Piden que se creen "condiciones de vida más dignas y justas" en la zona fronteriza

Dolor de los obispos ecuatorianos por el asesinato de tres periodistas por un grupo disidente de las FARC

Solidaridad con "todos los comunicadores que arriesgan su vida por darnos a conocer la verdad de los hechos"

Dolor de los obispos ecuatorianos por el asesinato de tres periodistas por un grupo disidente de las FARC
Flores para los periodistas ecuatorianos asesinados

Invitan los grupos políticos y sociales armados, a deponer el uso de la fuerza para superar las injusticias y a unirse a las iniciativas de diálogo

(José M. Vidal/Aica).- Los obispos ecuatorianos se suman al dolor y a la profunda conmoción que recorre el país, tras el asesinato de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, tres periodistas de El Comercio, secuestrados por un grupo disidente de las FARC colombianas. Los prelados consuelan a sus familiares, se solidarizan con los comunicadores que arriesgan sus vidas para informar y piden «condiciones de vida más dignas» en la frontera.

La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), expresó su dolor por el asesinato de tres periodistas del diario El Comercio, de Quito, perpetrado luego de ser secuestrados el 26 de marzo en la frontera por un grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). También manifestó su «cercanía y solidaridad a sus familiares por tan irreparables pérdidas humanas, como también a todos los comunicadores que arriesgan su vida por darnos a conocer la verdad de los hechos».

«En este momento de dolor y honda preocupación, nos unimos en una profunda y sentida oración por el eterno descanso de nuestros hermanos Javier Ortega, Paúl Rivas, Efraín Segarra, secuestrados y vilmente asesinados, a la vez que expresamos nuestra cercanía y solidaridad a sus familiares por tan irreparables pérdidas humanas, como también a todos los comunicadores que arriesgan su vida por darnos a conocer la verdad de los hechos», manifestó en un comunicado.

Los obispos ecuatorianos exhortaron a los gobiernos de Ecuador y Colombia a «crear o consolidar condiciones de vida más dignas, fraternas y justas, particularmente en la zona fronteriza, desarrollando fuentes de trabajo y políticas de bienestar social, como también reforzando los sistemas de seguridad».

Asimismo, instaron «a los grupos políticos y sociales armados, a deponer el uso de la fuerza para superar las injusticias y a unirse a las iniciativas de diálogo y respeto para construir una auténtica democracia, libre de toda forma de corrupción y violencia».

La CCE reclamó «a todos los grupos y organizaciones que se enriquecen utilizando medios inhumanos e ilícitos como la coima, el terrorismo, el secuestro, el chantaje y el asesinato, a no someterse a intereses económicos involucrados en la trata de personas y en la producción y tráfico de armas y de substancias tóxicas-adictivas».

«Como Iglesia, inspirados en principios éticos y espirituales, queremos ratificar nuestro firme compromiso de seguir trabajando, junto con todos los grupos sociales, políticos y religiosos, por una sociedad más pacífica, justa y solidaria«, concluyó.

El presidente de Ecuador, Lenin Moreno, confirmó el 13 de abril la muerte de los miembros del equipo periodístico de El Comercio, integrado por el reportero Javier Ortega (32), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60), tras emplazar un día a los secuestradores a presentar alguna prueba de vida de los periodistas.

Los periodistas fueron secuestrados el 26 de marzo mientras realizaban reportajes en el poblado costero de Mataje, en la frontera con Colombia.

Texto completo del comunicado

A la luz de la Pascua, recientemente celebrada, los Obispos del Ecuador nos hemos reunido en nuestra CXLIII Asamblea Plenaria Ordinaria, en comunión de fe y misión pastoral.

En este momento de dolor y honda preocupación, nos unimos en una profunda y sentida oración por el eterno descanso nuestros hermanos Javier Ortega, Paúl Rivas, Efraín Segarra, a la vez que expresamos nuestra cercanía y solidaridad a sus familiares por tan irreparables pérdidas humanas, como también a todos los comunicadores que arriesgan su vida por darnos a conocer la verdad de los hechos.

Del mismo modo, hacemos un llamado:

A los gobiernos de Ecuador y Colombia, a crear o consolidar condiciones de vida más dignas, fraternas y justas, particularmente en la zona fronteriza, desarrollando fuentes de trabajo y políticas de bienestar social, como también reforzando los sistemas de seguridad.

A los grupos políticos y sociales armados, a deponer el uso de la fuerza para superar las injusticias y a unirse a las iniciativas de diálogo y respeto para construir una auténtica democracia, libre de toda forma de corrupción y violencia.

A todos los grupos y organizaciones que se enriquecen utilizando medios inhumanos e ilícitos como la coima, el terrorismo, el secuestro, el chantaje y el asesinato, a no someterse a intereses económicos involucrados en la trata de personas y en la producción y tráfico de armas y de substancias tóxicas-adictivas.

Como Iglesia, inspirados en principios éticos y espirituales, queremos ratificar nuestro firme compromiso de seguir trabajando, junto con todos los grupos sociales, políticos y religiosos, por una sociedad más pacífica, justa y solidaria.


Además, les informamos que en este encuentro fraterno hemos tratado como temas principales: el jubileo por los 400 años del nacimiento de Santa Mariana de Jesús, la Misión Familia, la formación en nuestros Seminarios (Ratio Fundamentalis).

El recuerdo agradecido de Santa Mariana de Jesús nos lleva a considerar las especiales situaciones que atraviesa nuestra Patria, como la debilidad de la institucionalidad, la crisis económica y la corrupción, entre otros. Todo ello ha generado inquietud y desconcierto en nuestro pueblo y nos llama a caminar a su lado alentando su fe y esperanza.

Somos conscientes de las crisis sociales, políticas y legales que afectan y desestabilizan a las familias cristianas, lo que nos exige una mayor capacidad de diálogo y de contraste con la sociedad. Como respuesta a este desafío, desarrollaremos en los próximos dos años la «Misión Familia».

En este tiempo hemos dado por concluido el programa de intervención en la costa a favor de las víctimas del terremoto sufrido en el mes de abril del 2016. Al tiempo que lamentamos el número de personas fallecidas y los destrozos sufridos, damos gracias a Dios por la inmensa corriente de solidaridad que pudimos experimentar.

Queremos dejar constancia de nuestro agradecimiento a Su Santidad por la Exhortación Apostólica «Gaudete et Exultate», – el llamado a la santidad en el mundo actual-, un maravilloso regalo pascual, como también por el nombramiento de Monseñor Rafael Cob, Obispo Vicario Apostólico de Puyo, al Consejo Pre-Sinodal de la REPAM; y también por el nombramiento de Monseñor Skiper Yánez para la Diócesis de Babahoyo.

Que Jesús, que murió y resucitó defendiendo la vida, el amor, la justicia y la verdad, nos acompañe en este difícil camino de la paz, pero tan necesario para el desarrollo integral de todas las personas y pueblos.


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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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