Uno de los fundadores del colectivo Iglesia Pueblo de Dios en Movimiento

Paulo Bezerra: «Es fundamental no desperdiciar el paso de Francisco entre nosotros»

"Venir para la periferia significa también volver a lo original del Evangelio"

Paulo Bezerra: "Es fundamental no desperdiciar el paso de Francisco entre nosotros"
Paulo Bezerra Agencias

Los obispos se han asociado a los grandes medios de comunicación social que hacen el papel de masacrar y manipular a la opinión pública contra aquello que fue bueno en el gobierno Lula

(Luis Miguel Modino, Brasil).- El padre Paulo Sergio Bezerra se define como un padre de periferia, donde nació y ha pasado la mayor parte de su vida, en la conocida como zona este de São Paulo, un lugar donde está como «opción por los pobres» y a donde llegó llamado el testimonio de Don Angélico Bernardino, un obispo al que admira profundamente por su valentía y coherencia y porque «siempre fue un obispo de base», alguien que es «coherente con el Evangelio y con la historia, con una lucidez profunda y una persona que tiene una abertura a la realidad, que está donde la Iglesia debería estar».

En esta larga entrevista, Paulo Bezerra, uno de los fundadores del colectivo Iglesia Pueblo de Dios en Movimiento, reflexiona sobre la situación que hoy en día vive la Iglesia, con un Papa que le ha ayudado a reafirmar que todo lo que ha hecho y hace es «el rumbo cierto», y un clero y unos seminaristas carreristas que le dan la espalda al Papa y a sus propuestas.

También habla sobre la situación social y política de Brasil, marcada por una profunda crisis, que el considera un kairós, reflexionando sobre las figuras de Lula, de quien dice que su prisión es injusta, y de Guilherme Boulos, alguien que ha conseguido hacer una «política desde abajo» y a quien apoya abiertamente. En ese sentido, dice que la Iglesia no se interesa por todo lo que hace referencia a la dimensión política, una Iglesia que no lleva a cabo una pastoral de conjunto.

 

Siempre ha trabajado en la periferia de São Paulo, ¿qué significa ser cura en la periferia?

Nací en la periferia de São Paulo, en São Miguel Paulista, en el barrio de Cangaíba, estuve trece años con los Redentoristas en Aparecida. Después, en el tiempo de noviciado, leí mucho el periódico «O São Paulo», en el tiempo en que Don Paulo Evarisrto Arns era cardenal. Leyendo mucho ese periódico y viendo que la Iglesia de São Miguel Paulista era más firme en la cuestión social, hice el noviciado, un año de teología y decidí volver a mi lugar, que es la periferia, vine para la periferia con el obispo Don Angélico Sândalo Bernardino.

Vine por opción por los pobres, en una época marcada por la coyuntura del régimen militar, vinimos muchos ex-religiosos, en la época en que tuvo lugar la operación periferia. Muchas religiosas dejaron los colegios y fueron para las periferias, y con Don Angélico formamos un grupo muy bueno de agentes pastorales. Venir para la periferia significa también volver a lo original del Evangelio.

 

 

Todo el trabajo que hace a lo largo de tanto tiempo, que muchas veces no fue entendido dentro de la propia Iglesia, con la llega del Papa Francisco, que habla de esa Iglesia en las periferias, ¿siente que reafirma la opción que un día hizo, a pesar de las críticas y de situaciones incomodas que ha experimentado a lo largo de su vida?

Pienso que para asumir un trabajo de periferia tiene que ser un trabajo hecho con cuerpo intereclesial, el obispo me manda teniendo religiosos, sacerdotes y laicos comprometidos. Eso nosotros los vimos como un proceso constante, nada era hecho de una forma personal, personalista, había una pastoral de conjunto. Eso fue quebrado en 1989, justamente con la división de la Archidiócesis de São Paulo por Juan Pablo II, y ahí se rompió todo el trabajo pastoral de la gran São Paulo.

En todos esos años de pontificado de Juan Pablo II y Benedicto XVI fuimos quedando cada vez más reducidos cada uno en su lugar, en su rincón. A muchos les gustó la independencia, sin pastoral de conjunto, dejando de creer en las comunidades, de consejos económicos, consejos pastorales, asumiendo cada vez más una línea personal más de conservación de la parroquia.

