Una persona que sólo vive para el poder, el dinero y con el afán de separar y dividir, no puede ser cristiana. Eso es lo que el Papa dice a cada momento
«Francisco quiere una Iglesia que viva con la gente y sus problemas». Una parte importante de tal Iglesia, según Félix Palazzi y los otros teólogos organizadores del Primer Encuentro Iberoamericano de Teología, quiere una teología que reflexione desde abajo, desde el contacto diario con las personas y las culturas. Palazzi explicó para RD las metas que se marcan para este encuentro en Boston desde el 6 hasta el 10 de febrero.
¿Cómo se les ocurrió la idea de este encuentro de teología?
El encuentro nace de conversaciones entre varios teólogos, entre ellos, los argentinos Carlos María Galli, Juan Carlos Scannone y el venezolano Rafael Luciani. Los cuatro vimos la necesidad de pensar el momento actual y la comunidad jesuita del Boston College, fiel a la misión e identidad que les caracteriza en todas sus instituciones, hizo una apuesta inmensa por favorecer y hospedar el encuentro, reuniendo a teólogos de toda Iberoamérica con la intención de pensar estos tiempos de cambio a la luz del pontificado de Francisco y dar un apoyo al proceso de reformas que se lleva a cabo en la Iglesia actualmente.
¿Por qué es importante un encuentro como este en estos momentos?
La realidad de esta época globalizada nos coloca ante nuevos retos que debemos afrontar iniciando el siglo XXI. Algunos pensadores importantes se refieren a los próximos 20 años como definitorios en lo que será el futuro de nuestros sistemas políticos y económicos. Queremos hace una pausa como comunidad teológica internacional y pensar en los temas que están afectando nuestra manera de ser humanos y de vivir con dignidad.
Por ello hemos escogido dos grandes ejes. La realidad de la exclusión socioeconómica y cultural, y el reto de la interculturalidad en un mundo donde crece la coexistencia de personas que provienen de una gran diversidad cultural y religiosa. Lo que está en juego es la definición de lo que significa ser humanos hoy y la posibilidad de tener una vida buena, de bienestar e inclusión para todos.
¿Es este un evento abierto al público general? ¿O es un evento exclusivo para teólogos?
El encuentro se divide en tres grandes momentos. El primero es el trabajo en equipo como comunidad teológica iberoamericana, con teólogos provenientes de Latinoamérica, España y la comunidad latina de los EEUU. Es aquí donde estaremos debatiendo estos temas que explicaba anteriormente. Los invito a ver el programa.
El segundo momento es el intercambio con el público general que quiera asistir al Teatro Robsham de Boston College y participar de una conversación abierta con el fundador de la teología de la liberación, el padre Gustavo Gutiérrez OP, y con el fundador de la filosofía de la liberación, quien ha sido también profesor del Papa cuando era estudiante jesuita en Buenos Aires, el padre Juan Carlos Scannone SJ. Es un momento para escuchar estas voces y poder compartir con los más de 40 teólogos que estarán hospedados por la Escuela de Teología y Ministerio de Boston College. El evento público es el día miércoles 8 de febrero.
El tercer momento, también abierto al público, es el primer encuentro entre movimientos sociales y religiosos de Boston que culmina con la celebración de una Eucaristía presidida por el Cardenal Baltazar Porras, miembro de la Pontifica Comisión para América Latina.
¿Qué personalidades estarán presentes? ¿El cardenal O’Malley? ¿Cuántas nacionalidades?
Somos más de 40 teólogos provenientes de toda Iberoamérica. Cada uno es una voz reconocida en su país y en el ámbito de la comunidad teológica. Representan, a su vez, a Instituciones universitarias con trayectorias importantes y reconocidas.
Contamos también con la presencia y participación del Cardenal venezolano Baltazar Porras, miembro de la Pontifica Comisión para América Latina, y con Mons. Raúl Biord Castillo, dedicado a la promoción de lo que significa la Iglesia en salida para el Papa Francisco a través del Celam. Ambos llevarán las conclusiones del evento al Papa Francisco.
Contamos también con la presencia y las palabras de apoyo del Cardenal Sean O’Malley, uno de los hombres más cercanos al Papa e involucrado en el proceso de reformas. Él ha apoyado el evento desde sus inicios y estará con nosotros durante el conversatorio que tendremos abierto al público general.
En el programa del congreso se habla de una teología latinoamericana. ¿Cómo es y cómo su enfoque se diferencia de otras teologías?
La teología latinoamericana ha sido un factor fundamental en la conversión de la Iglesia al pobre. Ha ayudado a entender que la pobreza de la mayoría de la humanidad no es algo ajeno a la teología y a la actividad evangelizadora de la Iglesia. Y, sobre todo, que el teólogo no puede ser una persona aislada de la realidad de lo que viven las personas, porque caería en un abstraccionismo terrible, hablando de cosas y problemas de los que nunca ha padecido.
