Mejide: "Si ni los protagonistas de la lucha armada ni los militares no pidieron ni piden perdón, ¿qué podemos hacer nosotros?"
(Sergio Rubín, VR/Clarín).- En el inicio de un intento de generar propuestas que contribuyan a la reconciliación nacional, el centenar de obispos de todo el país escuchó este miércoles el testimonio de familiares de víctimas del terrorismo y la represión ilegal en los años 70.
Los convocados fueron Graciela Fernández Meijide, madre de un desaparecido; Cristina Cacabelos, hermana de dos desaparecidos y de un tercero muerto en un enfrentamiento, y Gabriel D’Amico, hijo de un coronel asesinado por Montoneros.
Los familiares compartieron el estrado del salón de reuniones de la casa de retiros espirituales El Cenáculo, en Pilar, pero no debatieron entre ellos. Cada uno expuso durante unos 20 minutos y luego los obispos les formularon preguntas. «Los obispos querían escuchar y lo hicieron con mucha atención», dijo a Clarín Fernández Meijide. En ese sentido, las preguntas fueron más bien ampliatorias de las exposiciones, exentas de opiniones, tal como los obispos habían anticipado el martes en un comunicado.
De todas formas, Fernández Meijide puso en duda la eficacia del objetivo reconciliador de la Iglesia. «Si ni los protagonistas de la lucha armada ni los militares no pidieron ni piden perdón, ¿qué podemos hacer nosotros?», inquirió. Además, no consideró prioritario la problemática de la reconciliación. «Lo que creo que debe ser una prioridad es la atención de un tercio de la población que está en la pobreza», señaló. Y añadió: «Aquí es donde hay que buscar consensos; las heridas se irán cerrando».
La Iglesia anunció en marzo, tras una reunión de su conducción, que pondría en marcha un proceso de largo aliento con vistas a contribuir a lo que el Papa Francisco llama la «cultura del encuentro» ante las secuelas de la violencia política de los ’70, signada por el terrorismo y la represión ilegal durante la última dictadura.
En la pasada Pascua, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, advirtió que «sin reconciliación no hay futuro, no hay patria». Previamente, los obispos habían anunciado la apertura de los archivos del Vaticano y de la Conferencia Episcopal para los familiares de los desaparecidos y de los bebés apropiados por los represores, una iniciativa impulsada por el Papa Francisco. Las consultas se iniciarán luego de la inminente difusión de un protocolo con los pasos para acceder a los archivos.