Piñera: "El Episcopado se preocupó de defender corporativamente a miembros de la Iglesia"

Jordi Bertomeu: «Vamos a pedir perdón, vamos a estar con el pueblo de Osorno»

Barros asegura que colaborará con la investigación vaticana... aunque sigue en paradero desconocido

Jordi Bertomeu: "Vamos a pedir perdón, vamos a estar con el pueblo de Osorno"
El obispo de Osorno, Juan Barros

Sebastián Piñera afirmó que la intervención del papa Francisco en la Iglesia chilena era necesaria para "limpiar" el clero después de los casos de abusos sexuales que se han conocido estos últimos años

(Jesús Bastante/Agencias).- En los próximos días, Charles J. Scicluna y Jordi Bertomeu regresarán a Chile, concretamente a Osorno, para intentar cerrar el ‘caso Barros’. «Vamos en nombre del Santo Padre a pedir perdón y a encontrarnos con el pueblo de Osorno», apuntó, en declaraciones a El Mercurio, el sacerdote español.

«Vamos a dialogar con el pueblo, vamos a estar con el pueblo de Osorno«, subrayó Bertomeu, que hizo suya la nota de la Santa Sede en la que se hablaba de una visita «con el fin de avanzar en el proceso de reparación y sanación de las víctimas de abusos».

«Todavía no hemos comprado los boletos», añadía el sacerdote, que será bien recibido por los laicos de Osorno. «Ellos ya saben de la situación de crisis que tenemos por las 1.200 recopilaciones que les entregamos (en febrero); por lo tanto, creemos que podrían escucharnos sobre el perfil del nuevo obispo que podríamos tener», señaló su portavoz, Mario Vargas.

El futuro de Barros es uno de los temas que más preocupan a los católicos chilenos. Una de las incógnitas, precisamente, está en su paradero. ¿Dónde está Barros?. «Que está vivo, sí sabemos», señaló el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, mientras que el portavoz del episcopado chileno, Fernando Ramos, afirmaba que «el último contacto que tuve con monseñor Barros fue en Roma, el jueves 17 de mayo».

 

 

Juan Barros Madrid

 

Aunque nadie sabe dónde está, el todavía obispo de Osorno emitió un comunicado tras conocer el envío de Scicluna y Bertomeu, en el que «manifestamos nuestra gratitud al Santo Padre por su preocupación y deseos de bien para todos, rezamos a Dios especialmente y nos disponemos a colaborar para los buenos frutos de este generoso esfuerzo«.

Por su parte, a través de Twitter, Scicluna afirmaba lo siguiente: «Confío la misión en Osorno, que el Santo Padre Francisco ha encomendado a mí y a Mons. Jordi Bertomeu, a la intercesión de Nuestra Señora del Carmen, Reina de Chile, y del venerable Siervo de Dios Francisco Valdés Subercaseaux, primer obispo de Osorno».

Por contra, uno de los denunciantes de Karadima y Barros, Juan Carlos Cruz, denunciaba la actitud que están manteniendo los obispos chilenos desde su vuelta de Roma. «A estos obispos ¿no les da vergüenza estar en la mirada del mundo entero por su corrupción, por su encubrimiento de crímenes, por destruir documentos claves…y tanto más? Se los dice hasta el Papa. Y ellos: Estamos bien los 31. Estamos transformando Iglesia: Locos».

 

 

Finalmente, elpresidente de Chile, Sebastián Piñera, afirmó hoy que la intervención del papa Francisco en la Iglesia chilena era necesaria para «limpiar» el clero después de los casos de abusos sexuales que se han conocido estos últimos años.

«Me alegro de lo que está pasando hoy porque si bien es tremendamente doloroso para una persona cristiana como soy yo, creo que era absolutamente necesario para limpiar la Iglesia y que pueda iniciar una nueva etapa», dijo el presidente en una entrevista con Radio ADN.

«Yo espero que esta acción que ha tomado el papa Francisco signifique un renacer de la Iglesia, mucho más respetuosa de los niños, más cercana a la gente, menos pomposa, más comprometida con los más pobres y vulnerables, no más elitista», añadió Piñera.

El mandatario consideró que la Iglesia chilena cometió dos grandes faltas. La primera, explicó es que «demasiados» miembros del clero han cometido «abusos brutales» contra menores de edad, a lo que hay que sumar que una parte de la jerarquía eclesiástica decidió encubrir esos abusos.

«Eso es un grave error, se equivocó la Iglesia porque en lugar de proteger a los niños inocentes, que es el mandato bíblico, se preocupó de defender corporativamente a miembros de la Iglesia y eso duró demasiado tiempo», manifestó.

 

 

El Papa, con Sebastián Piñera

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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