy americana. Y con sendos discursos, en los que se nota la sintonía entre ambos personajes. Obama le da la bienvenida de corazón. Y el Papa, se lo agradece y termina su discurso con el célebre «God bless America».
El marco de la Casa Blanca impresiona. Por lo conocido y por su simbolismo de poder terrenal. Coreografía absolutamente americana. Entre informal y seria. El atril colocado en el césped del jardín que mira al palacio oval. Banderas estadounidenses y vaticanas por doquier. Con una representación de todos los cuerpos de las fuerzas armadas americanas.
Suenan los acordes de una banda militar, que ameniza la espera del Presidente Obama y de su huésped. Dos marines hacen guardia, uno a cada lado de la puerta por la que van a salir.
El público rodea el estrado con el atril. En sendas filas de sillas, las personalidades estadounidenses y vaticanas invitadas. Los militares se ponen firmes y elevan las banderas y suena música de trompetas. Y un speaker anuncia la salida del presidente deUSA y de su esposa, que se quedan parados al final de la alfombra roja, esperando al Papa.
Con redobles de tambores y trompetas, llega el Papa Francisco. Llega en su pequeño Fiat negro, se baja y saluda a sus anfitirones, mientras la gente le aplaude.
El Papa y Obama se suben al estrado, mientras la banda interpreta los himnos de la Santa Sede y de EEUU. Obama, firme y hierático. El Papa escucha, con la cabeza baja y pensativo.Cuando comienza el himno americano, Obama se lleva la mano al pecho y el Papa sigue en la misma postura.
Tras los himnos, un pequeño desfile de un cuerpo de tropa con flautas, mientras Obama le explica al Papa quiénes son. Al final, la gente aplaude.
Obama invita al Papa a sentarse y él se dirge al atril, para leer su discurso de bienvenida.
Algunas frases del discurso de Obama
«Santo Padre, bienvenido»
«Bienvenida por parte de miles de católicos de Estados Unidos»
«Le agradecemos su mensaje de esperanza y amor al mundo»
«Es un honor darle la bienvenida a los Estados Unidos»
«Es su primera visita a los Estados Unidos»
«Y también es el primer Papa que compartió una encíclica por Twitter»
«Queremos devolver la hospitalidad recibida en el Vaticano el año pasado»
«En mis tiempos en los que trabajé en Chicago en una parroquia, con sacerdotes y religiosas, dando de comer y educando a los niños…»
«Lo que es verdad en América es verdad en todo el mundo»
«En Buenos Aires y en Kenia, en todas partes, la Iglesia construye iglesias, casas y hospitales»
«la Iglesia da esperanza a quienes sufren la pobreza»
«Sus gestos únicos como persona»
«El ejemplo viviente de las enseñanzas de Jesús»
«Su autoridad viene de las palabras, sino también de los hechos»
«Nos ayuda a ayudar a los pobres y a los marginados»
«Nos recuerda que estamos creados a imagen de Dios»
«Nos recuerda que el mensaje más importante del Señor es la misericordia: dar la bienvenida a todos con el corazón abierto»
«Desde los refugiados a los emigrantes, que buscan una vida mejor»
«Quiere decir también amor a los marginados y a los que sufren»
«Nos recuerda también a los menos poderosos, a los indefensos»
«Nos invita a buscar la paz»
«Le agradecemos su apoyo con los cubanos. Le agradecemos sus palabras»
«Nos recuerda que se puede practicar la fe de una forma libre»
«En Estados Unidos promovemos la libertad religiosa, base de muchos valores que nos unen»
«Apoyamos esta libertad religiosa de todos los hijos de Dios, que son asesinadoa a causa de la fe»
«Estamos con usted en la defensa de nuestra libertad religiosa y de la promoción del diálogo»
«Cada uno tiene que ser libre de profesar la fe sin miedo»
«Nos recuerda también que tenemos que proteger la creación, don maravilloso de Dios»
«En sus palabras, encontramos un ejemplo profundo y esto nos recuerda nuestra obligaciones ante Dios y entre nosotros»
«Todos podemos vivir cada día y sabemos que estamos de la parte justa»
«Usted nos exhorta a alegrarnos por las buena snoticias y a unirnos en el servicio a la unidad, para alcanzar un mudno donde haya más amor, más justicia y más equidad»
«Es importante vivir con esta esperanza»
«Le damos la bienvenida a América»
Algunas frases del Papa
«Le agradezco mucho la bienvenida que me ha dispensado»
«Como hijo de una familia de emigrantes, me alegra estar en este país construido por emigrantes»
«En estos días de encuentro y diálogo, me gustaría comparitr esperanzas y sueños del pueblo norteamericano»
«En el Congreso, espero que, como hermano de este país, pueda transmitir palabras de aliento»
«Iré a Filadelfia, para celebrar y apoyar a la institución del matrimonio y de la familia, en este momento crítico de la histoaria de nuestra civilización»
«Señor presidente, los católicos de USA está comprometido con la construcción de una sociedad tolerante e inclusiva»
«Que se rechace toda forma de discriminación injusta»
«Derecho a la libertad religiosa, que sigue siendo una de las riquezas más preciadas de este país»
«Como recordaron mis hermanos obispos, todos estamos llamados a estar vigilantes, como buenos ciudadanos, para preservar y defender esa libertad de todo lo que pudiera ponerla en peligro y comprometerla»
«Me complace que haya propuesto una iniciativa para reducir la contaminación atmosférica»
