Estos sacerdotes están separados del ministerio y en una situación en la que la Iglesia resguarda para que no puedan hacer daño a nadie más
La Iglesia de Uruguay dio a conocer este miércoles un estudio que comprobó la existencia de 44 denuncias por abuso sexual a menores en los últimos 70 años, aunque ninguna fue remitida a la Justicia ni por las víctimas, ni por la propia institución.
Esto se debe a que en algunos casos las denuncias de abuso sexual a menores eran antiguas y al día de hoy el delito prescribió, mientras que en el resto se constató el abuso sexual de sacerdotes a mayores de edad y no a menores, por lo que quedó en manos de la víctima denunciar.
Las autoridades eclesiásticas de Uruguay aclararon que esto constituye una «inconducta» de los sacerdotes pero no un delito, según lo denominó en rueda de prensa el arzobispo de Montevideo y cardenal, Daniel Sturla.
«Hemos recibido 18 denuncias que se refieren a hechos sucedidos hace más de 40 años, 16 que se refieren a casos de entre 20 y 40 años, 5 casos datados entre 10 y 20 años, y 5 casos en los que se comprobó que no se referían a abuso de menores, sino a inconductas con mayores», afirmó Sturla.
En este sentido, el cardenal explicó que en los últimos años «no hay denuncias de casos con menores que hayan sucedido en este tiempo». «No quiere decir que no se hayan dado», reconoció Sturla.
Por otra parte, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal del Uruguay, Milton Tróccoli, explicó que, a partir del estudio, se decidió la separación de cuatro sacerdotes de su ministerio.
«De estos cuatro casos, dos eran con personas que en el momento del abuso eran menores y dos con mayores. Lo de los dos menores ya prescribieron y los otros dos, con mayores, se les recomendó hacer la denuncia y no la hicieron», aseguró Tróccoli a la prensa. Sin embargo, la Iglesia decidió suspender a todos los sacerdotes involucrados.
«Estos sacerdotes están separados del ministerio y en una situación en la que la Iglesia resguarda para que no puedan hacer daño a nadie más», aseguró Tróccoli.
Consultado sobre el procedimiento que la Iglesia uruguaya aplica al recibir una denuncia, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal de Uruguay explicó cuáles son los pasos que la institución debe seguir.
En primer lugar, se inicia una «fase informativa» en la que se «estudia la denuncia, si es inverosímil y si hay fundamentos para ella». Si esto se comprueba, el caso es remitido «a la Santa Sede, al Vaticano, y desde allí también estudian y dan el OK para empezar la segunda fase, que ya es propiamente la del juicio eclesiástico«, explicó Tróccoli.
En este sentido, el religioso afirmó que el proceso suele llevar «unos meses», dependiendo de los tiempos del Vaticano, pero «nunca es mucho tiempo». Actualmente, la Iglesia estudia siete casos que aún permanecen en fase de investigación.
A principios de abril la institución uruguaya decidió poner a disposición un teléfono para recibir denuncias referidas a casos de abuso sexual. Sin embargo, el cardenal Sturla aseguró que «hace cinco meses que no se reciben denuncias».
Sturla aseguró sentir un «profundo dolor y vergüenza» y aclaró que «así fuera una sola denuncia» sentirían «muchísimo dolor».
«Más allá de que la Iglesia exija a los sacerdotes o consagrados un mayor nivel moral, es un drama humano y ese drama humano también hay que atenderlo, porque hay personas que realizan una cosa que causa tanta herida y tanto dolor», aseveró el cardenal. (RD/Agencias)
Texto completo del comunicado de los obispos de Uruguay:
Los obispos de la Conferencia Episcopal del Uruguay publicamos el pasado 12 de abril el documento «Perdón y Compromiso». Con dolor y vergüenza hemos pedido perdón a las personas heridas a raíz de abusos sexuales cometidos contra menores por parte de sacerdotes y personas consagradas.
1. Escuchar y acompañar a las víctimas
Expresamos también nuestra firme disposición a recibir, escuchar y acompañar a las víctimas, investigando y procediendo con rigor, de acuerdo a un protocolo, elaborado con ayuda de profesionales de diversas disciplinas.
También habilitamos una línea telefónica para todo el país, para facilitar a eventuales víctimas la presentación de su denuncia. Desde hace aproximadamente cinco meses no se han recibido nuevas denuncias.
Las denuncias recibidas telefónicamente se han derivado de inmediato al obispo del lugar o al superior competente, en el caso de miembros de Congregaciones Religiosas.
Hemos recibido también algunas denuncias provenientes de un programa televisivo, recabadas en su mayoría a través de las redes sociales. Con éstas hemos seguido idéntico procedimiento de derivación.
Hoy queremos informar sobre los resultados del estudio que emprendimos para conocer con exactitud esta triste situación, y las medidas que hemos adoptado.
2. Las denuncias
En total, teniendo en cuenta los casos ya juzgados y los que no se refieren al tema abuso sexual de menores, nos hemos abocado a 44 denuncias (contando los acusados fallecidos), que corresponden a 40 denunciados. Estas denuncias abarcan un período de 70 años.
Hemos recibido 18 denuncias que se refieren a hechos sucedidos hace más de 40 años, 16 que se refieren a casos entre 20 y 40 años, 5 casos datados entre 10 y 20 años, y 5 casos, en los que se comprobó que no se referían a abuso de menores, sino a inconductas con mayores. Estos corresponden a los últimos 10 años.
En 20 casos, correspondientes a miembros de Congregaciones Religiosas, los respectivos superiores iniciaron el protocolo para su investigación. Otras 24 denuncias, que involucraban a sacerdotes del clero secular, fueron entregadas a sus respectivos obispos para la investigación.
En algunos casos se dio por concluida la investigación porque los denunciantes no la ratificaron. En otros, sucedidos hace mucho tiempo, las personas no querían iniciar una investigación, sino solo ser escuchadas por la Iglesia y recibir una palabra de comprensión y consuelo. En algunos casos se comprobó que la denuncia no tenía fundamento.
Hay algunas denuncias que todavía se están investigando, y hay cuatro sacerdotes que fueron separados de su ministerio.
Todo esto ha sido muy penoso, por el dolor de las víctimas y, en algún caso, porque se expuso públicamente a quienes después de una investigación rigurosa resultaron inocentes.
3. Mirando hacia delante: Prevención y ambientes seguros
Dentro de la órbita del Departamento de Educación Católica se ha constituido la Comisión para la Prevención de Abusos Sexuales a Menores.
Su tarea es elaborar y proponer proyectos normativos que garanticen ambientes seguros en parroquias y centros educativos, trabajando alineados con el Centro de Prevención del Vaticano.
Hemos tenido también cursos sobre prevención de abusos con expertos de la Iglesia de Chile, en los que participaron obispos, sacerdotes y educadores.
El Papa Francisco ha pedido a todas las Conferencias Episcopales del mundo que realicen una Jornada Penitencial en todas las comunidades, donde se pida perdón por las víctimas del abuso sexual contra menores en la Iglesia.
En Uruguay esta Jornada tendrá lugar el miércoles 1 de marzo de 2017, coincidiendo con el comienzo del tiempo penitencial de Cuaresma.
Asumimos que el compromiso es permanente, para que estas situaciones no vuelvan a ocurrir nunca más en ningún ámbito eclesial.
Florida, 14 de noviembre de 2016
– Los obispos de Uruguay