En mi caso estoy en Itaquera hace treinta y seis años, tengo treinta y ocho de sacerdocio, y eso explica porque opté por no dejar desconstruir todo lo que fue hecho en el tiempo de la región episcopal. Durante muchos años estuve prácticamente sólo, unas tres, cuatro o cinco parroquias en medio de cien. En 2010, para no estar solos, algunos sacerdotes, sentimos la necesidad de encontrarnos para una coordinación pastoral, para nuestras cuestiones presbiterales, y decidimos porque no hacen que los laicos y los sacerdotes estén juntos, y formamos el colectivo IPDM, Iglesia Pueblo de Dios en Movimiento.

Ese nombre surgió de una expresión de Don Angélico. Hicimos un libro del tiempo suyo aquí en São Miguel, y él mismo dijo, hagan un libro no sobre Don Angélico, haga un libro diciendo que Don Angélico está en medio del pueblo, somos Iglesia Pueblo de Dios en Movimiento, de donde surgió el nombre del colectivo. Comenzamos las reuniones, eran diez parroquias al principio, hoy estamos sólo tres. Era de esperar que con el Papa Francisco aumentase el número de parroquias, inclusive para asumir las propuestas de Francisco, pero infelizmente disminuyó para tres.

Con Francisco, vino, en primer lugar, una afirmación de que estamos en el rumbo correcto. En segundo lugar, tenemos una fuerza mayor que nos ayuda a enfrentar todo aquello que viene como represión o incomprensión. Y tercero, no nos quedamos lamentando el pasado y compartimos la creatividad pastoral. En mi parroquia siempre hubo, pero ahora existe un espíritu nuevo, hay que romper con el clericalismo que es muy fuerte, clericalismo, devocionismo, gente totalmente unidos a nuevas tradiciones, y ahí estoy hablando de Encuentros de Matrimonio con Cristo, el Rosario de los Hombres, una serie de devociones que llegaron para dejar todo sólo en lo religioso. Con Francisco, yo no tengo ninguna duda, todas las puertas están abiertas y si alguien nos viene a reprimir, nosotros ahora tenemos un argumento más fuerte.

 

Esa actitud del Papa Francisco y lo que está pasando con la Iglesia Pueblo de Dios en Movimiento, donde sólo participan tres parroquias, puede llevarnos a decir que el Papa Francisco se queda muchas veces como un adorno. ¿Cómo convencer al clero y a toda la Iglesia que el camino que propone Francisco es el camino que debe ser seguido?

A partir de la práctica pastoral, ir haciendo a partir de lo que el Papa dice, escribe, lo que él pide, y haciendo que Francisco sea reconocido en las bases, porque a veces él no es ni citado en la plegaria eucarística. Hay parroquias que cuando dice recordemos al Papa, no dicen ni el nombre. Desde que la Evangelii Gaudium fue publicada, todas las diócesis del mundo deberían parar y hacer su plan pastoral a partir de ahí, que es una nueva etapa de la Iglesia, como él mismo dice al inicio de la Evangelii Gaudium, y eso no fue hecho.

Tenemos que intentar ganar la simpatía de la gente, sobre todo de los desinformados. Con las redes sociales, así como circula todo lo que no es bueno, tenemos que divulgar esos blogs, esas páginas importantes. Yo siempre hago eso. Sé que la gente no lee textos largos, por lo que resumo el texto, hago un comentario. Es un proceso a medio y largo plazo.

También tiene que haber una interferencia radical en los seminarios, cambiar completamente la estructura de formación sacerdotal, esta estructura de formación ya no es posible, no lleva las nuevas ideas de Francisco, por el contrario lleva al rechazo de la Iglesia de Francisco, hay que acabar con ese tipo de seminario. Esa es una convicción que tengo y hay otras personas que piensan igual. Pienso que será un paso importantísimo, volver a ver toda la formación de los sacerdotes. Volver a un estilo que se hacía antes aquí, que eran las casas de formación. Los seminaristas vivían en casas parroquiales, con sacerdotes lúcidos, que en aquella época eran más próximos de la línea que el obispo pedía, y allí se formaban los sacerdotes, en la pastoral, en el estudio y en el trabajo. Ahora se ha vuelto al seminario antiguo, con tiempo para estudiar, pero no estudian, buscan la carrera.

