Cob: La Iglesia debe iluminar y comprometerse por la defensa de la vida de las personas, de la fauna y la flora, de la rica biodiversidad de esta tierra Amazónica y sus pueblos
(Signis ALC).- «Estoy aquí para entregarles el abrazo y la bendición del papa Francisco a cada uno de ustedes, de manera especial a los pueblos indígenas que él conoce, cuánto ellos sufren y que sus derechos no son suficientemente reconocidos y promovidos, y tantas veces, simplemente, negados», expresó el Cardenal Claudio Hummes, Presidente de la Red Eclesial Panamazónica, REPAM, en su saludo a los pueblos indígenas amazónicos que se reúnen, desde ayer, en la ciudad amazónica de Puyo, Ecuador.
«Para mí es una alegría muy especial, no solamente porque es la primera vez que vengo al Ecuador, que ya es una alegría grande. Estoy admirando mucho este Ecuador, con tantas cosas bellas, su historia, y todo el trabajo que aquí hace la Iglesia con los pueblos indígenas», añadió el delegado del papa para la amazonía.
En el segundo día del «Encuentro de diálogo de la REPAM con los pueblos indígenas de la amazonía ecuatoriana», el cardenal Hummes recordó que la REPAM fue creada hace dos años, en septiembre de 2014, en Brasilia, en donde «comenzó esta trayectoria, esta parte de la historia, este recorrido de servicio a toda esta realidad humana, también cristiana, de la amazonía, de la panamazonía, de los nueve países», dijo.
Comentó que, como responsable de la comisión episcopal para la amazonía en Brasil visita las diócesis de la amazonía de Brasil, en donde hay 56 diócesis, algunas como prelaturas, ya ha visitado 36 de las 56, pasa normalmente 3 o 4 días en cada diócesis, en donde realizan toda una programación con celebraciones, conferencias, talleres, lo cual es muy interesante y un privilegio poder visitar toda la amazonía, indicó.
Recordó que ya el papa Paulo VI había dicho que «Cristo apunta hacia la Amazonía», y nuestro actual papa Francisco, que es latinoamericano, conoce también esta Amazonía legal, conoce nuestras culturas y los desafíos, y dice que fue sobre todo en la Conferencia de Obispos Latinoamericanos en Aparecida, en 2007, cuando él aún era cardenal de Buenos Aires, y que participó en esta conferencia latinoamericana y que fue ahí en donde él se entusiasmó por la Amazonía, porque decía que los obispos de la Amazonía presionaron para que la Amazonía quedase bien visualizada y bien tratada en la conferencia y en el documento conclusivo, por la gran importancia de esa gran misión, de esa gran realidad.
«Y ahora podemos ver en ese documento (Documento de Aparecida) cuánto ahí se habla sobre la amazonía, de los pueblos indígenas, de la crisis socio-ambiental que mata la vida, entonces nuestro papa Francisco acompaña muy de cerca todo este trabajo que se realiza, y estaría muy feliz de sentarse en medio de ustedes, estoy seguro de eso», dijo el cardenal Hummes, en su saludo de la segunda jornada de este encuentro de los pueblos indígenas de la amazonía con la REPAM, que se extenderá hasta la tarde del domingo 23 de octubre.
Por su parte, el Obispo vicario apostólico de Puyo, monseñor Rafael Cob, dio la bienvenida a los participantes:
«Es una gracia y bendición de Dios que podamos volver a reunirnos en este lugar de Puyo, rincón de la Amazonia, donde hace más de tres años, sembrábamos la semilla de la red Amazónica ecuatoriana que hoy la vemos florecida, y que fue creciendo, en defensa de la vida amazónica y de sus pueblos que la habitan». dio la bienvenida a los participantes en el «Encuentro de diálogo de la REPAM con los pueblos indígenas de la amazonía ecuatoriana».
Recordó el llamado que hiciera el Papa Francisco de ser «custodios de la creación» y a no dejar «que los signos de destrucción y de muerte acompañen nuestro caminar», conforme se recogió también en la declaración final del Encuentro que se realizó en abril de 2013 y que fue el germen para la creación de la REPAM.
Para el obispo de Puyo, la realización de este nuevo encuentro representa una extraordinaria ocasión para «escuchar los latidos de nuestros pueblos indígenas , los gritos de la naturaleza amazónica enferma y herida, por la ambición y codicia humana, para recoger sus lágrimas, para aplicar la medicina que corresponde y construir juntos sueños y esperanzas», para ser «discípulos misioneros de Jesús, para que nuestros pueblos en El tengan vida, y vida en plenitud», como se expresa en el documento Aparecida, señaló.
Según dijo, escuchar los gritos de los pueblos de la Amazonía y dar «un rostro amazónico a nuestra Iglesia, con una conversión ecológica y crear una ciudadanía ecológica, como decía el Papa, demanda una atención urgente a todos los niveles, espiritual, social, económica y política de las autoridades mundiales nacionales y locales, para que se tomen decisiones radicales antes de que sea demasiado tarde».
familia Gualinga» «Queremos agradecer a ustedes presentes en este encuentro, por su presencia, para que con su mente y corazón podamos compartir desde la experiencia del vivir de nuestros pueblos, reflexionar juntos estrategias y proyectos, para dar respuesta a los grandes desafíos que hoy se plantean a nuestro actuar y las realidades sociales en que vivimos», dijo.
Agregó que desde una «responsabilidad ética y moral, la Iglesia debe iluminar y comprometerse por la defensa de la vida de las personas, de la fauna y la flora, de la rica biodiversidad de esta tierra Amazónica y sus pueblos, es el derecho a la vida en el sentido más amplio que la palabra encierra».