El arzobispo de Managua pide al pueblo "no contestar mal, no dejarse provocar"

Cardenal Brenes: «Nosotros somos pastores, no políticos»

Sobre Ortega: "Respeto su autoridad como presidente de la República y a su esposa"

Cardenal Brenes: "Nosotros somos pastores, no políticos"
El arzobispo de Managua pide al pueblo "no contestar mal, no dejarse provocar"

Nicaragua llegó a los primeros 100 días de su crisis más sangrienta desde la década de 1980, con 448 muertos, 2.830 heridos, 595 desaparecidos, en su mayoría civiles, y con una economía con expectativas a la baja

El cardenal de Managua, Leonardo Brenes, ofreció una misa de desagravio en la parroquia de Santiago en la ciudad de Jinotepe para reparar las ofensas de las que han sido víctimas los sacerdotes y la iglesia. En su homilía, Brenes exhortó al pueblo a «no contestar mal, no dejarse provocar», por los paramilitares enviados por Ortega.

«El odio lo podemos vencer con el amor que Cristo nos da», recalcó el purpurado, quien insistió en que «nosotros somos pastores, no políticos y creemos, insistimos en que el diálogo franco y sincero es la solución a esta violencia que nos afecta y nos duele como pastores y sabemos que afecta y duele a todos los nicaragüenses».

Ante las acusaciones de ser golpistas, considera al presidente un político ágil, y como todo político presenta sus pensamientos y los expresa cuando no está de acuerdo con otras opiniones. De mi parte, como nicaragüense, afirmó el Cardenal Brenes, como hombre de fe y pastor de esta arquidiócesis, respeto las opiniones que él ha dado, y respeto su autoridad como presidente de la República y a su esposa.

«Apenas supe la noticia de que nos llamó golpistas, me fui a visitar el Santísimo Sacramento, y sentí la paz, porque no quiero anidar sentimientos negativos, quería paz en mi corazón, pues de palabras feas, no puedo albergar en mi corazón sentimientos feos».

 

 

 

 

La misa en desagravio fue un acto de humildad en el que se busca reparar en la medida de lo posible los pecados o faltas. La solemnidad ha iniciado con la bendición de las paredes del templo.

Los sacerdotes católicos han caminado literalmente entre las balas, para salvar las vidas de los jóvenes, en ataques de las «fuerzas combinadas» del Gobierno, compuestas por policías, antimotines, parapolicías, paramilitares y grupos oficialistas, encapuchados y ataviados con armas de guerra.

Nicaragua llegó a los primeros 100 días de su crisis más sangrienta desde la década de 1980, con 448 muertos, 2.830 heridos, 595 desaparecidos, en su mayoría civiles, y con una economía con expectativas a la baja.

Desde el 18 de abril hasta la fecha, los primeros 100 días, las protestas contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega han dejado 448 muertos, 2.830 heridos, de ellos 72 con lesiones permanentes, 595 desaparecidos, cientos de detenidos y procesados, según un informe divulgado por la no gubernamental Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH). Entre los fallecidos, la organización reportó una brasileña, un estadounidense y un guatemalteco. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

(RD/Vatican News)

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

Lo más leído