Por eso es tan importante, como lo recuerda la tradición teológica latinoamericana, el contacto diario del teólogo con las personas y sus culturas, con sus problemas y dolencias, y desde ahí hacer teología académica. Siempre al lado de la gente y en favor de las víctimas.
Específicamente, ¿qué cambios de mentalidades y estructuras eclesiales se necesitan hoy? ¿Qué medidas ha apoyado el Papa en esta dirección?
El Papa Francisco ha insistido en la conversión de las estructuras eclesiales y en la urgencia de superar el clericalismo en la Institución eclesiástica. Algo que nos sigue afectando hoy cuando vamos a cualquier espacio eclesial y el ministro ordenado se cree más que el laico, y no le da el espacio y la autonomía que se merece como sujeto y creyente.
Francisco quiere una Iglesia que viva con la gente y sus problemas, que acompañe y no juzgue, que esté inspirada por la misericordia y no por la condena. En fin, más colegial y comunitaria, más servicial y entregada a los pobres.
Para hacer esto, necesita lo que él llama la conversión pastoral, la conversión al pobre, y entender que la mayoría de la humanidad hoy en día padece pobreza y exclusión, y la Iglesia no puede ser indiferente ante esta realidad o sería indolente y perdería toda credibilidad. Y es que en el fondo lo que está en juego es la urgencia de regresar a Jesús, a su forma de vida y a su praxis cotidiana. En otras palabras, de una Iglesia que comunique a un cristianismo con sabor a evangelio.
En febrero de 2016, cuando regresaba de una visita pastoral a México, el Papa dijo que quien favorece construir muros entre pueblos, en vez de puentes «no es cristiano». ¿Cómo se prevé que sea la relación entre el Papa y Trump?
Para ser cristiano no basta confesarse e ir a misa. Hay que vivir como Jesús, inspirado en el modo cómo él actuaba. Una persona que sólo vive para el poder, el dinero y con el afán de separar y dividir, no puede ser cristiana. Eso es lo que el Papa dice a cada momento. Y lo dice a católicos y a no católicos, a todos. Hace poco el Papa dio una entrevista a un periódico español y dijo con toda claridad que esperaba que el presidente de EEUU no se olvidara de la centralidad de lo pobres y los inmigrantes. Creo que en eso veremos cómo se desenvuelve la relación.
Por eso, hoy más que nunca, es importante el apoyo a los movimientos sociales que protegen a los inmigrantes y los derechos civiles de todos. De ahí que el tercer evento que tendremos en Boston College es la reunión y la eucaristía con los movimientos sociales y religiosos de Boston, con el apoyo y la presencia del Cardenal Porras. Es un mensaje de solidaridad a la comunidad hispana y a tantos inmigrantes. Los invito a participar el día 10 de febrero en la Iglesia San Ignacio del Boston College a las 6:00 pm. Pueden ver el programa en PDF.
Un gran porcentaje de los latinos evangélicos y cristianos votó por Donald Trump. ¿En qué medida la religión influencia estas decisiones? ¿cómo se explica esa paradoja?
El problema es preguntarnos si para muchos la religión es algo privado que sólo se define en participar en ritos, o si tiene que ver con la construcción de puentes, de relaciones humanas, de vínculos que nos unan en la diversidad socioeconómico y cultural en la que vivimos hoy en día.
Por eso, si para mi lo único importante es mi beneficio y mi interés individual, y no el otro y sus necesidades también, nunca entenderé que la solidaridad es lo más cristiano que puede haber. De modo que en el fondo está el que nos sinceremos en qué significa ser cristianos hoy y de qué modo eso nos ayuda a ser mejores seres humanos o no.
La Escuela de Teología y Ministerio del Boston College ha tomado en serio este reto y ha abierto un Programa de Formación Continua donde ofrecemos cursos en línea y también presenciales, visitando a las comunidades de inmigrantes, y ofreciendo un acompañamiento y formación en español que nos ayude a integrarnos y descubrir que la religión no tiene sentido sin integrarnos como seres humanos unos con otros y buscar el bien común, antes que el individual.
Los invito a buscar la información con los cursos y charlas que ofrecemos continuamente en español en la web de la Escuela de Teología y Ministerio. El programa en línea ha tenido una acogida inmensa, con miles de personas de toda América Latina, España y las comunidades hispanas en los EEUU que están inscritas participante y formándose activamente. Es algo único que hemos querido lanzar desde el Boston College como parte de la opción de los jesuitas para construir puentes en este mundo tan dividido y en búsqueda de sentido.