Cabrejos manifestó que debemos trabajar para proteger a los niños y garantizarles una buena educación, salud y bienestar
«Les pido que no dejemos de ver la vida, con la mirada limpia de un niño, y que no desistamos de luchar y trabajar por ellos y sus derechos, pues una sociedad que abandona a los niños, está condenada al fracaso«, lo dijo Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, en su visita a los pacientes del Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja, en Lima, este viernes 17 de agosto, en el marco de la celebración por el Día del Niño, que en el Perú se conmemora el 19 de agosto.
Visita a un Hospital Pediátrico
El Presidente del Episcopado Peruano – se lee en el Comunicado – estuvo acompañado de la Directora General del Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja, Dra. Zulema Tomás. Ambos recorrieron los pabellones de las unidades de Quemados, Cirugía Pediátrica, Especialidades Quirúrgicas y Especialidades Pediátricas del nosocomio y entregaron los obsequios que fueron recibidos con mucho entusiasmo por los menores.
Durante esta visita, Mons. Cabrejos compartió muchos momentos de alegría con los pacientes y sus padres, y les impartió la bendición, a quienes se lo solicitaban. Cabe indicar que gran parte de estos pacientes, cuyas edades van desde lactantes hasta los 17 años de edad, sufren enfermedades de alta complejidad.
Oración por los Niños
Antes de iniciar el recorrido por las instalaciones del hospital, Mons. Cabrejos ofició una oración, en la que participaron autoridades del hospital, pacientes, acompañados de sus padres, personal médico y de apoyo.
Durante esta breve ceremonia, el prelado manifestó que debemos trabajar para proteger a los niños y garantizarles una buena educación, salud y bienestar.
Monseñor Cabrejos, en el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja, Lima
Monseñor Sánchez, de Tucumán: «Brindémosles mucho cuidado y afecto»
Mientras tanto, el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, también envió una carta con motivo del Día del Niño, en sintonía con la declaración de la Comisión Ejecutiva del Episcopado sobre la defensa y custodia de toda vida.
En primer lugar, agradeció «a todos los que ofrecieron sus oraciones, sacrificios, horas de adoración; así como los que de una u otra manera han aportado en la defensa de toda vida con la participación en las marchas, carpas de información, recolección de firmas, exposiciones en el Congreso, charlas, debates, campañas de concientización, formación y gestos concretos de custodiar toda vida; porque vale toda vida«, afirmó.
El arzobispo llamó a «acrecentar la fraternidad de nuestra Patria, en la vida ordinaria de nuestras comunidades, de los barrios y realidades sociales, reconstruyendo los vínculos y fortaleciendo el respeto y el diálogo aún con el que piensa distinto, superando las divisiones». En ese sentido, llamó a empezar «por nuestras familias, promoviendo el encuentro, el diálogo, la educación, el compartir fraterno».
Por otra parte, animó a «trabajar concretamente en las diversas iniciativas de formación y los servicios de cercanía, solidaridad y compromiso en favor de la vida, de toda vida y en todas las etapas de la vida, desde el niño que se gesta en el seno materno como el que nace y crece en nuestras familias, en nuestros barrios y en tan diversas situaciones; de nuestros adolescentes y jóvenes, de nuestros ancianos y enfermos, en fin, de toda vida porque vale toda vida», insistió.
El arzobispo reconoció que el motivo de la carta es la celebración del Día del Niño, y detalló: «Del niño que se gesta en el seno materno, así como de todo niño que, ya nacido, vive entre nosotros. Brindémosles mucho cuidado y afecto,» pidió, y agregó: » Que no les falte el pan de cada día, la educación, la salud, la alegría de tener un lugar en nuestra sociedad. Juguemos con ellos, charlemos con ellos, escuchémoslos a ellos. Que socorramos tantas situaciones que necesitan ser atendidas y de las que todos somos responsables».
«Que Jesús siga abrazando y bendiciendo a nuestros niños a través nuestro. Que nuestra Madre nos ayude y enseñe a respetar la vida, cuidarla, defenderla y servirla y que la Virgen de la Merced, Madre de misericordia nos acompañe para seguir caminando juntos en la construcción del Reino de Dios», concluyó.
(RD/Agencias)
Monseñor Sánchez bendice a un niño enfermo