«Me parece evidente que el cambio climático es un problema, que no se puede dejar a la próxima generación»
«Estamos viviendo un momento crítico de la historia respecto al cuidado de la casa común»
«Todavía tenemos tiempo para hacer los cambios necesarios, para lograr un desarrollo sostenible»
«Tenemos conciencia no solo del tipo de mundo que podíamos estar dejando a nuestros hijos, sino de los millones de personas que viven en un sistema que los ha abandonado»
«Podríamos decir, con el reverendo Martin Luhter King, que hemos incumplido un pagaré y ahora es el momento de saldarlo»
«La fe nos dice que el Creador no nos abandona. No se arrepiente de habernos creado»
«La humanidad puede colaborar para construir la casa común»
«Como cristianos, queremos comprometernos con el cuidado consciente y responsable de nuestra casa común»
«Los esfuerzos realizados recientemente para abrir nuevas puertas a la cooperación son pasos positivos en la camino de la reconciliación, de la justicia y de la libertad»
«Que esta gran nación apoye las inicativas para suscitar modelos inclusivos y proteger a los más vulnerables del mundo»
«Para que nuestros hemanos gocen de la bendición de la paz y de la prosperidad que Dios quiere para todos sus hijos»
«God bless América»
Obama aplaude y saluda de nuevo al Papa, invitándolo a sentarse, mientras un coro gospel canta una bella antífona.
El Papa y Obama aplauden, se levantan y acompañados por los esposso Obama, el Papa entra en la Casa Blanca, para subir al primer piso y asomarse al balcón.
Discurso completo del Santo Padre:
Señor Presidente:
Le agradezco mucho la bienvenida que me ha dispensado en nombre de todos los ciudadanos estadounidenses. Como hijo de una familia de inmigrantes, me alegra estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias. En estos días de encuentro y de diálogo, me gustaría escuchar y compartir muchas de las esperanzas y sueños del pueblo norteamericano.
Durante mi visita, voy a tener el honor de dirigirme al Congreso, donde espero, como un hermano de este País, transmitir palabras de aliento a los encargados de dirigir el futuro político de la Nación en fidelidad a sus principios fundacionales. También iré a Filadelfia con ocasión del Octavo Encuentro Mundial de las Familias, para celebrar y apoyar a la institución del matrimonio y de la familia en este momento crítico de la historia de nuestra civilización.
Señor Presidente, los católicos estadounidenses, junto con sus conciudadanos, están comprometidos con la construcción de una sociedad verdaderamente tolerante e incluyente, en la que se salvaguarden los derechos de las personas y las comunidades, y se rechaze toda forma de discriminación injusta. Como a muchas otras personas de buena voluntad, les preocupa también que los esfuerzos por construir una sociedad justa y sabiamente ordenada respeten sus más profundas inquietudes y su derecho a la libertad religiosa. Libertad, que sigue siendo una de las riquezas más preciadas de este País. Y, como han recordado mis hermanos Obispos de Estados Unidos, todos estamos llamados a estar vigilantes, como buenos ciudadanos, para preservar y defender esa libertad de todo lo que pudiera ponerla en peligro o comprometerla.
Señor Presidente, me complace que usted haya propuesto una iniciativa para reducir la contaminación atmosférica. Reconociendo la urgencia, también a mí me parece evidente que el cambio climático es un problema que no se puede dejar a la próxima generación. Con respecto al cuidado de nuestra «casa común», estamos viviendo en un momento crítico de la historia. Todavía tenemos tiempo para hacer los cambios necesarios para lograr «un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar» (Laudato si’, 13). Estos cambios exigen que tomemos conciencia seria y responsablemente, no sólo del tipo de mundo que podríamos estar dejando a nuestros hijos, sino también de los millones de personas que viven bajo un sistema que les ha ignorado. Nuestra casa común ha formado parte de este grupo de excluidos, que clama al cielo y afecta fuertemente a nuestros hogares, nuestras ciudades y nuestras sociedades. Usando una frase significativa del reverendo Martin Luther King, podríamos decir que hemos incumplido un pagaré y ahora es el momento de saldarlo.
La fe nos dice que «el Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común» (Laudato si’, 13). Como cristianos movidos por esta certeza, queremos comprometernos con el cuidado consciente y responsable de nuestra casa común.
Los esfuerzos realizados recientemente para reparar relaciones rotas y abrir nuevas puertas a la cooperación dentro de nuestra familia humana constituyen pasos positivos en el camino de la reconciliación, la justicia y la libertad. Me gustaría que todos los hombres y mujeres de buena voluntad de esta gran Nación apoyaran las iniciativas de la comunidad internacional para proteger a los más vulnerables de nuestro mundo y para suscitar modelos integrales e inclusivos de desarrollo, para que nuestros hermanos y hermanas en todas partes gocen de la bendición de la paz y la prosperidad que Dios quiere para todos sus hijos.
Señor Presidente, una vez más, le agradezco su acogida, y tengo puestas grandes esperanzas en estos días en su País. ¡Que Dios bendiga a América!