La acusación presentó once testigos, entre ellos, el actual superior del SVC, quien "admitió que hubo violaciones"
(C. D./Agencias).- Una «noticia escandalosa» que «raya con lo absurdo». Así ha calificado el periodista Pedro Salinas la decisión de archivar las denuncias contra Luis Figari, fundador del Sodalicio. Resolución que toma la fiscalía al entender que los delitos ya habrían prescrito, que no hubo ningún afectado que denunciara abusos concretos y que los integrantes de la congregación eran todos mayores de edad.
La decisión del Ministerio Público, adoptada este lunes, beneficia a Figari, de 69 años, laico peruano confinado en una casa religiosa en Roma, y a otros exlíderes de ese colectivo, reconocido por Juan Pablo II como sociedad de vida apostólica. Figari había sido acusado de secuestrar y abusar de jóvenes de su agrupación, alegaciones que están siendo investigadas actualmente también por el Vaticano.
La resolución de la fiscal María del Pilar Peralta, quien investigó el caso desde octubre de 2015, alega que «por el tiempo transcurrido desde la creación de dicho movimiento -más de 40 años- los delitos ya habrían prescrito, de haberse cometido».
La fiscal resaltó que «durante las investigaciones, no hubo ningún afectado que se acercara a denunciar que haya sido víctima de dichos abusos (sexuales)», decisión que causó indignación entre los acusadores.
Respecto a la denuncia por los supuestos delitos de secuestro, lesiones graves y asociación ilícita, la fiscalía apunta que los estatutos del Sodalicio señalan que para ingresar a dicha institución se requería tener mayoría de edad, por lo que no existían menores de edad que hubieran sido secuestrados.
Por su parte, el abogado de cinco víctimas, José Ugaz, anunció que recurrirán la medida, y criticó la postura de la Fiscalía. La acusación presentó once testigos, entre ellos, el actual superior del SVC, quien «admitió que hubo violaciones». Junto a ellos, «cinco denunciantes de lesiones graves, secuestro y asociación [Pedro Salinas, Jose Escardó, Óscar Osterling, Martín y Vicente López de Romaña], llevamos seis más, dos de ellos como testigos de violación sexual. Pero si revisas su resolución, la fiscal María Peralta no los menciona ni como prescritos».
«Es inadmisible que (con todas las pruebas presentadas) el Ministerio Público haya sido incapaz de llegar a una conclusión más o menos sólida», comentó a la prensa el periodista Pedro Salinas, quien apelará la resolución fiscal en su condición de una de las víctimas de Figari. «Todos los testigos que transitamos por ahí, ¿éramos fantasmas? (…) Sé que han pasado por la fiscalía víctimas sexuales de Figari y otros líderes del Sodalicio», apuntó el también autor, junto con Paola Ugaz, del libro en el que aparecen testimonios de algunas víctimas del Sodalicio, Mitad Monjes, Mitad Soldados.
«Es una resolución justa y legal», declaró a periodistas el abogado Armando Lengua Balbi, defensor de Figari, quien estimó que la decisión fiscal «va a tener resonancia en Roma».
La iglesia católica intervino en el caso en abril de 2016, cuando el Papa Francisco nombró a un interventor para que se reuniera con las víctimas y tomara una decisión sobre el futuro del movimiento, actualmente en reestructuración.
Figari fundó el Sodalicio en Perú en 1971. Reclutaba a adolescentes de colegios privados de clase alta y los llevaba a vivir en comunidad como «soldados de Cristo». El movimiento se expandió a Colombia, Chile, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Costa Rica, Ecuador e Italia.
En abril, su sucesor en el cargo, Alessandro Morini, anunciaba que Figari había sido declarado culpable de abusos sexuales contra miembros de la agrupación cuando eran menores de edad en Perú.
Moroni dijo que el Sodalicio considera a Figari «culpable de los abusos que se le imputan y lo declaramos persona non grata para nuestra organización, que deplora y condena totalmente su comportamiento».