El obispo Álvarez dijo que "estamos esperando la voluntad política del presidente", y si bien reconoció que se le ha "insistido que responda", aclaró que "no hemos puesto un ultimátum"
(C. Doody/Agencias).- La preocupación del Papa por Nicaragua se hace aún más concreta. Francisco recibirá este sábado al cardenal arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, y al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, quienes viajarán este martes a Roma para informar al pontífice sobre la «situación doliente y sufriente» que se vive en el país centroamericano, y sobre los avances en el diálogo nacional que intenta dar respuesta a una crisis que ha dejado un saldo hasta el momento de más de 200 muertos.
Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), informará al Papa sobre «la situación doliente y sufriente que vivimos los nicaragüenses y el impulso que le hemos dado al diálogo, en el que participamos a solicitud del Gobierno», indicó el portavoz de la institución, el obispo Abelardo Mata.
Brenes irá acompañado del obispo de la archidiócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez, ambos mediadores en el diálogo entre el gobierno y sus opositores.
La audiencia con el Papa se celebrará al margen del consistorio cardenalicio convocado por el Santo Padre, al que fueron invitados los dos religiosos.
En su ausencia, el diálogo será mediado por el obispo de León, Bosco Vivas.
La Iglesia media desde el 16 de mayo las conversaciones entre el gobierno de Daniel Ortega y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que integran los estudiantes, empresarios y organizaciones civiles.
Cardenal Brenes viajará mañana a Roma para estar en el Consistorio Cardenalicio el jueves 28. Aprovechará para tener junto con Mons. Álvarez una audiencia con el Papa el sábado 30 para informarle sobre la situación de Nicaragua y la misión que ha estado realizando la Iglesia.
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 25 de junio de 2018
El diálogo, que ha sido suspendido tres veces por desacuerdos entre las partes, busca encontrar una salida a la grave crisis que vive el país desde que iniciaron las protestas el 18 de abril, con más de 200 muertos.
El sábado pasado la CEN llamó a las partes a reanudar el diálogo para que el gobierno informe sobre si acepta la propuesta de adelantar los comicios, lo cual implicaría recortar el tercer período sucesivo de Ortega, el cual concluye en enero del 2022.
Comunicado de la Conferencia Episcopal de Nicaragua 25/6/18. pic.twitter.com/t9fe76AMkw
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 25 de junio de 2018
Báez: Ortega guarda silencio sobre la solicitud de elecciones anticipadas
En tanto, el presidente Ortega guarda silencio ante este pedido de que acepte «formalmente» unas elecciones generales anticipadas para marzo de 2019, como le pidió el Episcopado, a fin de facilitar el diálogo nacional en busca de una salida a la crisis, dijo este lunes el obispo Silvio Báez.
«Los obispos de Nicaragua estamos esperando que el presidente Ortega nos comunique ‘oficial y formalmente su aceptación’ de la propuesta que le hicimos», escribió Báez este lunes en sus redes sociales.
A las palabras de Báez se sumaron las del obispo Rolando Álvarez, quien dijo que «estamos esperando la voluntad política del presidente», y si bien reconoció que se le ha «insistido que responda», aclaró que «no hemos puesto un ultimátum».
Los obispos hicieron los señalamientos antes del reinicio este lunes del diálogo nacional, suspendido el pasado 18 de junio por el incumplimiento de acuerdos por parte del Gobierno.
La propuesta del anticipo de elecciones, hecha el 7 de junio pasado, recoge «el sentir de la mayoría de los nicaragüenses, sobre elecciones anticipadas para marzo de 2019″, recordó Báez.
Los Obispos de Nicaragua estamos esperando que el Presidente Ortega nos comunique “oficial y formalmente su aceptación” de la propuesta que le hicimos el 7 de junio, recogiendo el sentir de la mayoría de los nicaragüenses, sobre elecciones anticipadas para marzo de 2019.
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 25 de junio de 2018
El sábado pasado en una carta pública la Conferencia Episcopal, mediadora del diálogo nacional, solicitó a Ortega que le «comunique oficial y formalmente su aceptación de la propuesta (…) sobre las elecciones generales anticipadas para marzo de 2019».
El Episcopado afirmó que la aceptación de esa propuesta es «imprescindible para agilizar nuestra labor en favor de los nicaragüenses, sin excepción alguna».
En una respuesta enviada el 13 de junio, Ortega mostró su «disposición de escuchar una propuesta», y dijo que lo haría «dentro del marco constitucional, de las leyes que rigen el país», mismas que establecen que las elecciones presidenciales deben darse cada cinco años.
Estados Unidos también pidió el viernes pasado al Gobierno de Ortega que convoque a elecciones «anticipadas y libres» para poner fin a la violencia desatada hace más de dos meses.
Nicaragua vive desde el pasado 18 de abril la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, con Ortega también como presidente.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años consecutivos en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Deseo y promuevo la paz para Nicaragua pero me inquieta la frase “queremos la paz”, cuando lo que se desea es una tranquilidad que le asegure sus privilegios a unos pocos o se pretenda una sociedad sometida que no exija sus derechos.
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 25 de junio de 2018
