Por encima del sufrimiento debemos quedarnos con la respuesta solidaria, que no olvidemos que es la mejor expresión de quien se dice cristiano
(Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en Brasil).- La solidaridad se ha puesto de manifiesto, una vez más, ante el terrible incendio que, en la noche del lunes al martes, ha consumido unas 600 casas en el barrio de Educandos de la ciudad de Manaos.
Se trata de una de las zonas más populares de la capital del estado de Amazonas, habitando por familias pobres, inclusive muchas de las casas eran palafitos situados a la orilla de uno de los pequeños ríos que atraviesan la ciudad.
Una de las grandes articuladoras de esta solidaridad está siendo Caritas Archidiocesana de Manaos, a cuyos miembros se dirigía, a primera hora de la mañana, el arzobispo, Monseñor Sergio Castriani, que se encontraba ausente de la ciudad, diciendo que «Caritas existe para que en estas situaciones la Iglesia pueda dar una respuesta organizada y efectiva. Nosotros sabemos cómo hacerlo. Estoy seguro que responderemos en generosidad».
En el local del incendio, el Vicepresidente de Caritas Manaos, Padre Alcimar Araujo, se hacía eco de los relatos escuchados a algunos de los moradores del barrio, palabras llenas de tristeza, angustia y sufrimiento, pues en la mayoría de los casos todo lo que poseían fue perdido. Sirva como ejemplo las palabras de una mujer que, acompañada de su nieto, recibía comida en la Parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, quien decía que se habían quedado con lo puesto, pues la voracidad de las llamas fue tal que casi nadie pudo retirar sus pertenencias. A esto se une que, de lo poco que se consiguió salvar, muchas cosas fueron robadas.
Alcimar Araujo destacaba la solidaridad de la gente, señalando que todas las parroquias de Manaos están con las puertas abiertas, siendo punto de recogida de alimentos, ropa y todo lo necesario para ayudar a las familias. Caritas Manaos está presente en el local desde el principio y a lo largo del día está llevando a cabo el levantamiento social de las familias que fueron afectadas, recogiendo datos para poder trazar las metas a seguir, pues es necesario planear como responder a las necesidades de esta gente, reforzaba el vicepresidente de Caritas Manaos.
El incendio también ha sido tema de conversación en el encuentro de las Pastorales Sociales de la Archidiócesis de Manaos con el futuro vicegobernador del estado de Amazonas, Carlos Almeida Filho, que ha tenido lugar este martes en la sede del Centro de Pastoral Archidiocesano, en el que fueron presentadas por escrito algunas demandas al futuro gobierno, que han sido recogidas. El propio Carlos Almeida Filho reconocía que en el entorno de la ciudad de Manaos hay un déficit habitacional que afecta a unas doscientas mil familias, lo que puede explicar de alguna manera las gigantescas proporciones del incendio.
En diferentes puntos de la ciudad de Manaos, algo común en muchas ciudades brasileñas, la falta de políticas públicas ha provocado que muchos barrios se hayan convertido en un aglomerado de casas, muchas construidas con materiales precarios, separadas por callejuelas estrechas, donde este tipo de fenómenos tienen consecuencias desastrosas.
Por encima del sufrimiento debemos quedarnos con la respuesta solidaria, que no olvidemos que es la mejor expresión de quien se dice cristiano. Ver a la gente, inclusive familias con niños pequeños, llegando a la Parroquia del Perpetuo Socorro cargados de ropas y alimentos, es una prueba de que todavía hay esperanza en que un mundo mejor para todos puede ser una realidad.
