Les exhortamos a no perder nunca la esperanza, sobre todo en los momentos más oscuros y adversos. Tener esperanza no es cruzarse de brazos
(Israel González Espinoza, corresponsal de RD en Nicaragua).- Los Obispos que integran la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), dieron a conocer en un comunicado la posición de la Iglesia Católica nicaragüense sobre el proceso electoral general que vive el país centroamericano.
El Arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes Solórzano y el Obispo de Granada, Monseñor Jorge Solórzano Pérez -en su calidad de presidente y secretario de la CEN, respectivamente-, fueron los encargados de leer el mensaje pastoral de los prelados nicaragüenses frente a una batería de periodistas nacionales y extranjeros en una rueda de prensa dónde no se permitió la acostumbrada ronda de preguntas y respuestas al finalizar la intervención episcopal.
En días anteriores tanto analistas políticos, periodistas, medios de comunicación, partidos de la oposición inhibida (tras una polémica decisión de la Corte Suprema de Justicia, dónde se les dejó sin casilla para correr en los comicios) y miembros de las oenegés que integran la sociedad civil se pronunciaron a la expectativa sobre qué mensaje enviarían los Obispos de cara al proceso electoral -señalado por los grupos opositores de viciado, con miras a favorecer al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda)-.
El mensaje, permeado en gran parte por la doctrina social de la Iglesia, señala que los ciudadanos tienen el derecho de votar o de abstenerse de ejercer el derecho al sufragio electoral, así mismo el documento expresa que el católico que vote debe estar consciente que si vota por partido político determinado, tener presente si esa opción favorece el pluralismo político, el fortalecimiento de la institucionalidad del país y el bien común de la sociedad en su conjunto.
«Ante las situaciones de hecho creadas por situaciones irregulares en torno a las próximas elecciones que han originado posturas y reacciones muy diversas en la población deseamos iluminar desde nuestra fe como pastores de la iglesia este momento histórico. Invitamos a que cada ciudadano frente a este proceso electoral decida y actúe desde el interior de su conciencia, libremente y sin miedo a ningún tipo de coacción interior», expresan los obispos en dicho documento.
Del mismo modo, los Obispos le expresan a los nicaragüenses que se abstengan de concurrir a la resignación sobre los acontecimientos que vive el país, también asegurando que es necesario desechar sentimientos de violencia y odio para conquistar la paz.
«Les exhortamos a no perder nunca la esperanza, sobre todo en los momentos más oscuros y adversos. Tener esperanza no es cruzarse de brazos. No es resignarse pensando que la realidad no puede ser mejor ni ser indiferentes pensando que no podemos hacer nada por mejorarla. No hay que ser espectadores de la historia, sino protagonistas de la misma. Esperar es comprometerse a vivir y testimoniar los valores del Evangelio en la historia», indica el punto 4 del documento episcopal, que se inspira en la carta de San Pablo a los Romanos 4,18.
Por último, los Obispos señalan que todas las parroquias de Nicaragua se organizarán «jornadas de ayuno y oración» las 24 horas del día a partir del 6 de octubre del presente año, es decir, exactamente un mes antes de los comicios presidenciales a los que está convocado el país este 6 de noviembre.
En días previos a la lectura del comunicado de los Obispos de Nicaragua sobre las elecciones, se dieron pasos que cercenan la libertad religiosa existente en el país. El 3 de agosto recién pasado una caravana de peregrinos provenientes de El Salvador que venían asistidos pastoralmente por la comunidad franciscana fue retenida sin justificación por las autoridades de migración en el puesto fronterizo de El Guasaule (occidente del país). Este grupo tenía como destino final visitar el Santuario del Señor del Rescate de Popoyuapa, en el departamento de Rivas -sur de Nicaragua-, un famoso centro de romería en la zona.
La medida fue denunciada por el sacerdote Anselmo Maliaños, superior de la congregación franciscana junto al abogado Mauro Ampié, del Centro para la Defensa de los Derechos Humanos (CPDH).
Días después, el 12 de agosto, un grupo de 100 pastores evangélicos fue invitado a una reunión a puertas cerradas en el Ministerio de Gobernación para notificarles que ahora en adelante las autoridades nicaragüenses se reservan el derecho de admitir o denegar la visa a toda aquella persona que trate de ingresar al país con motivos o fines religiosos.
Según los pastores evangélicos que asistieron al encuentro y pidieron el anonimato por temor a represalias del gobierno, la medida les fue comunicada por Denis Moncada Colindres, vice canciller de Nicaragua y Luis Cañas, ex oficial de la Policía Nacional que es vice-ministro de Gobernación.
«Esto me hace recordar la década de los ochenta, cuando había un control de todo; tristemente estamos regresando a esa década, es increíble, pero lamentablemente hay pastores que se están prestando a esta medida que es muy arbitraria», manifestó al periodista Emiliano Chamorro del diario La Prensa de Managua, uno de los pastores asistentes a la reunión que pidió el anonimato.
