El Presidente Aylwin luchó incansablemente por una "patria justa y buena" para todos. Hoy, nos anima la certeza de que el Señor recompensará con creces lo que con gran generosidad sembró en esta vida
Con el salón principal de la Iglesia San Pedro de Las Condes a plena capacidad y ante la atenta presencia de sus hijos, familiares, amigos, ex colaboradores y figuras políticas, el ex Presidente Patricio Aylwin recibió un emotivo homenaje en su memoria, luego de su deceso ocurrido a las 10:30 de este martes en su hogar en Providencia.
La ceremonia, que se inició pasadas las 19 horas, fue conducida por el sacerdote jesuita Fernando Montes, quien junto con acoger el dolor de la familia Aylwin, que estuvo representada por tres de sus hijos ante la ausencia de la esposa del ex Mandatario, Leonor Oyarzún, alabó la estatura moral del otrora gobernante, justo en momentos en que la actividad política está desprestigiada por los recientes casos de financiamiento irregular de campañas.
De hecho, el padre Montes comenzó la misa señalando que la figura de Aylwin «nos hizo tanto bien», añadiendo que «él es un patrimonio de Chile y cuando muere una persona así es un momento privilegiado para pensar Chile». Asimismo, detalló algunos pasajes de la vida del ex Presidente y subrayó una situación personal que vivió junto a él.
«Cuando entregaron el Informe Rettig pude ver el calibre de ese hombre, el dolor que sintió por el contenido de ese texto», dijo.
Asimismo, recordó «lo conmovedor que fue cuando dio vuelta las pifias del estadio, cuando dijo que Chile somos todos, civiles y militares, ahí se convirtió en el Presidente de todos los chilenos (…) le pido a Dios que le dé un premio y que interceda por nuestro país, que el señor lo llene de bendiciones».
En ese contexto, elevó sus plegarias y aseveró que «es el momento de rezar por Chile y sus políticos desprestigiados y porque son tan necesarios, que tengan la sabiduría y la responsabilidad de construir un Chile más justo y fraternal. Roguemos al señor».
Al finalizar el homenaje, se dirigió a los presentes la hija del ex Mandatario, Mariana Aylwin, quien destacó la calidad humana de su padre no como político o ex jefe de Estado, sino que como padre, esposo y abuelo.
«El se fue en paz», dijo, junto con agradecer las muestras de cariño y afecto recibidas por la familia durantea jornada.
Entre quienes asistieron a la ceremonia, destacó la presencia de los ex ministros Enrique Correa, Carlos Ominami, Carlos Massad, la actual titular del Trabajo, Ximena Rincón, y figuras políticas como Soledad Alvear, Andrés Velasco, Carolina Goic, Jorge Tarud y Juan Carlos Latorre, entre otros.
Por su parte, el cardenal Ezzati se refirió al legado del ex Presidente Patricio Aylwin quien falleció hoy a la edad de 97 años. «Hay que reconocer lo que es el camino, el que no es fácil, pero al cual uno ha dedicado enteramente su vida y sus convicciones profundas», comentó.
En este sentido, consultado sobre las relaciones de lglesia Católica con el Gobierno que lideró Aylwin entre 1990 y 1994, el Cardenal Arzobispo declaró que «siempre fueron buenas».
Diversas personalidades se han acercado hasta el hogar del fallecido ex Mandatario. El ex Presidente Eduardo Frei indicó que «se le va a recordar como el gran constructor de la transición. Por su parte, el ex Mandatario Sebastián Piñera dijo que «Chile le debe mucho a Patricio Aylwin».
En tanto, la Presidenta Michelle Bachelet señaló que «su gobierno jugó un rol clave en la transición democrática».
La Comisión Permanente del Episcopado chileno hizo público el siguiente comunicado:
Al conocer el fallecimiento de don Patricio Aylwin Azócar, los Obispos de la Conferencia Episcopal expresamos nuestra personal cercanía a su familia y agradecemos su legado en bien de la Patria.
Su compromiso fue clave en la gestación de los necesarios acuerdos para la transición pacífica a la democracia. En un contexto difícil y complejo don Patricio, contando con la colaboración de amplios sectores ciudadanos, pudo poner en el centro de su administración la dignidad de la persona humana. A él se debe el Informe Rettig que ayudó a establecer la verdad y la justicia para muchísimos chilenos.
Es cierto que todavía hay dolores que nuestra sociedad no ha podido superar. Pero también es necesario reconocer que la voluntad de diálogo que primó en la década del Noventa permitió avances de relevancia, en un clima de amistad cívica que hoy agradecemos.
Don Patricio supo entregar a su familia los valores en que siempre creyó, entre ellos su amor a Jesucristo y su identidad creyente. A doña Leonor, a sus hijos, nietos y familiares, a la Democracia Cristiana, expresamos nuestras condolencias, y encomendamos nuestra plegaria al Dios de la Vida y del consuelo.
El Presidente Aylwin luchó incansablemente por una «patria justa y buena» para todos. Hoy, nos anima la certeza de que el Señor recompensará con creces lo que con gran generosidad sembró en esta vida.
(RD/Agencias)