Son dos cosas, en primer lugar reforzar en las comunidades y divulgar al Papa Francisco, renovar las estructuras parroquiales, él habla de estructura parroquial nueva, renovar de hecho horarios, modalidades. Divulgar, yo creo que divulgar es fundamental. Crea polémica, pero es bueno. Después intervenir en los seminarios, yo creo que son dos vertientes que no se las puede dejar de lado.

 

 

 

¿Podríamos decir que los seminarios, a pesar de las críticas del Papa Francisco ante esa actitud, continúan siendo una escuela de clericalismo?

Sin duda, el seminario es hecho por personas clericales. Los rectores de los seminarios tienen esa forma de pensar y algunos institutos de teología, el más importante aquí es la PUC (Pontificia Universidad Católica), donde algunos obispos de la grande São Paulo no tienen más seminaristas estudiando. Hay otros institutos en la zona este, en Mogi das Cruzes, en la zona oeste. Mandan a los seminaristas a institutos donde algunos profesores son explícitamente contrarios a lo que el Papa dice, hasta el punto de un profesor llegar en la sala de aula y decir que Francisco deja la moral muy suelta, que es un Papa que dela las cosas sin atar, sin un rostro definido.

Continúa en los institutos de teología algunos profesores con un predicamento contrario a lo que el Papa propone. Los seminaristas son sin duda carreristas. Aquí en São Paulo hay varias tiendas y librerías religiosas. Ellos están en la parte de objetos religiosos, en la de los libros pocos paran, donde venden turíbulo, naveta, velas, clergiman, pero libros que están casi siempre delante, pocos paran, y eso general el clero más joven.

 

Ha hablado de Don Angélico, que se hizo famoso por presidir un acto ecuménico el día que Lula se entregó. La actitud de Don Angélico despertó muchos elogios en la Iglesia de base, pero algunos miembros de la jerarquía criticaron, abierta o veladamente esa actitud. Inclusive usted estaba allí. ¿Qué decir ante esa situación por la que Don Angélico pasó? ¿Qué decir ante la situación que Lula y Brasil están viviendo?

En primer lugar, Don Angélico siempre fue un obispo de base, desde que era padre joven en Ribeirão Preto. Cuando no tuvo más espacio en la catedral de Ribeirão Preto, porque había cierta persecución, pues él hablaba abiertamente contra el régimen militar, cogió su maletín y se fue a una favela y allí vino para São Paulo. La vida entera, su padre era metalúrgico, su madre que tenía ocho hijos, si no recuerdo mal, y Don Angélico siempre tuvo una postura toda la vida. Él abrió caminos para que mucha gente los siguiese, yo estoy en la zona este por su testimonio.

El hecho de haber ido el día que Lula fue preso en São Bernardo, yo también fui y esperaba haber encontrado como mínimo cincuenta padres. Había cuatro padres ancianos, inclusive Don Angélico, uno de ellos. Pienso que es una actitud de alguien que es coherente con el Evangelio y con la historia, con una lucidez profunda y una persona que tiene una abertura a la realidad, que está donde la Iglesia debería estar. Era de esperar que allí estuviesen por lo menos cien padres, obispos también. Cuando nosotros cuatro salimos del Sindicato y fuimos para la Plaza, fuimos aplaudidos, la multitud que estaba allí aplaudió. Quiere decir, la presencia de la Iglesia era esperada.

Don Angelico es una persona que tiene presente la realidad y donde va deja su mensaje a partir del Evangelio, pero el Evangelio encarnado en la realidad do hoy, y sólo podía ser, en aquel momento, alguien que no estaba de acuerdo con la prisión del Presidente Lula. Fue criticada, fue dicho que estaba instrumentalizando la liturgia. La liturgia es resonancia de lo que sucede en la vida. Entonces nos es cuestión de instrumentalizar, hay varios tipos de instrumentalización de la liturgia, y allí está un hecho de injusticia, Brasil entero hablando, juristas hablando, personas internacionalmente hablando.

