El candidato de la derecha, simpatizante de la dictadura, logra el 46% de los votos en primera vuelta

Bolsonaro, un Mesías que no trae salvación para quien más la necesita

"Es partidario de la liberación del uso de armas, homofóbico, misógnico (...), amenaza con expulsar a los indígenas"

Bolsonaro, un Mesías que no trae salvación para quien más la necesita
Bolsonaro JY

La Iglesia católica también debe entrar en un periodo de reflexión seria y enfrentar los desafíos que el Papa Francisco propone, salir de las sacristías y hacerse presente en el escenario socio-político, con propuestas alternativas

(Luis Miguel Modino, corresponsal en Brasil).- El resultado de la primera vuelta de las elecciones brasileñas, celebradas este 7 de octubre, presenta un panorama que debe llevar a reflexionar y que pone de manifiesto como ha cambiado la sociedad brasileña en los últimos tiempos, hasta el punto de confiar en un Mesías que a todas luces no va a traer la salvación para los predilectos de Dios, los pobres y excluidos.

La ascensión de Jair Mesías Bolsonaro, militar en la reserva, ha sorprendido a propios y extraños, hasta el punto de que resulta impactante ver como ha superado el 46% de los votos válidos en esta primera vuelta, siendo el más votado en 17 de los 27 estados del país. ¿De dónde viene esa falta de esperanza en el sistema democrático? ¿Qué ha llevado a votar de un modo tan expresivo en un candidato que afirma ser simpatizante de la dictadura, uno de los periodos más oscuros de la historia reciente de Brasil?

Bolsonaro se declara partidario de la liberación del uso de armas, homofóbico, misógino, hasta el punto de defender que las mujeres ganen menos porque se quedan embarazadas y afirmar que el hecho de tener una hija, después de tres hijos, fue un desliz. Junto con eso ha amenazado con expulsar a los indígenas de las tierras demarcadas y reconocidas por la propia Constitución brasileña y ha insultado en diferentes ocasiones a los negros, una actitud que se repite en su vicepresidente, el General Mourão, quien la víspera de la elección afirmaba que su nieto era guapo porque era blanco, con lo que insistía en sus palabras de semanas atrás, cuando decía que Brasil había heredado la indolencia de los indios y las trampas de los negros.

 

 

 

 

El militar en la reserva es diputado desde 1991 y en este tiempo ha pasado por nueve partidos diferentes. Es alguien que no ha destacado por sus propuestas de ley y que se ha apoyado en su cada vez mayor reconocimiento entre la comunidad evangélica pentecostal, que le ha votado en su gran mayoría. De hecho, en esta última semana recibió el apoyo de Edir Macedo, fundador de la Iglesia Universal, una de las más influyentes en Brasil, y dueño de la Cadena de Televisión RECORD, una de las líderes de audiencia, que le entrevistaba, de forma claramente pactada, en cuanto el resto de candidatos debatían en la Cadena Globo.

Algunos obispos de la Iglesia católica han emitido, durante la campaña electoral, notas y realizado declaraciones en las que daban a entender, sin decir expresamente el nombre del candidato, que eran contrarios a que los católicos votasen en él, lo que provocó polémicas en las redes sociales, donde Bolsonaro es considerado el parlamentario más influyente en Brasil y donde ha basado buena parte del exitoso resultado en esta primera vuelta.

Por eso podemos afirmar que la Iglesia católica ha perdido buena parte del reconocimiento e influencia social que tradicionalmente tuvo en el país con mayor número de católicos del mundo.

La Iglesia fue una de las grandes luchadoras por el fin de la dictadura militar y la defensa de sus víctimas, con obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que fueron perseguidos abiertamente por el régimen militar, pero que con valentía profética le enfrentaron abiertamente. Por el contrario, en la actualidad no ha conseguido el vertiginoso ascenso de alguien que tiene nostalgia de la época dictatorial. Inclusive, no han sido pocos los católicos, entre ellos sacerdotes, religiosos y veladamente algún obispo, que han apoyado al candidato evangélico.

 


Bolsonaro, el candidato de la ultraderecha brasileña

 

Todo el trabajo de formación política llevada a cabo por la Iglesia durante décadas fue diluyéndose, llegando a este momento histórico en el que podemos decir que todo eso se puede ir al garete. La Iglesia católica también debe entrar en un periodo de reflexión seria y enfrentar los desafíos que el Papa Francisco propone, salir de las sacristías y hacerse presente en el escenario socio-político, con propuestas alternativas que defiendan a aquellos que siempre fueron los preferidos de Dios, los pobres, los excluidos, los descartables.

Brasil está a punto de disputar la prórroga de un partido en el que se juega el futuro de una joven democracia que se tambalea. La Iglesia, que tanto luchó por su vuelta, debe salir al campo y dejar clara su postura. Su credibilidad está en juego y, lo que es más importante, la defensa del Evangelio también.

Para leer todos los artículos del autor, pincha aquí:

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

Lo más leído