El terreno que se está hipotecando está en el lugar de un hotel de lujo en la avenida Madison, enfrente de la entrada trasera de la emblemática catedral, en la zona central de Manhattan
(J. Bastante/Agencias).- Los abusos a menores en la Iglesia quiebran la confianza de los fieles en la institución y, en algunos países, también sus arcas. Así ha sucedido en Estados Unidos, donde después del escándalo «Spotlight» de Boston, han sido varias las diócesis que se han declarado en bancarrota al no poder afrontar las indemnizaciones a las víctimas. Así sucedió en Boston, Filadelfia y una decena de Obispados.
Ahora le toca el turno a la Archidiócesis de Nueva York, que quiere evitar los números rojos hipotecando, por cien millones de dólares, un terreno junto a la catedral de San Patricio, que actualmente alberga un hotel de lujo, para dotar de fondos a un programa de compensación para víctimas de los abusos del clero en la diócesis.
Dicho programa fue anunciado hace unos meses por el cardenal Timothy Dolan, quien insistió en que se trataba de «una señal tangible del deseo de reconciliación y sanación de la iglesia».
Por su parte, Joseph Zwilling, portavoz de la diócesis, informó que 144 personas recibirán compensaciones tras los abusos sufridos, lo que hace inevitable la petición de un préstamo hipotecario, cuyo aval es este terreno.
Las autoridades eclesiásticas también enfrentan nuevos alegatos; hasta ahora se han presentado 26 presuntas víctimas adicionales, añadió el portavoz. Todavía no han determinado cuántas personas podrían pedir compensación económica.
El terreno que se está hipotecando está en el lugar de un hotel de lujo en la avenida Madison, enfrente de la entrada trasera de la emblemática catedral, en la zona central de Manhattan. La Archidiócesis es dueña de la propiedad desde hace varias décadas, y alquila y renta el terreno a los dueños del hotel. Zwilling no quiso precisar cuánto dinero recibe la diócesis por el usufructo.
La Iglesia católica de Estados Unidos ha sido una de las que más ha sufrido por la crisis de abusos sexuales del clero desde que, en 2002, la investigación del Boston Globe destapara la trama de ocultación que se llevaba a cabo en Boston y otras diócesis.
Desde entonces, los obispos USA han pagado casi 4.000 millones de dólares a través de acuerdos extrajudiciales, mientas que unos 6.500 sacerdotes han sido acusados de abusos, y varios centenares expulsados del sacerdocio o la vida religiosa.