El 20 de agosto, los misioneros católicos salvadoreños Eduardo Fernández y Ricardo Díaz, del centro catequístico «Escuela de la Fe» de ése país intentaron ingresar a Nicaragua para brindar un diplomado sobre pastoral en la Diócesis de Jinotega -al norte del país-, sin embargo, les fue denegado el acceso por las autoridades migratorias aduciendo que su viaje debió ser coordinado por las autoridades eclesiásticas junto al Ministerio de Gobernación.
Según el seminarista Juan Rivera, del equipo de comunicación del Obispado de Jinotega; los misioneros ya habían ingresado al país sin problemas en visitas anteriores, pero esta vez migración les negó la entrada al país.
«Ellos ya habían venido en otras ocasiones e impartido charlas, diplomados en distintas regiones del país y no había problemas con Migración, pero esta vez se les negó la entrada en El Guasaule», manifestó Rivera.
El Obispo de Jinotega, el franciscano Carlos Enrique Herrera manifestó a la prensa su insatisfacción por la medida gubernamental que restringe el trabajo pastoral en el país. Así mismo, tachó de incoherente al gobierno del sandinista Daniel Ortega, ya que en su eslogan oficial reza ser un gobierno «cristiano, socialista y solidario», pero interpone medidas administrativas que cercenan la libertad religiosa en Nicaragua.
«Ellos dicen que por seguridad, pero yo no sé si un evangelizador es un riesgo que venga, para mí no es un riesgo, pero ¿qué vamos a hacer? Esas son las reglas del Gobierno. Es una incoherencia entre lo que se dice y lo que hacen», expresó con impotencia Monseñor Herrera.
A continuación, les dejamos íntegramente el mensaje de los Obispos de Nicaragua, de cara al proceso electoral presidencial del 6 de noviembre.
MENSAJE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE NICARAGUA
A los sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, fieles católicos, jóvenes, hombres y mujeres de buena voluntad:
«Estemos seguros de tener limpia la conciencia, deseosos de proceder con rectitud» (Hb 13,18).
1.Ante las situaciones de hecho creadas por decisiones irregulares en torno a las próximas elecciones que han originado posturas y reacciones muy diversas en la población, deseamos iluminar desde nuestra fe como pastores de la Iglesia este momento histórico. Invitamos a que cada ciudadano frente a este proceso electoral decida y actúe desde el interior de su conciencia, libremente y sin miedo a ningún tipo de coacción exterior. Cada quien debe reflexionar con seriedad para decidir lo que considere más justo y conveniente para el presente y el futuro del país. Los creyentes deben acompañar esta reflexión del necesario discernimiento espiritual en la oración buscando con honestidad la voluntad de Dios (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1777-1782).
2. Votar es un derecho. La decisión de votar o no votar o la de votar por determinada opción debe ser tomada por cada persona desde el interior de su conciencia. A la luz del evangelio y de la doctrina social de la Iglesia, un católico debe decidir consciente de que si con la opción que elija está colaborando a la construcción de una sociedad más justa, favoreciendo al bien común de toda la población y abonando al fortalecimiento de un sistema político democrático y pluralista en el país.
«Dichosos los que trabajan por la paz» (Mt 5,8)
3. En momentos de crisis y de tensión es fácil ceder a la tentación de la violencia pero esta jamás resuelve los conflictos. Exhortamos en este momento a todos los nicaragüenses a actuar pacíficamente, respetando las legítimas opciones de cada persona y evitando todo aquello que amenace la integridad física y moral de los demás. La paz es un don de Dios, pero también fruto de la justicia y del compromiso humano. El Papa San Juan Pablo II nos enseñó que «la paz sólo se alcanzará con la realización de la justicia social» (Sollicitudo Rei Socialis, 39) y el Papa Francisco nos ha recordado que hay que vencer la indiferencia para conquistar la paz (cf. Lema de la Jornada Mundial de la Paz, 2016).
«Creyendo contra toda esperanza» (Rom 4,18)
4. Les exhortamos a no perder nunca la esperanza, sobre todo en los momentos más oscuros y adversos. Tener esperanza no es cruzarse de brazos. No es resignarse pensando que la realidad no puede ser mejor ni ser indiferentes pensando que no podemos hacer nada por mejorarla. No hay que ser espectadores de la historia, sino protagonistas de la misma. Esperar es comprometerse a vivir y testimoniar los valores del evangelio en la historia.
5. En este año de la misericordia les invitamos a todos nuestros fieles a orar por el presente y el futuro de Nicaragua. La oración nos dispone a acoger la fuerza transformadora del Señor y nos educa a comprometernos por el bien de la sociedad. Les exhortamos para que recemos el rosario especialmente en el mes de octubre, personalmente y en familia, para pedirle a la Inmaculada Virgen María, Madre de Nicaragua, que acompañe a nuestro pueblo en su caminar histórico y nos ayude a vivir como ella abiertos a la novedad de Dios y llenos de esperanza por la llegada de su reino.
Establecemos que en todas las parroquias de la provincia eclesiástica se organice una jornada de veinticuatro horas de oración y ayuno a partir del día 6 de octubre a las 6 de la tarde. Dado en la ciudad de Managua a los 22 días del mes de agosto de 2016.
Firman todos los Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.