El Tribunal Supremo permitió la entrada en vigor de algunas partes del veto, destinado a prohibir durante 120 días la entrada de refugiados y, durante 90 días, el ingreso de los nacionales de seis países de mayoría musulmana
(C. Doody/Agencias).- El veto de Donald Trump a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana ha entrado en vigor en EEUU, si bien de forma modificada. Y aunque los obispos del país valoran la excepción del Tribunal Supremo a tal veto para los que puedan acreditar una relación ‘de buena fe’ con una persona o entidad estadounidense, también han expresado su «profunda preocupación» por los muchos otros ciudadanos «vulnerables» que ya no podrán pisar tierra norteamericana.
Joe Vásquez, obispo de Austin, Texas, y presidente de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal de EEUU, emitió este lunes un comunicado en el cual expresa su intranquilidad respecto del mencionado dictamen de la Corte Suprema.
«La decisión de hoy tendrá consecuencias en personas concretas. Mis hermanos obispos y yo valoramos la decisión de la Corte de permitir que sigan ingresando al país individuos que cuentan con relaciones ‘de buena fe’ con una persona o entidad presente en EEUU, pero estamos profundamente preocupados por la situación de muchos otros, en condiciones vulnerables, que no tendrán la posibilidad de venir al país en busca de protección mientras dure la pausa indicada, especialmente aquellos que huyen de persecución religiosa y niños refugiados solos«, señala el comunicado.
«De aquí en adelante, al iniciar la administración su revisión del programa de refugiados, instamos a que ésta sea transparente, eficiente y puntual«, prosigue Vásquez, refiriéndose a la evaluación del sistema migratorio que la Casa Blanca ha prometido acometer. «Pedimos que semejante revisión incluya agentes de la sociedad civil, proveedores de servicios para refugiados y expertos en seguridad nacional e inmigración. Creemos que es de vital importancia utilizar el conocimiento experto del programa de reasentamiento ya existente mientras se lleve a cabo tal evaluación tan importante».
Este jueves, después del fallo del Tribunal, el presidente Trump autorizó que entre en vigor la prohibición en el ingreso de ciertos familiares de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana, unos límites que han causado polémica y que permitirán, por ejemplo, la entrada de una nuera pero no de un abuelo.
El veto migratorio afectará también a los refugiados y musulmanes que no tengan una relación «formal» con empresas e instituciones educativas de EEUU, informaron en una conferencia telefónica funcionarios, que pidieron el anonimato.
«Vivimos en un tiempo muy peligroso y el Gobierno de EEUU necesita todas las herramientas a su disposición para evitar que los terroristas entren al país y desaten la violencia», dijo uno de los empleados públicos durante la llamada.
La implementación es posible gracias al Tribunal Supremo, que el pasado lunes permitió la entrada en vigor de algunas partes del veto, destinado a prohibir durante 120 días la entrada de refugiados y, durante 90 días, el ingreso de los nacionales de seis países de mayoría musulmana (Irán, Somalia, Sudán, Siria, el Yemen y Libia).