El decreto de su primer milagro fue aprobado en diciembre y en marzo Francisco fue elegido papa
Para Silvia Correale, la postuladora de la causa de canonización del que será el primer santo argentino, José Gabriel Brochero, el también llamado «cura gaucho» intercedió para que su compatriota Jorge Bergoglio fuese elegido papa.
Correale, en declaraciones hoy a Efe, celebró que el mismo papa firmase este jueves el decreto con el que se reconoce un segundo milagro por la intercesión del ya beato cura Brochero y por el que será proclamado santo próximamente.
La argentina, que como postuladora conoce perfectamente todos los detalles de la vida del «cura gaucho y exponente de la cultura criolla», explicó el fuerte vínculo entre Francisco y Brochero.
«Bergoglio nos apoyó mucho cuando era arzobispo de Buenos Aires durante la fase inicial del proceso para la beatificación», explica a Efe Correale.
Pero además, añade, «el decreto del primer milagro para su beatificación fue aprobado en diciembre de 2012 y en marzo de 2013 Francisco fue elegido papa».
El milagro aprobado por Benedicto XVI fue el de la curación del niño Nicolás Flores, quien se recuperó de un accidente de tráfico sufrido cuando tenía once meses y que quedó en estado vegetativo tras un accidente de coche.
«Siempre hemos pensado que la elección del primer papa argentino fue fruto de la intercesión de Brochero«, agregó.
Brochero fue beatificado en Argentina en septiembre de 2013 y poco después de esta ceremonia se produjo otro hecho considerado milagroso, añadió Correale.
Se trataba del caso de una curación considerada inexplicable por los médicos de Camila Brusotti, una niña que a los ocho años sufrió una brutal paliza a manos de su madre y su padrastro, lo que la dejó inconsciente y la hizo permanecer más de dos meses en terapia intensiva, pero que milagrosamente se recuperó.
«En junio de 2014 pedimos la introducción de este episodio para que fuese estudiado como milagro y ayer ya nos dieron esta última alegría de la firma del decreto», explicó la postuladora.
Para ella, el ejemplo del cura Brochero, quien a lomos de su mula malacara recorría cada día kilómetros para visitar a los fieles de Villa del Tránsito, pequeña localidad en medio de las Sierras Grandes, es vital para la iglesia argentina.
Este santo forma parte «de la historia contemporánea de la iglesia argentina del siglo XX y para los sacerdotes, seminaristas y obispos argentinos es una referencia, un símbolo de santidad que les acompaña en su vida sacerdotal y episcopal».
Aunque ya existe un santo nacido en Argentina, San Héctor Valdivielso Sáez, también conocido como San Benito de Jesús, no se le puede considerar como tal ya que era hijo de inmigrantes españoles y prácticamente sólo pasó algunos años de su infancia en Buenos Aires.
«Es así el primer santo argentino, que nació, vivió y murió en Argentina y encarnó el evangelio en la cultura gaucha como párroco de la Villa del Transito, que ahora en su honor se llama Villa Cura Brochero», señaló.
El próximo paso ahora será el de elegir una fecha para la canonización del cura argentino, que según la postuladora podría ser en Roma a finales del año.
La fecha se comunicará en el próximo consistorio de cardenales previsto para finales de febrero o marzo, y Francisco podría inclinarse por una canonización en Roma a finales de año en el marco del año Santo dedicado a la Misericordia.
El sacerdote argentino nacido el 16 de marzo de 1840 y fallecido el 26 de enero de 1914, fue beatificado en septiembre de 2013, en una multitudinaria celebración presidida por el cardenal Angelo Amato, en el pueblo que lleva el nombre del sacerdote, con la participación de 200.000 fieles.
Para Francisco era el símbolo del cura «con olor a oveja» que siempre ha puesto como ejemplo y a quien elogiaba diciendo que era un cura que «conocía todos los rincones de su parroquia. No se quedó en la sacristía a peinar ovejas».
(RD/Agencias)