Pienso que es un acto de valentía de Don Angélico, y más que valentía, de coherencia suya. Las malas lenguas dicen que es viejo, emérito y entonces que él hace y deja hacer, pero no es eso. Existe esa lectura que hacen de los padres más ancianos, diciendo que no tienen nada a perder. No hay nada a perder para quien no quiere carrera, que vive de la realidad y de los apelos de la realidad. Yo veo en Don Angélico coherencia con el Evangelio y con la historia de la CNBB en Brasil, una línea profética, entregada, comprometida.

 

 

Hasta porque Lula al inicio de su carrera política estuvo muy unido a la Iglesia católica y a lo largo de sus mandatos, el cuidado que tuvo con los pobres, es una muestra que esa visión a partir del Evangelio y de la vida de la sociedad estuvo muy marcado. ¿Por qué ese distanciamiento en la actualidad, de donde viene todo eso?

Pienso que viene, en primer lugar, de que los obispos se han asociado a los grandes medios de comunicación social que hacen el papel de masacrar y manipular a la opinión pública contra aquello que fue bueno en el gobierno Lula, que entró en el alma del pueblo. En el tiempo de la dictadura militar en São Paulo, había aquí dos locutores que diariamente en la radio, hablaban contra Don Paulo Evaristo y contra los derechos humanos, diciendo que derechos humanos es defender bandido, y eso está hasta hoy. Si hablar de derechos humanos, la gente dice que la Iglesia defiende a los bandidos. Aquello era en la radio, imagina en la televisión.

Es impresionante como gente que hoy son de clase media, beneficiadas también por el gobierno Lula, sienten una rabia que, ni psicológicamente sé explicar de donde viene esa rabia, pero pienso que buena parte de la explicación está en los medios de comunicación social comprometidos con el poder económico. El poder económico, se defiende, él se propaga, él domina a través de los medios de comunicación social comprometidos con él mismo. Ahí veo que infectó la cabeza de la gente y es difícil convencer de lo contrario. Si ves aquellas manifestaciones de verde-amarillo, la gente habla, habla, habla, pero no tiene una propuesta concreta. ¿Dónde está ahora toda esa gente que salió contra Dilma? Y hoy está mucho peor.

Por otro lado, ves por ejemplo el MTST (Movimiento de los Trabajadores sin Techo), aquí en São Paulo, o en el interior el MST (Movimiento sin Tierra), como están firmes, continúan varios frentes de lucha, no es sólo una cuestión de habitación, es una cuestión de derechos, estando presentes en las luchas populares del pueblo brasileño. Ahora bien, no tienen visibilidad, no aparece en las estadísticas. Ahí lo que yo veo es que los medios alternativos son fundamentales, para que esas luchas puedan aparecer y también ir cambiando la visión que el pueblo tiene. Pienso que lo principal es esa vinculación, ese servicio, que los medios de comunicación social hacen al poder económico para mantener esa política actual.

 

En el mes de octubre están previstas elecciones en Brasil. Personalmente y desde la Iglesia Pueblo de Dios en Movimiento, ha manifestado cierta aproximación a Gilherme Boulos, visto por algunas personas como el nuevo líder de la izquierda brasileña. ¿Qué puede representar él para el futuro de Brasil?

Boulos ya está presentando, en el presente, algo para el futuro de Brasil en la cuestión política, que es la política desde abajo, que el PT hizo en las décadas de ochenta y noventa, en los comités, en los grupos, etcétera. Y está haciendo eso a través de aquella plataforma Vamos que recorre todo Brasil con muchas propuestas, está yendo en varios lugares donde es invitado, y el discurso de Boulos insiste en dos puntos, el primer punto una conciencia de que nadie cree en la política tal como está. La gente lo rechaza con el voto nulo o en blanco. Y la segunda condición es que tiene que partir sin duda de las bases. La propuesta de Boulos es a medio y largo plazo, de total reconfiguración de la manera representativa de la política.

Pienso que algo nuevo va a suceder de aquí al futuro, en verdad ya está sucediendo. Él mismo dijo que nos es el heredero de Lula, él está con el pueblo cuando critica la prisión injusta de Lula, tiene sus críticas al PT, pero él propone otra salida, no profesionalizar los mandatos. Hay quien hace del mandato una carrera, se queda cuatro años, ocho, doce, diéciseis años. Pienso en algo nuevo y hay un diálogo con los movimientos sociales, que el PT dejó de hacer, eso es una debilidad.

