"Más que un Papa amazónico, es un Papa humano y que quiere transmitir esa humanización"

Anitalia Pijache: «Por primera vez la Iglesia empieza a ver diferente a los pueblos indígenas»

"El Sínodo es algo nuevo, un reto para la Iglesia (...) Si no tenemos espíritu no pdemos hablar"

Anitalia Pijache: "Por primera vez la Iglesia empieza a ver diferente a los pueblos indígenas"
Más que un Papa amazónico, Francisco es un Papa humano Luis Miguel Modino

Que nos devuelvan la dignidad, y que nos devuelvan la dignidad es respetarnos con lo que somos, con lo que tenemos, con lo que nos relacionamos con el otro y en especial con el Ser Supremo

(Luis Miguel Modino, Brasil).- Anitalia Pijache es una indígena okaina witoto, que vive en el resguardo indígena Tikuna Witoto en el municipio de Leticia, Colombia, justo en la frontera con Brasil y Perú.

Como muchos en la Amazonia, también está participando del proceso sinodal, diciendo abiertamente que con el Papa Francisco y la convocatoria del Sínodo de la Amazonia, «por primera vez la Iglesia empezaba a ver diferente a los pueblos indígenas y que por primera vez había alguien que podía ser un aliado nuestro».

La joven indígena, que forma parte de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, pide que se les dé el lugar que merecen a los pueblos amazónicos, «que nos devuelvan la dignidad». Los pueblos indígenas, a través de su cultura, tradiciones y espiritualidad pueden aportar elementos que ayuden a la vida del Planeta y de la humanidad. En ese sentido, el capitalismo se presenta como una de las grandes amenazas para estos pueblos. Frente a eso, la joven indígena insiste en que «dar a conocer lo que nosotros sabemos es muy importante».

Al hablar del Papa Francisco le ve como aquel «que dice que estamos aquí para permanecer unidos y respetarnos en medio de la diferencia«. Anitalia ve la REPAM «como ese llamado de diferentes puntos, sobre todo de la Amazonía, para acogernos como hermanos y que el objetivo es uno sólo, es la vida, no sólo la vida de los árboles, ni del río, ni de las montañas, es la vida del Planeta».

La joven indígena pone de manifiesto que «la espiritualidad está en todo, para nosotros todo es espiritualidad», pues la «espiritualidad no es sólo algo imaginario». En su opinión, el Sínodo «es algo nuevo, un reto para la Iglesia y es un reto grande», que debe provocar un nuevo modo de evangelizar y hacer realidad lo que el Papa pide «lleguen a los pueblos, quítense los zapatos, caminen con ellos, júntense con ellos, aprendan de ellos y de su espiritualidad».

 

 

¿Como indígena, cuál fue su reacción cuando el Papa Francisco convocó el Sínodo de la Amazonia y dijo que quiere escuchar la voz de sus pueblos?

En una ocasión dije que por primera vez la Iglesia empezaba a ver diferente a los pueblos indígenas, y que por primera vez había alguien que podía ser un aliado nuestro en favor de la defensa no sólo de la Amazonia, sino de la vida de la Amazonia en concreto.

 

¿Cuáles son los gritos que los pueblos indígenas, en esta región de la Triple Frontera, tienen para decir al mundo y sobre todo a la Iglesia?

A la Iglesia y para el mundo, lo que hemos dicho siempre desde nuestra resilencia. Han sido 523 años que de alguna manera hemos resistido, y lo que ahora podemos decir los que ya hablamos esa lengua que muchos otros hablan, lo que pedimos es no que nos respeten, no que nos valoren, sino que nos den nuestro lugar, no sólo porque somos nativos de acá, sino porque somos parte de esta vida y parte de la vida del Planeta. Que nos devuelvan la dignidad, y que nos devuelvan la dignidad es respetarnos con lo que somos, con lo que tenemos, con lo que nos relacionamos con el otro y en especial con el Ser Supremo.

 

¿Qué es lo que los pueblos indígenas pueden aportar a la espiritualidad cristiana desde su propia espiritualidad?

Nuestra alegría. Yo creo que nosotros hemos sido muy respetuosos con el otro, muy respetuosos en su diversidad. Y con nosotros mismos también porque en nuestras fiestas rituales, en el caso de mi pueblo, nos unimos todos y celebramos todo en diferentes lenguas. Pero el compromiso es uno sólo, la reconciliación, el estar unidos, el compartir la comida, el sanar las enfermedades, el preocuparnos por nuestros mayores, por nuestros niños. Esas son nuestras fiestas rituales, que siempre invitan a la unidad, que siempre invitan a estar fuertes, a trabajar juntos, hombres, mujeres, la comunidad.

 

El mundo capitalista tiene como uno de sus valores supremos la ganancia a partir del individuo. Los pueblos indígenas tienen como objetivo el Buen Vivir a partir de una visión comunitaria. ¿Cómo se conjuga eso en alguien que es indígena, pero que también vive, o sufre, esa cultura capitalista que está presente en todos los rincones del Planeta?

Los pueblos que estamos más cerca de las grandes ciudades o de los pueblos grandes, de los centros poblados, este tema del capitalismo o desarrollo industrial, es una amenaza, pues parece que los pueblos nunca estamos preparados para la llegada de algo de fuera que no está dentro de nosotros, pero que es algo que nuestros abuelos nos habían dicho, más adelante van a venir confusiones, desórdenes, pero nunca nos decían de que manera.

