Algunso aseguran que el celibato es una forma extrema de pobreza, que pone a quienes lo practican en unión con los más solitarios, los rechazados
(José M. Vidal/Agencias).- El tema del celibato sigue siendo tabú en la Iglesia. Unos le acusdan de todos los males de la institución, incluida la pederastia. Otros, le ensalzan como una forma extrema de entrega y pobreza, que conecta a los que lo viven con los solos y desheredados de la tierra. En el Sínodo de los jóvenes también se planteó, de la mano del episcopado belga, partidario de permitir la ordenación de hombres casados para ser curas. Una propuesta que parece haber caído en el vacío.
La atrevida idea fue lanzada por el obispo Jean Kockerols, auxiliar de Bruselas, ante los cerca de 300 obispos de todos los continentes reunidos en el Vaticano.
«Estoy convencido de que los jóvenes que han elegido casarse también pueden ser llamados por la Iglesia a servir, especialmente en el ministerio sacerdotal», explicó el religioso.
«Recibí un amable aplauso de la asamblea cuando lo dije y muchos obispos vinieron luego a hablar conmigo en el descanso, en la hora del café, para asegurarme de que tengo razón: ‘debes ir en esa dirección’«, contó el obispo.
La propuesta de autorizar a los hombres casados a ser curas nunca ha sido debatida a fondo y estará ausente del documento final que será adoptado hoy por los obispos tras tres semanas de debates sobre la juventud y la falta de vocaciones.
«Estoy decepcionado por la ausencia de reacciones (…) Un obispo llegó a comparar el tema con las estalactitas, que tardan mucho tiempo en crecer», comentó.
La disminución del número de sacerdotes en todo el mundo es uno de los fenómenos que más afecta a la Iglesia, a excepción de África y Asia, donde crece.
En varias ocasiones el papa Francisco ha recordado que la prohibición de ordenar hombres casados no forma parte de la doctrina de la Iglesia.
La práctica existió por siglos, y los textos bíblicos indican que el apóstol Pedro tenía una suegra.
La obligación de ser soltero para ingresar al clero de la Iglesia católica latina se remonta al siglo XI. Los ritos católicos orientales y los ortodoxos admiten la ordenación como sacerdotes de hombres casados.
Una investigación independiente, presentada cerca del Vaticano en pleno sínodo, calcula que 100.000 sacerdotes han renunciado en las últimas décadas a la vocación, a menudo para casarse o convivir. En 2016 había 414.000 sacerdotes en el mundo.
Según el vaticanista italiano Enzo Romeo, autor de un libro sobre el tema, la Iglesia católica registra mil abandonos por año y el número de exsacerdotes casados en Italia son cerca de 8.000, una cifra considerable.
En marzo del 2017, el papa Francisco reconoció públicamente que estaba dispuesto a ordenar «viri probati» a hombres casados de edad madura para satisfacer las necesidades pastorales de las remotas regiones del Amazonas, excluyendo de hecho a los jóvenes, como propone el obispo belga durante su participación en el sínodo por los jóvenes.
El tema ha sido incluido en la agenda del próximo sínodo de obispos dedicado a la Amazonía, que se celebrará en octubre de 2019.