No tener ninguna concesión para el piso de arriba, nada de concesiones a los grandes, en lo que dice a tipos de interés y riquezas, nada de un gobierno al servicio de los banqueros, privilegiando temas importantes que a veces, no fue dicho explícitamente por el PT, como la cuestión de las tierras indígenas. Cuantas veces Don Erwin Kräutler pedía a Dilma que le recibiese y parece que no fue recibido. Después los debates de temas abiertos, aborto, homosexualidad, negros, diversidad. No hay problema en conversar sobre nada, hablar sobre todo, no sólo conversar como dar valor a las personas.

Es un mandato, yo pienso, mucho más plural, mucho más abierto y sin miedo de tocar en temas que parecen temas que dan más fama o menos fama. Nosotros IPDM, está claro que hay personas en el IPDM que apoyan a Lula, se fuese candidato, y otros a Boulos. Ahora, el propio Boulos entró como candidato por causa de esa situación que está ahí, él pensó mucho, habló con las bases del MTST, con varias personas. Es una candidatura que fue muy hablada, no es una candidatura de tirar en cualquier dirección, hay un proceso de construcción de esa candidatura, con propuestas también. Está la plataforma suya con sugestiones para ser un gobierno diferente.

Creo que vale a pena invertir, yo personalmente declaro mi voto para él y estamos comprometidos en las luchas también, nuestra presencia en las manifestaciones, como camino para una cosa nueva, a ser construida.

 

 

 

En la Iglesia brasileña, el movimiento Fe y Política, durante mucho tiempo tuvo una gran importancia. Poco a poco, ese desencanto, no sé si es la palabra más acertada, con la política se instaló también en el interior de la propia Iglesia. ¿No sería necesario retomar esa dimensión dentro de la Iglesia católica y hacer una reflexión que ayude a tomar conciencia de la importancia de la política como instrumento necesario para hacer realidad un mundo mejor para todos?

Si depende del clero eso no va a salir nunca. La cuestión de Fe u Política, por lo menos en la zona este, fue sustituida por una organización llamada escuelas de la ciudadanía, hay varias escuelas aquí en São Paulo que van en esa línea de Fe y Política, pero con un nombre diferente y con propuestas bien concretas, de conquista de derechos ciudadanos. Yo creo que ese es un camino interesante, algunas diócesis asumieron eso y algunas parroquias, nuestras regiones pastorales.

En nuestra parroquia estamos tentando hacer encuentros sobre la realidad brasileña. En el primer encuentro vino sólo una persona, después fueron dos. Parece que la gente no quiere hablar de la realidad brasileña, parece que no quiere mismo, porque fue contaminado que todo eso no vale para nada, todo mundo roba, etc. Eso pienso que también es una cosa a ser reconstruida, pienso que en los campamentos del MTST ellos lo hacen muy bien hecho, pero mi opinión personal es que ellos reflexionan más sobre su propia práctica. No tengo casa, no pago alquiler, entonces vamos atrás y allí comienza una reflexión.

Nuestra Iglesia hoy, nuestros católicos que frecuentan la Iglesia en São Paulo por lo menos, hay desempleados, gente sin dinero, pero existe una parte de la población que ya tiene su casita, se acomodó. Otra cuestión es que eso es un trabajo que no se hace en una parroquia, es una opción prioritaria de una Iglesia que está organizada. Tiene que haber personas, medios, instrumentos, objetivos. Pienso que hacemos, pero si hubiese una concordancia mayor, uno consigue más resultados.
No tenemos eso, la pastoral de conjunto, no sólo en Brasil, sino en el mundo entero. Si ves la CNBB, por ejemplo, sus propuestas, ¿cuáles llegan realmente hasta las diócesis? La propia propuesta del Papa sobre el Sínodo de la Familia, el cuestionario. ¿Quién respondió aquello, qué diócesis lo organizó? poquísimas. No sé ahora con el Sínodo de la Amazonia, con los cuestionarios, se llega hasta la gente, se hay interés. Siento mucho desinterés, una indiferencia con lo que está pasando muy peligrosa, donde las personas no creen, y lo entiendo, están tan contaminadas, con tanta rabia , tanto odio, que no quieren ni dialogar.