Ahora uno lo medita y uno lo reflexiona como yo, joven, que de alguna manera tengo ese contacto con el otro, lo que uno dialoga con la comunidad es que del otro es bueno tomar lo mejor, aquello que nos va a servir como pueblo. Aprender a leer, a escribir, a conversar con el otro es importante. Dar a conocer lo que nosotros sabemos es muy importante, utilizar los medios de comunicación que tiene el otro es muy importante.

Pero qué medios de comunicación y cómo lo vamos a hacer, eso tenemos que aprenderlo. Entonces lo que hacemos es eso, tratar de tomar lo que nos sirve y que nos hace fuertes. En esa lucha estamos, porque los más vulnerables son nuestros jóvenes. En este momento, nuestros jóvenes están muy vulnerables con este mundo capitalista y consumista en especial.

 

 

 

Del Papa Francisco se puede decir que es el Papa más amazónico y que ha tenido una mirada diferente para los pueblos indígenas. Como indígena, ¿qué representa la figura del Papa Francisco?

Yo pienso que más que un Papa amazónico, es un Papa humano y que quiere transmitir esa humanización para la humanidad. Así piensa un abuelo, así piensa una mamá, así es la naturaleza, que no está para uno ni para dos, la naturaleza está para todos y cobija a todos. Eso es lo que dice el «puerama», el sabio, el que motiva la unidad, la vida, el que no está hablando de individualidad, de separación, sino que dice que estamos aquí para permanecer unidos y respetarnos en medio de la diferencia. Eso significa para nosotros el Papa.

 

¿Qué es lo que significa la REPAM para ustedes?

Para nosotros la REPAM, ahorita que también hago parte de la REPAM, yo lo veo como ese llamado de diferentes puntos, sobre todo de la Amazonia, para acogernos como hermanos y que el objetivo es uno sólo, es la vida, no sólo la vida de los árboles los árboles, ni del río, ni de las montañas, es la vida del Planeta. Ese es el objetivo que más me gusta de la REPAM y lo que me une, sin yo ser católica, ser monja o creer en algo, sino como mujer indígena. Me motiva a caminar juntos y el objetivo es uno sólo, la vida.

 

Esa es una espiritualidad que está presente en la encíclica Laudato Si, donde esa espiritualidad amazónica, indígena, ese dar valor a la vida como un todo es la base de ese escrito. ¿Usted cree que la encíclica Laudato Si recoge esa visión que siempre formó parte de la espiritualidad de los pueblos indígenas?

Mira que pensaban que los indígenas eramos seres sin espíritu, sin vida, seres inferiores, pero medida que pasa el tiempo, y es un gran avance cuando alguien de alto rango a nivel universal, como es el Papa, yo creo que no es que piensa, sino que siente de manera diferente, porque él se ha dado cuenta que el espíritu del Padre Creador, que el espíritu de Mobu Inaima, de Cutapa, es un sólo espíritu. Eso vemos nosotros aquí, que la espiritualidad está en todo, para nosotros todo es espiritualidad desde que nacemos, desde que nos levantamos, la comida, cualquier momento nuestra relación es espiritualidad.

Si no tenemos espíritu no puedo hablar. Cuando un espíritu está bueno, habla palabras dulces, decimos nosotros, habla palabras que animan, que unen, que sanan, que comparten. Nosotros decimos que el espíritu no solamente se siente, el espíritu se come, se abraza, calma la sed. El tema de la espiritualidad no es sólo algo imaginario, que está por allá en las nubes o en el cielo. Para nosotros en todo momento está la espiritualidad.

 

¿Hasta qué punto usted cree que el Sínodo puede ayudar a los pueblos indígenas de la Amazonia?

A mí lo que comprendo del Sínodo es que es algo nuevo, un reto para la Iglesia y es un reto grande. Yo siento ahorita que todavía hay mucha confusión porque sacar ese chip de muchos años de la Iglesia católica llevando un pensamiento, llevando un mismo proceso en su modo de evangelizar, de llegar, cuesta ahora trabajo de enfrentar este nuevo reto que dice el Papa, lleguen a los pueblos, quítense los zapatos, caminen con ellos, júntense con ellos, aprendan de ellos y de su espiritualidad.

Yo hasta ahorita veo que muchos no han sido capaces de interiorizar eso y les cuesta trabajo, porque es un trabajo histórico, es un trabajo de dogma, de estudios, querer llevar un sólo pensamiento. Ahora el Papa dice, sacudanse porque lo que llevamos hay otros que sienten diferente, otros que piensan diferente, otros que viven diferente, pero que han ayudado a un equilibrio en la naturaleza, en el mundo, en la sociedad y por eso somos los amazónicos.

 

¿Existe entre los pueblos indígenas ese interés por el Sínodo o todavía es visto como algo que es de la Iglesia, del Vaticano?

El Sínodo es algo que todavía no ha llegado a las bases, porque de hecho las veces que he ido a las misas no se ha hablado del Sínodo como tal. Al parecer, a los sacerdotes les cuesta mucho trabajo aterrizar esto del Sínodo en el contexto de la comunidad.

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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