La justicia chilena consideró en 2010 que la causa había prescrito, pero el Vaticano lo declaró culpable de abuso sexual, condenándolo a "retirarse a una vida de oración y penitencia"
La Corte Suprema de Chile autorizó el envío al Estado Vaticano de un exhorto en el que se piden antecedentes sobre el juicio canónico que condenó por abuso sexual de menores al sacerdote chileno Fernando Karadima, informó este viernes una fuente judicial.
La resolución fue adoptada por la primera sala de la Corte Suprema de Chile, en un fallo en la que acordó dar «curso al presente exhorto» y remitir los antecedentes al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile para su envío al Estado de la Ciudad del Vaticano.
En el exhorto, al que tuvo acceso la AFP, se solicita que la Congregación de la Doctrina de la Fe del Vaticano remita una copia íntegra del proceso canónico que siguió en contra del sacerdote chileno Fernando Karadima y las declaraciones de los exfeligreses denunciantes.
La petición fue formulada por el Arzobispado de Santiago, en el marco del juicio civil que enfrenta por indemnización de perjuicios en este caso, que en la parte penal la justicia chilena cerró en 2010 sin sanción al estimar que los delitos estaban prescritos.
En este marco, el jueves declaró ante la justicia el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien negó cualquier tipo de encubrimiento de los delitos por parte de la Iglesia chilena.
«De parte de la Iglesia no ha habido encubrimiento», dijo el religioso al salir de la sede judicial a periodistas.
El arzobispado de Santiago fue demandado por víctimas de abuso sexual cometidos por el sacerdote Fernando Karadima, quienes exigen una indemnización de unos 450 millones de pesos (652.000 dólares), además de una declaración pública de perdón.
Formador de obispos, Karadima fue denunciado por abuso sexual por cinco exfeligreses, hoy adultos, que lo acusaron de haber abusado sexualmente de ellos cuando eran adolescentes y concurrían a la parroquia que el religioso dirigía en un exclusivo barrio de Santiago.
La justicia chilena consideró en 2010 que la causa había prescrito, pero el Vaticano lo declaró culpable de abuso sexual, condenándolo a «retirarse a una vida de oración y penitencia».
(RD/Agencias)