Este templo constituye el mejor exponente religioso y cultural de las Reducciones Jesuíticas
(Nicolás Castellanos Franco Osa).- Muchos se preguntan ¿Por qué un Templo Misional en el Plan 3000? Y tienen toda la razón. Pero también existe una explicación, relacionada con el Proyecto Hombres Nuevos, que celebra 25 años de presencia social y evangelizadora en el Plan 3000 y en Bolivia.
Para Hombres Nuevos, el primero y lo primero es Dios, el Dios de la vida, el Dios del amor, de la misericordia y compasión.
Entonces el Proyecto Hombres Nuevos empezó su andadura en el Plan 3000 y en Bolivia, hace 25 años, haciendo lo que Dios quiere:
Que los pobres tengan una vida digna, gocen de salud, bienestar y tengan una educación de calidad y calidez.
Y precisamente Hombres Nuevos, durante estos 25 años se ha dedicado a eso:
Reducir las fronteras de la pobreza, levantar esperanzas en los pobres, devolverles la dignidad y el protagonismo, porque entiende que un elemento esencial de toda evangelización es la promoción integral de TODO el hombre y TODAS las mujeres y hombres, según afirmó Pablo VI ya en 1975.
El Proyecto Hombres Nuevos en su itinerario de evangelización, desde la promoción integral de la persona humana y cristiana, culmina en esta primera etapa, con la erección de un templo chiquitano. Y tiene su razón de ser.
En Hombres Nuevos empezamos por Dios y desde Dios y concluye esta primera etapa también con Dios, levantando este templo misional, símbolo religioso y cultural que expresa y significa la presencia real, aunque misteriosa de Dios en el siglo XXI y en la Bolivia de hoy.
En medio de esta sociedad cada vez menos religiosa, ofuscada por el ídolo dinero, que la hace demasiada pragmática y materialista, Hombres Nuevos ha querido hacer signos, señales que nos recuerde que Dios está ahí. Este templo es signo de la presencia de Dios entre nosotros, que le dice a la gente: Dios está presente, esta es la «Domus Dei», la «Casa de Dios». Este templo, maravilla arquitectónica, con un retablo artesanal chiquitano, tallado en el Taller de San Pablo de San Miguel de Velasco, dirigido por la hermana Eva María Staller, adornado con pinturas del mismo arte jesuítico, constituye el mejor exponente religioso y cultural de las Reducciones Jesuíticas.
Da continuidad a la tradición, pensamiento, cultura, y a la experiencia cristiana integral: Proclamación de la fe, celebración de la fe y la fe hecha caridad, amor y solidaridad.
Los pobres tienen derecho a una vivienda, a un hospital, a una escuela y también a un templo digno y monumental. Para Hombres Nuevos los pobres están sentados en el centro de la mesa, a lado de Jesús, presidida por el Padre y reunidos por la fuerza del Espíritu Santo.
En definitiva, para Hombres Nuevos, el templo misional es la culminación de esta primera etapa de 25 años de un proceso integral de evangelización.
Coyunturalmente, en un futuro, puede ser la Iglesia central de la nueva alcaldía del Plan 3000.