La Iglesia católica está totalmente en contra de la tortura, considerándola un mal intrínseco
(Cameron Doody).- Los obispos estadounidenses se ponen firmes ante los rumores de que el presidente Donald Trump está sopesando hacer un uso expandido de la cárcel de Guantánamo. En una carta dirigida al Secretario de Defensa, James Mattis, los prelados no solo han denunciado que «la detención indefinida sin juicio es inhumano», sino que también han insistido a la administración que libere a la cuarentena de reos hallados inocentes que aún permanecen en el centro.
«La detención indefinida no solo es injurioso para los detenidos, sino también pone en peligro el compromiso con los EEUU con el Estado de derecho y perjudica nuestra lucha contra el terrorismo«, clamó en la carta el obispo Óscar Cantú de Las Cruces (Nuevo México), Óscar Cantú, el también presidente del comité del episcopado para la justicia y paz internacional.
«Nuestro objetivo final es el cierre de Guatánamo», prosiguió Cantú. Propósito que, dijo, «precisará de la aprobación del Congreso», pero que aún por todas las negociaciones bipartidistas que eso suponga no conseguirá hacer cambiar de parecer a los obispos. «Tenga la seguridad de que continuaremos trabajando para este fin», aseguró el obispo en su carta al Secretario de Estado.
En los quince años ya que lleva operando el centro de detención de la bahía de Guantánamo ha sido blanco de acusaciones de malos tratos y torturas contra una parte considerable de los casi ochocientos presos que han sido internados allí, antes de pasar -en su mayoría- a ser liberados, transferidos a otros países o enjuiciados en sus países de origen.
Es por estas razones que el obispo Cantú afirma al Secretario de Defensa que las preocupaciones que tienen los obispos respecto a la cárcel «no son nuevas. Durante muchos años hemos instado al cierre de Guantánamo por que, como Abu Ghraib [otra prisión militar estadounidense en Iraq], [Guatanámo] se ha convertido en símbolo de las violaciones de los EEUU de los derechos humanos básicos y el abuso de detenidos«.
Por último, Cantú llegó aún más lejos en su carta a Matis, llamando a que la orden ejecutiva del ex-presidente Obama que prohibió la tortura en todas sus manifestaciones se gozara ya del estatus de ley. «La Iglesia católica está totalmente en contra de la tortura, considerándola un mal intrínseco».
