Brenes: "Las ofensas y las confrontaciones no dan nada a Nicaragua, crean sólo enemistad, tristeza y división"
(J. B./Vatican News).- En mitad de la crisis de violencia emprendida por Daniel Ortega contra la ciudadanía nicaragüense, Francisco ha escrito al presidente del país, instándole a trabajar por «una fraterna reconciliación y una pacífica y solidaria convivencia».
«Con motivo de la fiesta nacional de Nicaragua, hago llegar a todos los hijos e hijas de ese amado país, un cordial saludo, asegurándoles mi oración para que Jesucristo, príncipe de la paz, les conceda los dones de una fraterna reconciliación y una pacífica y solidaria convivencia», se lee en el mensaje, emitido el 31 de agosto y enviado a través de la Nunciatura. La nota fue leída en público ayer por la mujer de Ortega (y vicepresidenta del país), Rosario Murillo.
Las palabras del papa resuenan, y hacen eco a lo que ha declarado la Conferencia Episcopal a través de su presidente, el arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes, quien constantemente ha pedido respeto de los derechos humanos, respeto de la libertad de expresión, «las ofensas y las confrontaciones no dan nada a Nicaragua, crean sólo enemistad, tristeza y división».
La Iglesia invita al respeto
El fin de semana, en marchas en apoyo a Ortega, algunos manifestantes entraron con violencia y a la fuerza dentro de la parroquia de Nuestra Señora de la Merced, en Granada, mientras se oficiaba la misa. Un grupo de turbas afines al gobierno, entraron gritando e insultando, y fueron detenidos por los mismos fieles que les gritaban que respetaran la Casa de Dios. La Diócesis de Granada en un comunicado rechaza y condena este acto como una falta de respeto a «nuestras parroquias y piden sus oraciones para que cesen estos actos«.
Y siempre el domingo, el sacerdote Edwin Román de la iglesia San Miguel de Masaya, denunció que fue agredido verbal y físicamente por el sub director de la Policía Nacional, Ramón Avellán, quien junto a otros policías y simpatizantes sandinistas se plantaron frente a la iglesia con un alto parlante al momento de una misa. Al salir y pedirles que bajaran el volumen de los altoparlantes porque interrumpían el servicio religioso, como respuesta obtuvo ofensas y maltratos físicos.
El purpurado ha pedido que se realicen las marchas, pero en forma positiva y pacífica. El domingo en conferencia de prensa pidió una vez más que se vaya construyendo una cultura de paz y no una cultura de violencia. La Iglesia ante las ofensas, ora, ora por quien los calumnian y difaman. Y tiene una tranquilidad de corazón. Por último, el purpurado invitó a la población, todos los nicaragüenses, hombres y mujeres de buena voluntad que «no dejemos que el demonio siembre odio en nuestro corazón, si no dispongámonos a recibir el Espíritu Santo que da siempre frutos de amor.»
— P Antonio Rivero (@padreantoniolc) 10 de septiembre de 2018