Finaliza la reunión en Quito entre la REPAM y la COICA

Organizaciones indígenas e Iglesia buscan aliarse por la Amazonía

Con el objetivo de sumar fuerzas y trabajar en la defensa de los derechos humanos por encima de posibles diferencias

Organizaciones indígenas e Iglesia buscan aliarse por la Amazonía
REPAM y COICA, frente común

Mauricio López: es posible y necesario impulsar procesos de encuentro. Lo haremos, y nos habremos de enfocar en donde haya posibilidades de colaborar juntos en la defensa de la vida

(Luis Miguel Modino).- La relación entre los pueblos indígenas, la sociedad envolvente y la propia Iglesia, es compleja, agridulce. Así lo reconocía el Papa Francisco en su visita a los pueblos indígenas en Puerto Maldonado, un año atrás, donde afirmaba que «probablemente los pueblos originarios amazónicos nunca hayan estado tan amenazados en sus territorios como lo están ahora, la Amazonía es tierra disputada desde varios frentes».

Dentro de esa coyuntura, lanzaba una invitación a los presentes, y también al mundo entero, diciendo, «considero imprescindible realizar esfuerzos para generar espacios institucionales de respeto, reconocimiento y diálogo con los pueblos nativos, asumiendo y rescatando la cultura, lengua, tradiciones, derechos y espiritualidad que les son propias, un diálogo intercultural en el cual ustedes sean los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en los proyectos que afectan a sus espacios. El reconocimiento y el diálogo serán el mejor camino para transformar las históricas relaciones marcadas por la exclusión y la discriminación».

El Papa Francisco siempre ha mostrado su cercanía y preocupación con los pueblos indígenas, como les hacía ver en Puerto Maldonado, «he deseado mucho este encuentro, gracias por su presencia y por ayudarme a ver más de cerca en sus rostros el reflejo de esta tierra, un rostro plural, de una variedad infinita y de una enorme riqueza biológica, cultural, espiritual».

Es un deseo de escuchar, de aprender con ellos, pues en palabras de Francisco, «quienes no habitamos estas tierras necesitamos de su sabiduría y conocimiento para poder adentrarnos sin destruir en el tesoro que encierra esta región».

En una tentativa de hacer realidad aquello que el Papa pide, realizar esfuerzos para generar espacios institucionales de respeto, reconocimiento y diálogo con los pueblos originarios, se han reunido en Quito, Ecuador, de 19 a 21 de enero, representantes de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM y de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica – COICA.

La REPAM, como reconocía su Secretario Ejecutivo, Mauricio López, presente en el encuentro, «es una instancia eclesial que quiere estar más presente en la Amazonía, que quiere afirmar una manera distinta de relación equitativa, intercultural, y que permita una defensa convincente, profunda, de la vida, del territorio, de los pueblos, y del futuro».

 

 

Esta misma realidad está presente en la COICA, que es una instancia que representa a todas las organizaciones de los pueblos amazónicos, de los nueve países amazónicos y a sus bases, que se articulan desde la presencia territorial en sus estructuras nacionales y a nivel regional, tratando de caminar en una defensa urgente de los territorios de los pueblos, de su vida que depende de ellos, y también como los principales guardianes y protectores de los bosques que permite que todo el Planeta tenga también futuro.

El propio Mauricio López, refiriéndose a las palabras del Papa Francisco, reconoce que en ellas «se reflejan los innumerables rostros concretos de pueblos originarios, que han sido amenazados, despojados de su identidad, vejados, asesinados, lo que nos conmueve y nos llama a una purificación de la intención como Iglesia, a reconocer en el histórico, los múltiples rostros de colonización que también hemos traído con nosotros como expresión institucional, con una mirada muchas veces ajena a este territorio, a sus vidas, a sus identidades, y haciendo un verdadero pedido de perdón, como el propio Papa lo ha pedido, por todos los pecados cometidos como Iglesia en todo este camino de colonización».

Pero junto a los errores, que es necesario reconocer, el Papa, en su discurso en Puerto Maldonado, según Mauricio López, «destacaba los múltiples rostros concretos de misioneros, misioneras, obispos, religiosas, religiosos, laicas y laicos que han venido para entregar la vida, para poder dejar tocarse de una manera profunda por la belleza, la profundidad del misterio, y esa visión de un futuro posible presente en los pueblos de la Amazonía». Eso muestra que es posible y necesario impulsar procesos de encuentro.

Eso es lo que ha marcado la reunión entre la REPAM y la COICA, quienes según Mauricio López, «han decidido hacer este proceso de diálogo justamente por este motivo, por reconocer esta necesidad de transformar estas históricas relaciones de exclusión y discriminación, y por buscar también un acompañamiento en el rescate y refuerzo de lengua y de cultura, y sobre todo de derechos y espiritualidad».

Dentro de la actual tesitura de la Iglesia en la Amazonía, marcada por el proceso sinodal, el encuentro entre las dos instituciones, según el Secretario Ejecutivo de la REPAM, no está motivada «solamente por una escucha hacia el Sínodo, sino que se trata de proyectar juntos una manera de ser mucho más coherentes en la defensa de la vida».

Los puntos sobre los que se ha basado el encuentro han visto como «trabajar en la defensa de los derechos humanos, donde la REPAM tiene también toda una línea de trabajo, un proceso formativo y una estrategia internacional, de igual manera que la COICA, para sumar fuerzas y acompañar a las víctimas, a los amenazados y a la protección de los territorios en todos los niveles que sea necesario y en la línea comunicacional poder ayudar a que las narrativas del territorio, de los propios pueblos, puedan ser reconocidas, escuchadas también, que emerjan como voces transformadoras, de resistencia y de búsqueda de otro mundo posible, que se empodere a los agentes de cambio, a los actores territoriales, para que sea su voz la que sea escuchada en los distintos espacios y foros», ha reconocido Mauricio López.

Junto con eso, también ha sido discutido como la REPAM puede ofrecer algún tipo de apoyo de procesos formativos. También, dinamizar en cada uno de los países, donde está la REPAM y la base de la COICA, para poder fomentar este mismo tipo de diálogos, definir agendas en común, y sobre todo actuar eficazmente en la defensa y protección de los territorios.

Según el Secretario Ejecutivo de REPAM, «nos da mucha esperanza que este diálogo se ha dado, con su grado también de complejidad, por la necesidad de sanar, purificar intenciones, por la desconfianza que a veces también puede haber de algunas bases, pero reconociéndonos como aliados posibles en este camino y que además optamos por trabajar juntos, no por una necesidad de ninguna de las partes, sino porque reconocemos la fuerza que esto puede tener en la defensa de la vida».

Por encima de posibles diferencias, e intentado superar divisiones históricas, Mauricio López insiste en que «si es necesario retomar ciertos aspectos, lo haremos, si es necesario dar marcha atrás en algunas cosas, lo haremos, y nos habremos de enfocar en donde haya posibilidades de colaborar juntos en la defensa de la vida. Considero que esto es profundamente coherente con el llamado de la ecología integral de Laudato Sí y profundamente coherente con esta perspectiva del Sínodo, de escucha, y de lo que nos pide el Papa Francisco».

 

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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