Yo pienso que tiene que ser con la práctica. Los movimientos sociales hoy y los sindicatos tienen que convertirse. Los sindicatos hicieron mucho en la línea de la profesionalización, pero quien sabe si toda esta crisis, la crisis del propio Partido de los Trabajadores, la crisis económica, hace también reverse institucionalmente a los sindicatos, a salir del profesionalismo, a hacer trabajo de base de nuevo. En la huelga de los camioneros había de todo, había camioneros defendiendo a Bolsonaro, otros defendiendo la vuelta de los militares, algunos defendiendo la cuestión de la liberación de Lula. Hay una desorganización general, necesitamos reunir fuerzas, creer. Es un desafío para mí, yo soy sacerdote hace 36 años, y no hay cosa más compleja que la gente. Nunca entiendes para donde tu gente quiere ir. Piensas y más adelante vuelve de nuevo.

La juventud es una cuestión que podría ser mejor vista por la Iglesia. Veo ahora que la Pastoral de la Juventud – PJ , que fue castigada en los años noventa, y hasta quitaron de la CNBB el nombre de PJ, está viva, hay encuentros de PJ. Veo muchos más nucleos surgiendo pero fuera de la Iglesia que dentro de la Iglesia, inclusive en esos colectivos nuevos de juventud. En el PSOL (Partido Socialismo y Libertad) tiene varios núcleos, núcleos de barrio. Si la Iglesia no dialoga con esa gente, si no estamos ahí dentro juntos, vamos a quedarnos en un grupito de personas cada vez más envejecido.

 

En ese sentido, podríamos decir que la educación desempeña un papel fundamental. Vosotros participais de la organización Scholas Ocurrentes, que es un proyecto de educación alternativo y que hace que una educación de calidad pueda llegar a todos, también a las periferias. ¿Cómo está mejorando ese trabajo o puede mejorar la vida de los niños y de los jóvenes en las periferias?

Scholas Ocurrentes aquí en Brasil se llama Puntos de Encuentro y ya estaban presentes en la época de Lula. Nosotros estamos comezando ahora prácticamente. Esa propuesta de encantamiento de los jóvenes con la cultura, con el arte, etc. Para nosotros aquí, en cuanto esa organización es algo nuevo. Nosotros tenemos también otras formas en la parroquia, oficinas, aulas de teatro, debates. A través de algunas personas de IPDM vamos llevando adelante en Brasil esa propuesta de Scholas Ocurrentes.

Yo mismo participé en Roma en un encuentro internacional que sirvió para conocer. En cuanto propuesta, pienso que es maravillosa, es una cosa de derecho pontificio, dependiente directamente del Papa. Existe la propuesta de estados que invierten dinero en la educación de militares, servicio militar obligatorio, recibiendo un sueldo. Tal vez hacer eso con los jóvenes en la cuestión de la cultura. En Argentina ya fue lanzado, aquí en Brasil hay también algunos puntos, pero yo personalmente estoy empezando a conocer eso ahora, aunque haya ya esa experiencia en Brasil hace algún tiempo, llamada Puntos de Encuentro.

 

 

¿Alguna cosa más a destacar?

Me gustaría insistir en dos cosas, en primer lugar la crisis es importante como un kairós, un tiempo favorable para que profundicemos en la crisis y ver caminos nuevos. En segundo lugar, no dejar desperdiciar el paso de Francisco entre nosotros. Creo que es fundamental que nos articulemos en torno de sus propuestas.

En el seminario que hubo en Rio Grande do Sul, sobre el cambio profético de Francisco, encontré algunas personas más de base que decían que en su diócesis el obispo no hacía eso o los padres no hacían lo otro. Mi respuesta fue, hacedlo vosotros, hagan independiente del obispo, del padre, id haciendo. Pienso que eso es fundamental, no quedarnos esperando promoción ni apoyo , ir haciendo, ir creando casos, haciendo, reviendo, y sin miedo de avanzar.

Pienso que en esas dos cosas necesitamos ser muy firmes. La crisis enseña y ella es Kairós. En segundo lugar, no tener miedo de hacer y descubrir colaboradores y colaboradoras en esta caminada de liberación.

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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