Tarek William Saab, denunció las condiciones de hacinamiento de las cárceles del país y las calificó de "brutales", ya que superan hasta en diez veces su capacidad
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) expresó hoy su preocupación por la situación carcelaria del país e instó a las autoridades a garantizar los derechos y garantías de los presos, como establecen la Constitución y el Código Penal.
Instamos «al Gobierno a través de sus órganos competentes a cumplir y hacer cumplir con los derechos y garantías que asisten a los encarcelados y sus familias», según un comunicado de la CEV.
La iglesia también urgió a «los funcionarios a encontrar la justicia, sentido de equidad y celeridad en su trabajo», tras señalar que en las cárceles venezolanas se están violando los derechos fundamentales de los reclusos.
Entre otras, destaca el hacinamiento en las cárceles del país, las condiciones de «insalubridad», el «uso excesivo de la fuerza por parte de autoridades» y el retraso en el debido proceso judicial.
La iglesia venezolana denunció además que se permite que algunos internos cometan actividades delictivas dentro del penal y que hay tratos «crueles», «inhumanos y degradantes», que afectan a familiares de los presos comunes y políticos.
El pasado 4 de septiembre el defensor del Pueblo venezolano, Tarek William Saab, denunció las condiciones de hacinamiento de las cárceles del país y las calificó de «brutales», ya que superan hasta en diez veces su capacidad con más de 30.000 detenidos en todo el territorio, a la espera de ser trasladados a centros de reclusión.
Saab también indicó que hay centenares de reclusos que «no se han llevado a juicio» y otros «que incluso tienen años en estaciones de policía».
En julio pasado la ministra para los Asuntos Penitenciarios del país sudamericano, Iris Varela, anunció la implementación de un nuevo Sistema Tecnológico de Seguridad Penitenciaria (Sitesep) para combatir «las mafias» en las cárceles.
El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, ha señalado que en las cárceles del país se planifican y ordenan secuestros, robos y otros crímenes y que los reclusos portan armas de fuego, como se muestra en vídeos difundidos por los propios presos.
(RD/Agencias)
