No hace falta tomarle el pulso a la sensibilidad de nuestra nación en estos días, todo el mundo está hablando, pensando y rezando por los 44 hermanos que tenemos en el submarino que todavía no encontramos
(C. Doody/Agencias).- Ante la situación de «tanta angustia» que se siente en Argentina por el San Juan, el submarino desparecido desde hace una semana, la Iglesia pide a la nación que se una en la oración. Por los 44 marinos con los que se ha perdido el contacto, por sus familias y por los equipos de rescate. A Dios también se pide «que esta prueba tenga un halo de esperanza y que ponga su mano providente», en palabras del arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli.
«La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina invita al Pueblo de Dios a unirse en la oración para acompañar la angustia que se está viviendo por la situación del submarino, y especialmente el momento que están pasando las familias de los 44 marinos de la Armada Argentina», expresó a través de un comunicado de prensa.
El obispo de San Isidro y presidente del episcopado, monseñor Óscar Ojea, por su parte agregó: «Nos unimos a las familias de los 44 marinos. Todos juntos seguimos rezando y acompañando esta situación de tanta angustia«.
En ese marco, pidió que se siga «rezando insistentemente por cada uno de ellos y sus seres queridos, como así también por quienes están trabajando en la búsqueda».
Este martes, el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, celebró una misa en la catedral metropolitana para rezar por la tripulación.
«Estos marinos también se juegan como todo obrero, todo oficinista, todo profesional en la Argentina haciendo su trabajo. Pero en estas circunstancias especiales en que deseamos la vida de todos, desde la concepción hasta la muerte, le pedimos a Dios que esta prueba tenga un halo de esperanza, que ponga su mano providente«, dijo el purpurado en la homilía dirigiéndose a los familiares de los tripulantes desaparecidos.
«No hace falta tomarle el pulso a la sensibilidad de nuestra nación en estos días, todo el mundo está hablando, pensando y rezando por los 44 hermanos que tenemos en el submarino que todavía no encontramos», afirmó el cardenal Poli y recordó que lo mejor que tienen los católicos para ofrecer «es la Eucaristía», una misa, «que precisamente hoy coincidió con la celebración de una fiesta de la Virgen: la presentación de santa María Virgen en el templo».
«Deseamos la vida de todos. Particularmente tenemos en nuestro corazón la vida de estos marinos y, especialmente, se lo pedimos a la Virgen», continuó el arzobispo porteño, que señaló la «feliz coincidencia» de que esta misa particular coincidiera con una fiesta de la Virgen María «porque la oración más antigua de la piedad mariana es una piedad de los marineros», rememoró citando la oración «Bajo tu amparo».
En tanto, el obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre, estuvo acompañando en las últimas horas a los familiares de los 44 miembros de la tripulación del submarino, que permanece desaparecido en el océano Atlántico.
«Como hombre de fe y de oración trato de acompañar desde ese lugar», explicó el obispo, que se hizo presente en la base naval de esa ciudad bonaerense donde se encuentran muchos familiares de los tripulantes.
Asimismo, Mestre confirmó que «dentro del comité de crisis de la Armada» hay un grupo de especialistas, «psicólogos y psiquiatras, que están acompañando a los familiares» que llegaron al lugar.
Mientras continúan las tareas de búsqueda, los familiares se encomiendan a la Virgen María bajo su advocación Stella Maris («Estrella del Mar»), quien es patrona de la Armada Argentina.
