Cipriani fue denunciado en su calidad de "Moderador del Tribunal Eclesiástico y Vicario Judicial del Arzobispado de Lima
El arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, fue denunciado ante la 30 Fiscalía Provincial Penal de Lima por supuestamente haber omitido la denuncia contra quienes resultasen responsables del abuso sexual contra cuatro menores de edad que pertenecían a la comunidad Sodalicio de Vida Cristiana, pese a que los hechos se conocían desde hace cuatro años.
La denuncia fue planteada por el presidente del Instituto de Defensa de los Derechos del Menor (IDDEREM), Daniel Vega Farías, por los delitos de encubrimiento real y personal, obstrucción de la justicia, complicidad y omisión de denuncia.
En la denuncia se señala que los menores habrían sido abusados por Luis Fernando Figari, fundador del mencionado movimiento.
Cipriani fue denunciado en su calidad de «Moderador del Tribunal Eclesiástico y Vicario Judicial del Arzobispado de Lima, institución jurídico canónica para la justicia eclesiástica en el Perú».
Esto, debido a que pese a que las denuncias de violación fueron presentadas ante el Tribunal hace cuatro años, pero estas nunca llegaron a la autoridad competente, pues Cipriani nunca hizo nada.
Junto al arzobispo de Lima fueron denunciados el procurador del Sodalicio de Vida Cristiana, Enrique Elías Dupuy; y Víctor Huapaya Quispe, Vicario Judicial y presidente del Tribunal Eclesiástico del Arzobispado, «quienes se habrían coludido para buscar la impunidad y seguir promoviendo delitos similares contra cientos de indefensos estudiantes, niños y adolescentes».
En declaraciones a la agencia Andina, Vega Farías dijo que decidió denunciar al cardenal por su pasividad ante estos hechos y su actuación inadecuada en otros casos que implican la protección de los derechos de los niños.
Según relató, Cipriani apañó al padre Ricardo Rodríguez Álvarez cuando, estando al frente del colegio San Francisco Javier de Breña, puso en riesgo la vida de su hijo, alumno de la institución, quien participaba en un campeonato escolar en setiembre del 2012 y sufrió un accidente que le dejó fracturado el maxilar superior, por lo que debió ser operado varias veces más para su recuperación.
El denunciante indicó que Rodríguez Álvarez dejó a su hijo a un lado, como si fuera un mueble del colegio, sin ninguna atención médica pese a la gravedad de su estado.
Sin embargo, Cipriani en vez de sancionar al sacerdote por poner en riesgo la vida de un menor, le proporcionó un abogado y propició la salida de su hijo del colegio.
Igualmente, recordó que el cardenal hizo una defensa velada de Gabino Miranda Melgarejo, destituido por el Vaticano como obispo auxiliar de Ayacucho por pedófilo, al señalar que «no se debía hacer leña del árbol caído».
Vega Farías, quien es periodista, dijo que recién se conoció el caso del Sodalicio cuando se anunció la publicación del libro «Mitad monjes, mitad soldados», de la autoría de Pedro Salinas y Paola Ugaz.