Ante las protestas de la gente, Francisco insistió en que "se está haciendo tarde y tienen que llegar a casa, tienen que dormir, y tienen que dejar dormir a la gente que vive aquí"
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El papa Francisco rezó hoy por los enfermos que se acercaron a la Nunciatura Apostólica de Lima a verlo, tras su viaje a la ciudad de Trujillo, en el norte de Perú, donde ofreció una multitudinaria misa.
«Muchas gracias por venir a saludarme, antes de entrar saludé a todos los hermanos que están enfermos, ahora todos nosotros vamos a mirarlos y vamos a rezar por ellos», dijo Francisco desde el balcón de la Nunciatura a las personas que se encontraban a la expectativa de su retorno a Lima.
«Están enfermos y quisieron venir», agregó Francisco antes de rezar con todos un Padre Nuestro y un Ave María.
Francisco se acercó a saludar a los niños y ancianos enfermos que lo esperaban, acompañados por monjas y sacerdotes, en los exteriores de la Nunciatura, en el distrito limeño de Jesús María.
Tras el rezo y la bendición a los pacientes, el pontífice les pidió a los cientos de personas reunidas en el lugar que se fueran a casa «pensando en estos enfermos y pidiéndole a la Virgen que esté cerca de ellos».
Ante las protestas de la gente, Francisco insistió en que «se está haciendo tarde y tienen que llegar a casa, tienen que dormir, y tienen que dejar dormir a la gente que vive aquí».
Mañana domingo, en el último día de su visita a Perú, el papa rezará el Angelus en la plaza de armas de Lima, se reunirá con monjas en el templo de las Nazarenas y oficiará una misa en la base aérea de Las Palmas para un millón de personas.
RD/Agencias